La Comisión Asesora para el Análisis del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), creada por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, ha dado por concluido su encargo y ha estimado que el SMI para 2023 deberá estar comprendido entre los 1.046 y los 1.082 euros. El informe presentado no es vinculante y la decisión final recae en mano de Yolanda Díaz, líder de la cartera de Trabajo, quien deberá decidir cuál será la subida definitiva. Previsiblemente, la también vicepresidenta segunda asumirá la recomendación de los expertos a los que ella misma encomendó la tarea de definir la cifra.

No obstante, Díaz ha descartado tomar una decisión hasta la celebración del diálogo social. Para ello, la ministra ha emplazado a los sindicatos y la patronal a reunirse el próximo miércoles. Los agentes ya han trasladado su propuestas y ninguna de ellas entra dentro de la horquilla propuesta por los expertos. Los sindicatos se desmarcan por arriba y exigen una subida superior, que alcance los 1.100 euros. Por su parte, la patronal no parece por la labor de dar su visto bueno a una nueva subida del SMI, más si cabe tras la ruptura de las negociaciones con Trabajo anunciadas la semana pasada

De aprobarse el valor más elevado del intervalo, el SMI habría aumentado más de 300 euros desde la llegada de Díaz al departamento de Trabajo. En el año 2019 la cuantía se situaba en los 735,90 euros y, tras un incremento del 22%, alcanzó los 900 euros en 2020. Las subidas consecutivas han colocado el SMI en los 1.000 euros y, de cara al próximo año, podría rozar los 1.100. Sea cual sea la apuesta de la vicepresidenta, parece complicado que alcance el visto bueno de ambas partes del diálogo social. Situación agravada con la duda de si la CEOE acudirá siquiera al encuentro. "Espero que cumplan con su mandato constitucional", ha apuntado.

Sobre el informe presentado, la ministra ha asegurado que “la herramienta del SMI ha servido para impactar positivamente en los salarios más bajos”, negando tajantemente que afecte negativamente en la creación de empleo. Esta estrategia de Trabajo responde a las escasas y bajas subidas salariales asumidas por las empresas (2,6% de media) elevando el listón obligatorio para el contratante. Así, muchos salarios están viendo incrementada su cuantía, no por el buen hacer de las empresas, sino por la subida del SMI que aúpa las retribuciones más bajas.

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