La tensión entre los sindicatos y la Confederación Española de Organiozacones Empresariales (CEOE) por la subida de los salarios de los trabajadores contiúa en aumento y las palabras pronunciadas por Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, en respuesta a las movilizaciones convocadas por CCOO y UGT no han colaborado a apiciguar la situación. El líder de la patronal parece no tomarse muy en serio las movilizaciones convocadas por las organizaciones sindicales. “Igual un día convoco yo una manifestación y la lleno”, destacaba este lunes, a la par que acusaba a CCOO y UGT de ir “en comandita” con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Unai Sordo, secretario general de CCOO, ha respondido tajante: "Si quiere convocar una manifestación que lo haga". 

Apenas han transcurrido tres semanas desde que el otoño caliente, anunciado por los sindicatos para exigir la subida de los salarios, dio comienzo con concentraciones frente a las sedes patronales de todo el país, entre ellas la de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). En ese momento, los sindicatos planeaban una serie de actos que desembocarían en una manifestación nacional celebrada en Madrid el 3 de noviembre. Por su parte, la patronal no parecía sentirse presionada para asumir una actitud negociadora. Ahora, la fecha comienza a acercarse y la tensión va en aumento mientras se suceden acusaciones cruzadas entre ambos agentes sociales. “No habrá ningún límite”, aseguran los sindicatos.

Así lo ha señalado Pepe Álvarez, secretario general de UGT, quien ha calificado la situación de los trabajadores como “insoportable” y ha acusado a las empresas de tener “beneficios récord” y “trasladar a los precios de sus productos la subida del coste de la vida”. “La respuesta es la lucha y la movilización en Madrid del 3 de noviembre expresará ese malestar y supondrá mantener las movilizaciones hasta que no se aumenten los salarios”, ha concluido.

Sordo ha definido la posición de la CEOE en materia salarial como “la apuesta por la recesión económica a medio plazo en España. O nuestro país asume de forma equilibrada los costes de la inflación y de la guerra y mejora los salarios de forma conveniente o se deprimirá en un futuro la demanda interna, el consumo, el crecimiento de la economía y la generación de empleo”.

Sin embargo, esto no convence a Garamendi que asegura que “lo que hay es lo que hay” y, aunque no niega que pueda existir “una compensación a final de año” para los trabajadores, descarta por completo que la CEOE vaya a asumir las propuestas de los sindicatos. Una subida salarial "homogénea" es "hundir la economía", señala, “los sindicatos les puede interesar esto”, concluye.

En consecuencia, si la organización empresarial reniega de la mesa de negociación y no está dispuesta a aceptar las exigencias sindicales y, en consecuencia, los sindicatos mantienen su palabra y continúan con las movilizaciones hasta conseguir lo que consideran justo; el conflicto entre los agentes sociales se sostendrá en el tiempo con un aumento previsible de la tensión.