La firma de moda y belleza Puig está a punto de convertirse en una de las 35 cotizadas que componen el Ibex. El gigante catalán de la perfumería podría entrar a formar parte hoy del reducido grupo de empresas españolas que componen el principal índice bursátil nacional. La compañía se lanzó a bolsa el pasado 3 de mayo y ahora, poco más de un mes después, podría posicionarse como una de las grandes cotizadas de la bolsa española.

El Comité Asesor Técnico del Ibex 35 se reúne este miércoles, de forma ordinaria como cada trimestre, para abordar posibles cambios en la composición del principal selectivo nacional. Entre ellos, algunos ya descuentan la irrupción de Puig en lo más alto de la bolsa española en detrimento de otra compañía española, en este caso la hotelera Meliá. En otras palabras, Puig pasaría a ser una de las 35 cotizadas del Ibex en sustitución de Meliá si así lo decide este miércoles el Comité Asesor Técnico del Ibex en su encuentro ordinario. De no ser hoy, podría ser en la próxima reunión trimestral del Comité Asesor, con una evolución más larga, y probada, de Puig en el Mercado Continuo. 

La firma de moda y belleza catalana Puig es propietaria de marcas internacionales como Paco Rabanne, Carolina Herrera o Jean-Paul Gaultier. Con 110 años de historia a sus espaldas, el gigante de la perfumería se estrenó en la bolsa española hace poco más de un mes. Pero lo hizo en el Mercado Continuo y no en el Ibex como tal. Un paso previo que podría impulsar el ascenso de la compañía hasta el principal selectivo de la bolsa española.

Puig: "Un nuevo y decisivo capítulo" 

Marc Puig, presidente y máximo ejecutivo de la empresa familiar catalana, celebraba en la Bolsa de Barcelona el desembarco de la firma de cosmética en terreno bursátil. "Hoy se abre un nuevo y decisivo capítulo en los 110 años de historia de Puig. El precio de nuestra oferta refleja la importante demanda de los inversores y es un reconocimiento del duro trabajo y la dedicación inquebrantable de todos los equipos de Puig, que demuestran creatividad y pasión por la innovación cada día", reconocía el directivo en el toque de campana de su salida a bolsa en Barcelona.

Puig se estrenaba en la bolsa española el pasado 3 de mayo con un precio de 24,5 euros por acción, el más alto de la horquilla fijada en el folleto de salida a bolsa. Un precio que daba a la compañía catalana una capitalización bursátil valorada en 13.920 millones de euros en la que se ha posicionado -hasta ahora- como la mayor salida a bolsa de una empresa en toda Europa. Las acciones de la compañía oscilaban en un rango de precios de entre 22 y 24,50 euros por acción para debutar en el mercado bursátil y finalmente lo hicieron al máximo precio fijado en la horquilla.

Sin embargo, nada más estrenarse en bolsa, los títulos de Puig Brands se disparaban con un alza del 8,2% hasta los 26,50 euros, dos euros por encima del precio marcado en su lanzamiento. A día de hoy, a fecha 12 de junio y ante la perspectiva de ascender hasta el Ibex 35, las acciones de Puig se mantienen en los 26,50 euros con los que se estrenó en la Bolsa de Barcelona. En sus 40 días como cotizada española, los títulos de Puig han tocado mínimos en los 24,97 euros por título justo en el cumplimiento de su primera semana como cotizada. Un nivel del que se recuperó en las sesiones posteriores y, a día de hoy, ha vuelto a los niveles de 26,50 euros por título con los que se estrenó en la Bolsa de Barcelona.

Puig se estrenó hace un mes "con las luces largas"

El propio presidente de la compañía, encargado de realizar el simbólico toque de campana en la Bolsa de Barcelona a primeros de mayo, avanzaba ya en ese momento que Puig Brands que sale al Mercado Continuo "con las luces largas", es decir, con la intención de seguir aumentando su capitalización bursátil en los mercados y avanzar en el terreno bursátil. No sorprendería por tanto que Puig pueda cumplir sus planes y que hoy sea elegida como uno de los 35 componentes del Ibex en sustitución de Meliá.

La salida a bolsa de Puig a primeros de mayo despertó un fuerte interés entre inversores y analistas, posicionándose como la mayor operación bursátil a nivel europeo hasta la fecha. Entre ellos, el que a día de hoy se ha convertido en el mayor holding inversor del Ibex, CriteriaCaixa. El gigante inversor de Fundación “la Caixa”, con una amplia cartera de inversiones repartida por las cotizadas españolas, ha sido clave en el lanzamiento a bolsa de Puig. El grupo inversor ha querido participar en un momento clave para la compañía, su lanzamiento bursátil, con la entrada en el capital social de la empresa familiar de los Puig.

El holding inversor optó entonces por adquirir acciones de la Clase B representativas del 3,05% del capital social de Puig Brands dentro del proceso de Oferta Pública de Venta (OPV) que puso en marcha la compañía en los momentos previos a su estreno bursátil. Para ello, CriteriaCaixa ha destinado una inversión de alrededor de 425 millones de euros como parte de su estrategia de diversificar cartera y mantener posiciones estratégicas en sectores considerados atractivos.

Puig sigue en manos de la familia a pesar de haberse lanzado a la bolsa española. Y así parece que seguirá siendo. La familia Puig conserva, a través de la empresa, el 71,7% de los derechos económicos de la sociedad, así como el 92,5% de sus derechos de voto. Es decir, los Puig siguen teniendo el control su empresa a pesar de convertirse en una cotizada. Además de las nuevas acciones de la oferta de la firma de cosmética catalana, también se han adjudicado 55,51 millones de acciones secundarias por parte del accionista mayoritario de la sociedad, Puig, S.L., controlado por Exea -la sociedad patrimonial de la familia Puig- por un total de 1.360 millones de euros.

En otras palabras, la mayor parte de Puig sigue estando en manos de la familia fundadora. Y es que en su argumentario la propia compañía reiteraba la importancia de "garantizar que las próximas generaciones de la familia Puig estén sujetas a los estándares más altos posibles mientras dirigen la compañía en la dirección estratégica correcta". Una estrategia con la que la familia quiere dar estabilidad a largo plazo y, asimismo, mantener la empresa familiar para las nuevas generaciones de Puig.