Fumata blanca con la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). El comité de expertos ha dado a conocer la mañana de este lunes cuánto subirá el SMI de cara al 2023. Así pues, el salario mínimo se incrementaría entre un 4,6% y un 8,2%; o lo que es lo mismo, aumentaría entre 46 y 82 euros, alcanzando un máximo de 1.082 euros y cumpliendo así el objetivo del Gobierno de alcanzar el 60% del salario medio.

Los sindicatos ya se han pronunciado al respecto avalando la propuesta impulsada por el Ministerio de Trabajo. No obstante, CCOO solicita una subida sensiblemente mayor hasta los 1.084 euros; es decir, un 8,4% más, mismo porcentaje que el marcado por la inflación. UGT por su parte reclama directamente que el salario mínimo se eleve un 10% hasta los 1.100 euros.

Desde esta última plataforma sindical argumentan que a la hora de elegir la cuantía final se ha de tener en cuenta el contexto inflacionista, así como que el cálculo del SMI para 2023 se ha realizado tomando como referencia el salario medio estimado de 2022 y no el de 2023. "Razonablemente cabe esperar que (el salario medio de 2023) será superior, por lo que el SMI debería subir más para mantener la equivalencia con el 60% del salario medio de 2023", mantienen desde UGT.

Así pues, para el sindicato, la inflación y la estimación de salario medio desfasada, "sólo pueden operar en un sentido a la hora de determinar el incremento para 2023: que el aumento del SMI debe ser del 10%, hasta los 1.100 euros", defiende la plataforma encabezada por Pepe Álvarez.

Fernando Luján, vicesecretario general de Política Sindical UGT ha asegurado que esto iría "en consonancia" con lo ocurrido en el resto de Europa. Otros países del Viejo Continente también prevén subidas del SMI de cara al 2023. Así, Estados como Países Bajos estima una subida del SMI en torno al 10%, Bélgica un 13%, y Polonia y Alemania, un 15%

Además, debido al contexto de alta inflación existente y su mayor impacto sobre el poder adquisitivo en las rentas más bajas, UGT subraya que los expertos ven oportuno revisar la evolución del SMI a los seis meses para evaluar su suficiencia. "Ésta es también una reivindicación histórica de UGT, que, efectivamente, se vuelve aún más necesaria en las situaciones de inflación elevada como la actual", defiende.