Una vez más, MasterChef se coloca en el centro del huracán después de una de las situaciones más controvertidas de los últimos tiempos. La aspirante Tamara decidió abandonar la competición por motivos personales y, haciendo un alarde de nula empatía -tal y como se ha señalado desde las redes sociales- Jordi Cruz desató un auténtico tsunami de odio por su reacción.

Tamara, la ya exconcursante de origen ruso y afincada en Barcelona, vestía el delantal blanco cuando se decidió a compartir sus sentimientos desde las cocinas: "Hay momentos en los que me siento más cómoda y otros en los que menos… Con la situación y con la experiencia general, tengo claro que algunos de mis compañeros se lo merecen más que yo".

A continuación, Tamara comunicó que, como "no se veía en la Final" de MasterChef, abandonaba la competición: "Me voy; me despido voluntariamente porque no me siento a gusto. Tampoco estoy dando todo lo que me gustaría, constantemente estoy nerviosa, con tensión y presión. Entiendo que esto es un programa, al final todos tomamos una decisión y yo quiero tomar esta".

La exaspirante a ganar MasterChef aseguró sentirse "muy frustrada" y no estar dispuesta a "seguir en la misma dinámica" día tras día si no se siente como debería: "Entonces, perdonadme, pero es más importante estar bien que decepcionaros a vosotros".

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La reacción de Jordi Cruz que desata las críticas en redes sociales

Pese a que Pepe Rodríguez sí que le trasladó algunas cuestiones, Jordi Cruz declinó hacer ese ejercicio: "Solo te diría, 'muy bien, ciao'. Le has quitado la oportunidad a mucha gente". En ese momento, el juez dejó 'hablar de tú' a Tamara para entonar un estilo más formal, pero con gesto de enfado mayúsculo: "Su delantal. Su puerta".

Y desde que se emitiese este episodio en pleno directo, Cruz se convirtió en el blanco de las críticas por no haber hecho un ejercicio de empatía en favor del bienestar emocional de la exconcursante: "Es absolutamente intolerable que esto que acaba de pasar en MasterChef se emita en la televisión pública. Luego se nos llena la boca hablando de salud mental, pero mientras no hay psicólogos en la pública, con nuestro dinero sí pagan esta violencia".

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