El escenario imborrable del 29 de octubre sigue resonando en las calles y memorias de todos los valencianos casi cinco meses después de la DANA. Una catástrofe sin precedentes que enfrenta a día de hoy no uno, sino varios frentes, los cuales todos se ciernen sobre la figura del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. A la investigación judicial en curso sobre la gestión de su Administración, así como el cerco político que le exige dimitir, se suma el costo humano y material de la tragedia, el dolor de las víctimas y las tareas de reconstrucción.

Un compendio de factores que se aúnan bajo una sola causa: la figura política de Mazón. En voz de su propio Consell, el precio a pagar de las graves consecuencias de la DANA es demasiado alto: 306.000 personas afectadas y 225 víctimas mortales, 11.242 viviendas, 141.000 vehículos y 800 kilómetros de carreteras, entre otros desperfectos.

Las cifras arrojadas por el vicepresidente Francisco José Gan Pampols en el Informe de Diagnóstico del Plan de Recuperación Económica y Social de la Generalitat dan un reflejo certero de los daños humanos y materiales causados por la catástrofe natural que pronto cumplirá cinco meses. En números globales, la DANA ha afectado a 103 municipios, unos 306.000 valencianos –sin contar los 225 fallecidos y tres desaparecidos-, daños en 11.242 viviendas –cifrados en 475 millones en costes de reposición- y 141.000 vehículos inutilizables.

En cuanto a las infraestructuras dañadas, la fuerte riada dejó 350 kilómetros de cauces, dos presas, más de 800 kilómetros de carreteras -360 millones de euros- y más de 500 vías ferroviarias afectadas. Así como en valor de empresas, los activos se engloban en 13.800 millones y una afección a 275.000 trabajadores.

Bajo el mismo telón de fondo, esta semana el presidente valenciano dio a conocer el pacto sellado con Vox en aras de salvaguardar e impulsar los presupuestos de la Generalitat de 2025, una partida que ha ascendido a 32.291 millones de euros, un 8,6% más que en el ejercicio anterior –en concreto, 2.559 millones más-. Sin embargo, de este basto montante, tan sólo 2.364 millones de euros van destinados a la recuperación tras la DANA.

En voz de la consellera de Hacienda, Economía y Administraciones Públicas, Ruth Merino, las cuentas públicas de Mazón se comprenden como “dos en uno”: la partida ordinaria, por un lado y, en segundo lugar, el ‘presupuesto DANA’. Bautizadas así como las cuentas “de la reconstrucción y de la consolidación del cambio”, en nombre a su vez de la última reorganización interna de su Consell, el equipo de Mazón busca así que ésta sea la partida “más importante de su historia, la más ambiciosa y social”.

Los presupuestos ya llegan tarde de por sí por la emergencia de la catástrofe, pero lo que no se esperaba en el escenario político valenciano era este pacto con la ultraderecha autonómica para sacarlos adelante y, de dicho acuerdo, han cambiado algunos matices que se adaptan a la agenda de Vox, pasando, entre otras claves, por rebajar relevante importancia a las partidas destinadas a inmigración, cambio climático o la protección a la lengua valenciana.

Pero los números que comprenden las actuaciones por la reconstrucción de la Generalitat no lo son todo en este escenario. La investigación judicial en curso, así como el dolor latente de los cientos de afectados y víctimas, siguen pasando factura a Mazón.

La escucha a las víctimas, cinco meses después

Cuando está a punto de cumplirse cinco meses de aquel fatídico 29 de octubre, el barón popular no se ha enfrentado cara a cara con aquellos valencianos que sufrieron en sus carnes la devastadora riada que arrasó con sus casas, enseres y, en el peor de los casos, con sus seres queridos.

Coincidiendo con que el cerco político se estrecha a su alrededor a medida que pasa el tiempo, tanto por parte de la oposición a su Gobierno desde Valencia como desde el tablero nacional con exigencias de dimisión, en los últimos días, Mazón se ha colocado en segundo plano, prácticamente ausente, de todas las celebraciones públicas de las Fallas de Valencia, pero fue en la reciente Cremà cuando reapareció y, después de estos largos meses, se mostró dispuesto a hablar frente a frente con familiares de las víctimas.

Este viernes, el presidente de la Generalitat ha avanzado que se reunirá con asociaciones de víctimas de la DANA: “Vamos a reunirnos con todos”, unas palabras que ha esgrimido después de haber recibido en el Palau a cuatro víctimas y, tras este encuentro, el Colectivo de Familias de Víctimas Mortales Dana 29O le acusó de "intentar blanquear su imagen hacia las víctimas y de cara a la sociedad": "No queremos explicaciones, pedimos su dimisión", subrayaron.

Aunque estas voces no sólo las han vertido los damnificados, sino también alcaldes de localidades fuertemente golpeadas por las riadas. Paiporta, Benetússer o Aldaia consideran que Mazón ha vuelto a llegar “tarde” con su informe de diagnóstico de los daños: “Ya no es momento de fotos, es momento de pasar a la acción. (…) Por desgracia, no nos tienen que contar nadie lo que pasó el día 29 porque ya lo sabemos”, han suscrito este viernes, reiterando a su vez que, en los pasados cuatro meses, ni el propio Mazón ni la Generalitat han intercambiado comunicaciones con los ayuntamientos.

Una situación que no sólo se agrava con el enfado, cansancio y dolor de los vecinos y víctimas, sino que se conjuga con el hecho de que el lodo, en ciertos espacios, sigue imperando. Aún hay garajes con restos de las riadas, así como enseres y coches destrozados que aún no han sido retirados. Un mapa que dibuja un escenario que está lejos “de la normalidad”: “Cada día se sacan entre 60 y 80 sacos de escombros”, ha apuntado la alcaldesa de Paiporta.

Bajo la lupa judicial y política

En lo que concierne al plano político, bien es conocido que los principales partidos de la oposición a Mazón llevan meses reclamando su dimisión; pero, en lo que concierne a las voces de Génova, aún los de Alberto Núñez Feijóo cierran filas con el barón valenciano, aunque con ciertos matices que no se percibían en los primeros meses.

El líder del Partido Popular se ha venido escudando durante este tiempo en que el presidente valenciano fue el primero en dar explicaciones en Les Corts, dejando así a su suerte “su futuro político”, pero más recientemente sí que reconoció que éste “no estuvo a la altura” de la situación, misma crítica que vertió sobre Moncloa. No obstante, y en líneas generales, los populares mantienen su respaldo a Mazón. En palabras de su portavoz nacional, Borja Sémper, este viernes, el presidente valenciano está “enfrascado y determinado en la reconstrucción” de las zonas afectadas.

Asperezas y percepciones puramente políticas que se apartan del plano judicial. Así, y en paralelo, la jueza instructora de la causa que investiga la gestión de la DANA desde Catarroja continúa encauzando la senda para determinar qué salió mal el 29 de octubre, quién tuvo la responsabilidad y por qué no se avisó a los valencianos con el debido tiempo y adecuadas formas.

Además de haber citado a declarar en calidad de imputada a la exconsellera de Justicia e Interior de la Generalitat, Salomé Pradas; así como al exsecretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, la magistrada ya ha suscrito en sendos autos judiciales que el Gobierno de Mazón contaba con la información “suficiente” para actuar pero, debido al tardío retraso en el envío del mensaje a los móviles de los valencianos, ha constatado la “inexplicable ausencia de respuesta” por parte de la Administración autonómica, lo que declinó en un “altísimo riesgo” para los ciudadanos.

Son muchas las aristas que conjugan el drama de la DANA. A nivel social, político y judicial, especialmente en este último punto, aún nada está completamente escrito.

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