El Partido Socialista Obrero Español está en shock. Nadie, absolutamente nadie, se podía imaginar que un miércoles 24 de abril de 2024 su secretario general y presidente del Gobierno haría pública una carta en la que anunciaba que se tomaba unos días de reflexión para decidir si dimite o continúa en el cargo, harto de una campaña de infamias contra su mujer, Begoña Gómez, y los ataques que en sede parlamentaria dirigió la vicesecretaria del Partido Popular, Esther Muñoz, contra prácticamente toda la familia de Pedro Sánchez, acusándolos de corruptos sin pruebas. Esther Muñoz le hizo un favor a Cuca Gamarra y a Miguel Tellado -que se cuidaron muy mucho de poner la cara a semejante espectáculo- y es de suponer que la autora de la rueda de prensa más infame y vergonzosa que se recuerda en años en la sede de la soberanía popular sea premiada algún día por hablar de saunas. Eso es altura política y tener un proyecto de país. Fue Alberto Núñez Feijóo quien dio la orden de ir a por toda la familia del presidente del Gobierno sin prueba alguna y él y su vicesecretaria han creado un precedente que no se va a olvidar. Porque todo acto tiene consecuencias.

Relacionado En directo: Feijóo se dirige a sus diputados y senadores tras el anuncio de Sánchez

También las tiene, y muchas y de profundidad, la carta a la ciudadanía de Pedro Sánchez. Su partido, el PSOE, está en shock. Nadie de su entorno se lo esperaba. Después de unos buenos resultados electorales en el País Vasco donde a Feijóo le fue entre mal y muy mal (7 escaños, 9% de los votos y menos de cien mil votos en un censo electoral de 1,8 millones que colocan de nuevo  al PP en la irrelevancia absoluta) y en vísperas de unas elecciones catalanas donde al PSC y a Salvador Illa les iba a ir bien, Sánchez, el político de titanio, dice que no aguanta tanta basura.

Relacionado Un Losantos desatado contra Sánchez le dedica una veintena de insultos y pronostica su futuro

La economía va como un tiro. Récord de población activa, el mejor dato del paro en 15 años, el ahorro de las familias en récord, la deuda de las familias la más baja en años. Hay problemas, y muchos, pero se superó una pandemia no vista en 200 años, se consiguió la excepción ibérica para sortear la crisis de la inflación y la mayor cantidad de dinero de fondos europeos en la historia de este país. Por eso nadie se lo explica.

Quienes están más cerca de él me han contado que está muy tocado por los ataques a su familia, que llevaba semanas cabreado con lo que considera una operación asquerosa en la que participan el PP, Vox, medios de comunicación, jueces y empresarios. Que esa operación va mucho más allá de cargarse a Pedro Sánchez, va de que la derecha o tiene el poder o no respeta ni a instituciones ni a personas. Es la destrucción con maldad, con las frases más ruines  que son capaces de imaginar  personajes como Donald Trump, Miguel Ángel Rodríguez y la vicesecretaria del PP Esther Muñoz, tan meritoria ella en imitar a Tellado y a insultadores profesionales de la extrema derecha. Feijóo tira la piedra y otros enseñan la mano. Todo esto tendrá consecuencias serias y peligrosas para la buena salud de nuestra democracia porque la derecha y la extrema derecha han demostrado en numerosas ocasiones que el odio es un instrumento muy poderoso para conseguir el poder. Pero sembrar odio nunca ha dado buen resultado a sociedad alguna. Puede que Feijóo consiga sacudirse la humillación que vivió en las elecciones generales del pasado mes de julio pero a la larga el Partido Popular pagará un precio por elegir una camino que siempre, siempre, es muy peligroso. La maldad es eso, maldad.

Relacionado La denuncia de los ultras de Manos Limpias contra Begoña Gómez: ocho noticias y un bulo

¿Se reunirá el Comité Federal?

Tras el shock y la incertidumbre llegaron las preguntas. ¿Habló con alguien el presidente antes de difundir la carta? ¿De verdad va a dimitir? ¿Se va a reunir el Comité Federal el sábado? ¿Suspenderá sus actos en la campaña catalana? Si dimite, ¿quién le sustituye en el Gobierno? ¿Quién el partido? ¿Pero qué lío es este?

El  PSOE está sumido en la más absoluta de las incertidumbres, y los socios de gobierno también. De momento en todo el Partido Socialista se ha despertado una ola de solidaridad y simpatía hacia su líder. "Todo tiene un límite" es la frase más repetida desde ayer por la tarde en la izquierda y cruzar la línea de atacar e insultar a la familia del presidente del Gobierno se ha sentido como en carne propia. Por mucho que esa misma noche Feijóo en una entrevista en Onda Cero se victimizara diciendo que a su familia también la habían atacado y que a presidentes como Rajoy, Aznar y Felipe también y que Sánchez no era ni mucho menos el presidente más atacado. La realidad es la que es y la rueda de prensa de su vicesecretaria el 24 de abril por la mañana no se lava ni con lejía.

 "Nosotros no preguntamos por esos asuntos hoy", dijo Feijóo refiriéndose a la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Claro, no preguntaron en la sesión de control, pero salió Esther Muñoz, vicesecretaria del PP,  a insultar a toda la familia del presidente del Gobierno por orden de Feijóo. Tirar la piedra y esconder la mano.

 

Los hechos son los que son. El Partido Socialista, los miembros del Gobierno, los socios de Gobierno y toda la izquierda está sumidos en el desconcierto. La decisión del presidente del Gobierno es humanamente comprensible porque resulta que Pedro Sánchez también es humano y su punto débil es su familia y que está enamorado de su mujer. El punto débil de otros son los áticos, los coches de lujo tipo Porsche o Maserati o las cuentas en paraísos fiscales. La pregunta es si su partido, su Gobierno y -por encima de todo- el país pueden estar cinco días en esta incertidumbre.

Síguenos en Whatsapp y recibe las noticias destacadas y las historias más interesantes