El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, ha confirmado su amenaza de no sentarse en la mesa de diálogo social y ha anunciado ya que la patronal no se presentará a la reunión para subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que se celebra este miércoles entre los agentes sociales y el Gobierno. El líder de los empresarios españoles ha matizado que responderá por escrito a la propuesta que presente Yolanda Díaz y el Ministerio de Trabajo en la reunión.

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El Ministerio de Trabajo ha convocado a una nueva reunión a los agentes sociales para negociar la subida del SMI antes de 2023, con el objetivo de que sea efectiva el 1 de enero. Para ello, apura los últimos días del año en aras de alcanzar el acuerdo. Un acuerdo que ya no va a ser tripartito ya que la CEOE ni siquiera se va a sentar en la mesa de diálogo social, una amenaza que entonó el propio presidente de la patronal.

Díaz ha recibido este mismo lunes la propuesta de subida del SMI encargada al comité de expertos que asesora al Ministerio de Trabajo, con una horquilla recomendada para 2023 de entre el 4,6% y el 8,2%. Esto supondría que, a partir del próximo 1 de enero, el SMI quedaría en 1.046 euros brutos mensuales en 14 pagas y en 1.082 euros brutos mensuales en el caso de recibir 12 pagas. Además, el comité de expertos al que Díaz encargó el informe recomienda dos subidas del SMI a lo largo del año. 

La negativa de la CEOE a concurrir en la mesa de negociación radica en la modificación del artículo 51 de la reforma laboral que devuelve al Ministerio de Trabajo el control de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). "Vamos a ver qué dice la junta directiva, en principio nosotros queremos ver qué pasa con este tema, que nos parece gravísimo que se cambie el acuerdo", ha asegurado Garamendi.

Además, el recién reelegido presidente de los empresarios españoles ha vuelto a lamentar el haberse enterado de la propuesta “por la prensa” y señala que la patronal va a estudiarla y “contestará por escrito a lo que han mandado por escrito”.

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Sin embargo, pese a la queja entonada por Garamendi, el presidente de la patronal admite que el salario mínimo es competencia del gobierno y no del diálogo social, por lo que "no es cuestión de sentarse a negociar".

CCOO lamenta las “excusas” de la CEOE

El secretario general de CCOO, Unai Sordo ha lamentado las "excusas" que la CEOE está dando para "dar por finiquitado el diálogo social", al tiempo que ha apelado a la responsabilidad de la patronal dada la incertidumbre económica a la que se enfrenta el país. "No se puede borrar del mapa en este momento y tiene pinta de que busca excusas para hacerlo", así ha afeado Sordo a la patronal la mañana de este martes.

"Volvemos a instar a la CEOE a sentarse a la mesa. Me preocupan las actitudes y las declaraciones de las organizaciones empresariales, que vienen a dar por medio finiquitado el proceso del diálogo social en España. En este momento es cuando el país más necesita de la corresponsabilidad de los agentes sociales para hacer frente no solo a un insuficiente incremento de los salarios, sino también a las posibilidades de que España sufra en 2023 si no recesión, sí una desaceleración intensa de la economía, como va a haber en otros países", explicaba el secretario general del sindicato  antes de que arrancase en Toledo el Consejo de Dirección de CCOO.

Por su parte, UGT ya ha confirmado su asistencia la mesa de negociación que se celebrará este miércoles. A dicho encuentro, previsto en torno a las 9:30 en el seno del Ministerio de Trabajo, acudirán el Secretario General de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, y la Secretaria Confederal, Patricia Ruíz.

En lo tocante al papel del Ejecutivo, Díaz evitó manifestar "posiciones propias" sobre cuál debería ser la subida del SMI para 2023, aunque se mostró partidaria de revisar el SMI en los próximos seis meses si la situación económica española lo exigiera, como ya han hecho otros países.

La titular de Trabajo tampoco dio fechas sobre el cierre de las negociaciones de la mesa de diálogo y, consciente de que solo quedan dos Consejos de Ministros antes de fin de año, dejó abierta la posibilidad de que el SMI se apruebe en enero, con efecto retroactivo.