Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores Obreros (UGT) han dado comienzo este viernes a su otoño caliente frente a la sede de la patronal. Coincidiendo con el día internacional del Trabajo Decente, los sindicatos han ocupado las puertas de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ataviados con pancartas, banderas y un mensaje muy claro: “salarios o conflictos”.

Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha ido más allá y ha señalado que "en España no hay trabajo decente. Si no hay subida de salarios no podemos decir que el trabajo sea decente. Si tenemos un IPC que está en el 9% y una subida de salarios media del 2,9%, no se puede decir que estemos ante una subida de salarios decente”.

Aprovechando el pistoletazo de salida que da comienzo a un mes de octubre plagado de movilizaciones sindicales, que culminarán en una gran manifestación que aunará a las secciones sindicales de todo España el 3 de noviembre en Madrid, las organizaciones sindicales han culpado a las patronales españolas de “falta de responsabilidad con la marcha de su país”, como sostenía Unai Sordo, secretario general de CCOO.

Es más, el líder sindical asegura que las empresas “están por la labor de salir de esta crisis de precios por la puerta que hemos salido en todas las crisis económicas en España en los últimos 40 años, salvo la crisis de la pandemia. Es decir, con un empobrecimiento generalizado de las clases sociales más bajas, que sean los trabajadores los que paguen con su salario, quizá con su puesto de trabajo, esta crisis de precios”.

Álvarez afeaba también a la CEOE que, “de manera reiterada” traslade que la culpa de la inflación de segunda ronda es de la subida de los salarios. “El aumento de la inflación tiene un punto muy importante que es la subida indecente de los beneficios que se está viendo por parte de empresas grandes, pequeñas y medianas, que se están forrando a costa de no subir los salarios en nuestro país”, ha sentenciado.

En la misma línea, Sordo ha exigido una recuperación de los salarios a costa de los beneficios empresariales y ha acusado a la patronal de “mantener intactos sus beneficios, excedentes, patrimonios y dividendos, a costa de mantener a 17 millones de personas con una disminución de sus salarios reales”. Además, ha acusado a los partidos de derecha de utilizar doping fiscal para “reducir de forma generalizada los impuestos, dejando intactos los beneficios de las empresas. Esto es deteriorar los servicios públicos, es una trampa para osos”, ha avisado el líder de CCOO.

Ambos dirigentes han concluido que este ciclo “no es el final de nada, es un punto y seguido a la lucha que va a continuar hasta que consigamos que la patronal se siente en la mesa de negociación con propuestas y podamos salir de la situación en la que nos encontramos”.