El día ha llegado para Puig. Tras semanas de constantes informaciones, finalmente la firma de cosmética española se estrena en bolsa este viernes. La compañía ha comenzado a cotizar en el Mercado Continuo -que no en el Ibex 35- a un precio de 24,5 euros por acción en varios mercados nacionales simultáneos, en concreto en las Bolsas de Valores de Barcelona, Madrid, Bilbao y Valencia a través del Sistema de Interconexión Bursátil.

El tradicional toque de campana, como acto simbólico que marca el arranque oficial de la sesión de negociación de la compañía en los mercados, se ha celebrado este viernes a las 11:15 horas en la Bolsa de Barcelona a cargo del presidente de Puig, Marc Puig, máximo ejecutivo de la compañía. "Hoy se abre un nuevo y decisivo capítulo en los 110 años de historia de Puig. El precio de nuestra oferta refleja la importante demanda de los inversores y es un reconocimiento del duro trabajo y la dedicación inquebrantable de todos los equipos de Puig, que demuestran creatividad y pasión por la innovación cada día", ha celebrado el presidente ejecutivo. 

La firma de cosmética catalana se ha lanzado a cotizar a un precio de 24,5 euros por acción, el más alto de la horquilla fijada en el folleto, lo que supone una capitalización bursátil de 13.920 millones de euros en la que será la mayor salida a Bolsa de Europa en lo que va de año. Las acciones de la compañía oscilaban en un rango de precios de entre 22 y 24,50 euros por acción para debutar en el mercado bursátil y finalmente lo han hecho al precio máximo fijado. 

No obstante, nada más estrenarse en bolsa, los títulos de Puig Brands se han disparado con un alza del 8,2% respecto al precio que se marcó en la colocación inicial de acciones, situándose en los 26,50 euros, dos euros por encima de su precio de lanzamiento. El propio presidente, encargado de realizar el simbólico toque de campana, ha reiterado que sale al Mercado Continuo "con las luces largas", es decir, con la intención de seguir aumentando su capitalización bursátil en los mercados.

Fuerte demanda de inversores

La salida a bolsa de Puig ha despertado un fuerte interés, tanto mediático como inversor, en las últimas semanas. Tras los movimientos de las últimas jornadas, finalmente la familia Puig seguirá siendo la mayor propietaria de la firma de cosmética española. Asumiendo el ejercicio al completo de la opción de sobre-adjudicación, la familia Puig, a través de la empresa, conservará el 71,7% de los derechos económicos de la sociedad, así como el 92,5% de sus derechos de voto. Es decir, la familia sigue teniendo el control de la empresa a pesar de convertirse en una cotizada del Mercado Continuo. Y es que la propia compañía ha dejado constancia en los últimos días de "la importante demanda de inversores institucionales internacionales y nacionales".

Además de las nuevas acciones de la oferta de la firma de cosmética catalana, también se han adjudicado 55,51 millones de acciones secundarias por parte del accionista mayoritario de la sociedad, Puig, S.L., controlado por Exea -la sociedad patrimonial de la familia Puig- por un total de 1.360 millones de euros. Esto supone que la mayor parte de la compañía seguirá estando en manos de la familia Puig.

Con cien años de historia, y actualmente con sedes en Barcelona y París, Puig se ha convertido en una compañía global en el sector de la belleza, más allá de nuestras fronteras, con una cartera de marcas premium de moda y belleza mundialmente conocidas como Paco Rabanne, Carolina Herrera o Jean Paul Gaultier. En cifras, en 2023 la compañía registró un récord de ventas netas de 4.304 millones de euros, lo que supone un incremento de la facturación del 19% frente a 2022. Un mercado que ha demostrado ser rentable tras las cifras de los últimos ejercicios.

Para Puig, convertirse en una empresa cotizada implica un "mayor nivel de escrutinio" por parte de inversores, analistas, reguladores y el mercado en general, "garantizando que las próximas generaciones de la familia Puig estén sujetas a los estándares más altos posibles mientras dirigen la compañía en la dirección estratégica correcta". "Esto permitirá a la firma competir mejor en el mercado internacional de la belleza durante la próxima fase de desarrollo", mantienen desde la compañía. Una estrategia para dar estabilidad a largo plazo y mantener la empresa familiar para las nuevas generaciones Puig. Precisamente este viernes, aprovechando su estreno en bolsa, la compañía estrena también un nuevo logo corporativo. 

Nuevo logo de Puig. EP

CriteriaCaixa entra en el capital de Puig

Entre estos movimientos de accionariado, también CriteriaCaixa -como gran grupo inversor nacional- ha querido participar en el proceso de lanzamiento bursátil de la compañía con su entrada en el capital. El holding inversor que gestiona el patrimonio empresarial de Fundación "la Caixa", ha adquirido acciones de la Clase B representativas del 3,05% del capital social de Puig Brands S.A., aproximadamente, dentro del proceso de Oferta Pública de Venta (OPV) en el que está inmersa la compañía. Para ello, CriteriaCaixa destinará una inversión de 425 millones de euros, tal y como ha informado apenas unos días antes de producirse finalmente el estreno bursátil de la compañía.

El grupo inversor defiende que esta operación en Puig se enmarca como parte de su política de inversión, que selecciona empresas líderes en sectores altamente atractivos, con capacidad de crecimiento y generación de valor demostrada. En este sentido, la entrada en la firma de cosmética permitirá a Criteria ganar exposición en la industria de la moda y la belleza. Desde el punto de vista del inversor, esta industria ha demostrado "ser resiliente en situaciones de crisis", con crecimientos anuales de alrededor del 5% desde hace décadas.

Asimismo, la propuesta de pay-out anunciada por Puig como parte de su lanzamiento bursátil, con el reparto de un dividendo estable y creciente de en torno al 40% del resultado, encaja en la estrategia de CriteriaCaixa para buscar opciones de inversión con enfoque a largo plazo que maximicen la rentabilidad por dividendo, y que, asimismo, le permitan generar los recursos necesarios para que su accionista único, la Fundación "la Caixa", pueda llevar a cabo su acción social. Y es que, por el momento, la compañía ha asegurado que su intención es distribuir dividendos en efectivo en un futuro próximo "de manera prudente", el primero de ellos en 2025 con cargo a los resultados de este ejercicio 2024.