El Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España chocan con el sector de la Banca, al que le han pedido que reparta una cantidad inferior de beneficios, pensando en el futuro y creando fondos destinados a cubrir los impagos que previsiblemente llegarán debido a la elevada inflación y a las agresivas subidas de tipos. Este desacuerdo llega una semana después de que las instituciones supervisoras se posicionasen en favor de las entidades financieras y contra el Gobierno en lo relativo al impuesto extraordinario.

No obstante, la petición de las dos instituciones no ha sido bien acogida en el mundo bancario, que pretende continuar repartiendo desmedidamente entre sus accionistas los enormes beneficios recogidos en plena crisis energética. No existe peligro de quedarse desprotegidos, aseguran, ya que; solo durante los primeros nueve meses del año, los seis grandes bancos españoles obtuvieron un beneficio conjunto de 16.014 millones de euros, un 23% más que en el mismo periodo del año anterior.

Las entidades financieras pretenden incentivar la inversión otorgando ‘recompensas’ a sus accionistas, que en 2020 se vio limitado por una política de reducción de dividendos del BCE para combatir la crisis sanitaria. Además, la subida de los tipos de interés esta llamando a la inversión en la Banca, que se veía un tanto mermada por las reticencias a los tipos de interés negativos reflejados durante los años anteriores. Situación que también tiraba hacia abajo de los valores en bolsa.

Aún así, tanto la institución europea como la española llaman a la prudencia. Engrosar los fondos destinados a responder a impagos es la recomendación clara, pero en tiempos de bonanza para los bancos no parece que guardar la ropa sea una opción. Las entidades mantienen sus pretensiones y no van a ceder a la ligera, pero las presiones del BCE y el Banco de España son fuertes.

Beneficios récord

A finales de octubre, el sector financiero fue presentando sus beneficios entidad por entidad. Estos resultados han arrojado un beneficio neto conjunto de 16.014 millones de euros, un 32% más con respecto al mismo periodo del año anterior. Unas cuentas que anotan un beneficio récord mientras la banca continúa arremetiendo contra el Ejecutivo central por el gravamen de los beneficios extraordinarios.

El Banco Santander ha obtenido un beneficio atribuido de 7.316 millones de euros durante los nueve primeros meses del año,  un 25% más con respecto a 2021.  BBVA registró un resultado atribuido de 4.842 millones de euros entre enero y septiembre de este año, lo que se traduce en un incremento del 47%. Por su parte,  CaixaBank ha registrado un beneficio neto atribuido de 2.457 millones de euros durante los dos primeros semestres, un 17,7% más respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. 

También Banco Sabadell obtuvo un beneficio neto de 709 millones hasta septiembre, lo que supone cerca del doble respecto a los 370 millones que anotó la entidad en el 2021. Por último, Bankinter experimentó un incremento en sus beneficios. La entidad registró un beneficio neto de 430,1 millones de euros durante los nueve primeros meses del año, lo que representa un 21,2% más.