El Gobierno lanza este martes una nueva subasta de renovables, con 3.300 megavatios eólicos y fotovoltaicos en juego con plazos de ejecución acelerados. Según las previsiones del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la incorporación de la generación renovable tras esta subasta "reducirá directamente el precio de la electricidad, al desplazar energía producida con centrales más caras y contaminantes".

La reducción del precio de la electricidad es una de las peticiones más repetidas de los últimos meses, tanto por la ciudadanía como por la clase política, incluido el propio Gobierno. De hecho, el lanzamiento de esta nueva subasta se produce en el martes más caro de la historia, con 207,14 euros por megavatio hora.

Relacionado La luz baja pero sigue por encima de los 200 euros/MWh

La subasta de renovables estará estructurada en distintos cupos o reservas de potencia, con 600 MW que tendrán que pasar a la práctica en un plazo máximo de ocho meses, con el objetivo de adelantar el ahorro, así como 300 MW para pequeñas instalaciones fotovoltaicas con participación local relevante.

La subasta de este martes es la segunda que se celebra con el sistema establecido por el Real Decreto 960/2020, fijando plazos más ajustados que la primera para que las instalaciones ganadoras están operativas lo antes posible, así como las distintas reservas de potencia para obtener un mix equilibrado, con el objetivo de “buscar siempre el ahorro para los consumidores”, según Transición Ecológica.

Así, plantea entonces una reserva de potencia de disponibilidad acelerada, con 600 MW para plantas eólicas o fotovoltaicas en avanzado estado de tramitación. Estas plantas tendrán que estar construidas en un plazo de ocho meses desde la adjudicación de la retribución regulada, en aras de observar el impacto antes de verano de 2022.

Así quedan repartidos los 3.300 MW

Además de esta reserva de disponibilidad acelerada, la subasta de renovables también prevé una reserva de 1.500 MW para la energía eólica terrestre, otra de 700 MW para energía fotovoltaica, otra de carácter neutra de 200 MW y otra de 300 MW para sistemas solares distribuidos.

Los 300 MW renovables están dirigidos a instalaciones fotovoltaicas con una capacidad menor o igual a 5 megavatios, con fuerte carácter local. De hecho, se tendrán en cuenta sendos elementos como la población próxima al emplazamiento de la planta o la participación ciudadana en dichas instalaciones. Asimismo, el concurso establece la incorporación de nueva potencia renovable entre 2020 y 2025 prevista por la Orden TED/1161/2020.

En lo que queda de año está prevista la celebración de otros procedimientos de concurrencia competitiva para un mínimo de 200 MW de energía solar termoeléctrica, 140 MW de biomasa y 20 MW para otras tecnologías. La última subasta de energías renovables se celebró el pasado 26 de enero, con más de 3.000 MW eólicos y fotovoltaicos a un precio de 25 euros/MWh, un precio muy inferior al registrado en el mercado mayorista de la electricidad en los últimos meses.

En esta primera subasta resultaron ganadoras las grandes eléctricas -Endesa, Iberdrola, Naturgy, Capital Energy, EDP Renováveis (EDPR) y Acciona- con una elevada participación del sector, con más de 80 agentes en la subasta. Estas operaciones se convirtieron en una herramienta clave para alcanzar los compromisos del Plan Nacional Integrado de Energía Clima (PNIEC) 2021-2030, con la instalación prevista de 60 GW renovables en la próxima década, además del objetivo de maximizar el ahorro en la factura eléctrica.

Más allá de este año, el Gobierno ha diseñado un calendario indicativo hasta 2025 en el que prevé poner al menos 20 GW mediante estas subastas, con especial relevancia para la energía fotovoltaica (10 GW). Le siguen la energía eólica (8,5 GW), solar termoeléctrica (600 MW), biomasa (380 MW) y otros 60 megavatios destinados a otras tecnologías renovables como biogás, hidráulica o maremotriz entre otras.