Vox recula en sus ataques e intenta recortar la tensión con el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, a quien ha vuelto a tender la mano y ha apoyado contra la "izquierda sectaria". Además, también ha seguido la senda marcada por la lideresa para presentarse como oposición a Pedro Sánchez, contra quien ha cargado para defender a la Administración regional ante el cerco de los partidos de izquierda a cuenta del "caos" sanitario.

Vox recoge cable

La ultraderecha madrileña parece querer retomar la buena relación con el Ejecutivo de Ayuso y ha dejado de lado el tono duro que venía protagonizando en las últimas semanas. Así lo ha puesto de manifiesto este jueves Rocío Monasterio, portavoz de Vox en la Asamblea, en un nuevo pleno, muy marcado por las críticas de la izquierda por las acusaciones del gobierno regional ante las protestas del pasado domingo.

"Apoyamos las manifestaciones multitudinarias pero no apoyamos la manipulación de la izquierda sectaria", ha comenzado su intervención la portavoz ultra, que ha dedicado más de la mitad de su discurso a atacar a los partidos de la oposición, en línea de la lideresa y en una suerte de defensa de la actuación de su socio de gobierno.

A su juicio, la de Madrid es una izquierda "que se atreve a criticar los colegios privados y luego te los encuentras" o que "se atreven a defender el feminismo y luego sacan a los violadores de la cárcel". "Esta izquierda que no ha pegado un palo al agua en su vida, que deja abandonados a los trabajadores y que solo saben destruir la riqueza", ha enumerado antes de apuntar más alto y fuera de la región.

Y es que Monasterio ha aprovechado su turno de palabra para hacerle el camino más fácil a Ayuso para presentarse como líder de la oposición de Sánchez. Ha preguntado si, al igual que en las calles de la capital el pasado fin de semana, "alguien los ha visto en la Moncloa".

Ataques contra Sánchez

"¿Mientras tanto dónde está Sánchez? Con la camisita en Bali", ha dicho sobre el viaje oficial al G20 entre los aplausos de su bancada y antes de cargar contra la bancada contraria, más especialmente contra los socialistas. "Dejen de hacer el ridículo, váyanse a sus cuarteles de invierno y déjenos en paz", ha afirmado.

De esta forma ha intentado destensar la relación de la portavoz de Vox con la dirigente popular, de quien parecía haberse distanciado en las últimas semanas en la Cámara regional como los sendos enfrentamientos sin tapujos entre ambas líderes han mostrado. De hecho, Monasterio ha vuelto a tender la mano a la presidenta regional para "proteger a los madrileños". Eso sí, ha vuelvo a exigir que suspenda las subvenciones a las organizaciones sindicales.

"Lo que tiene que hacer la señora Ayuso es dejar de pagar los 20 millones a los sindicatos para que luego le incendien la calle", ha afirmado antes de pedirle que "sea valiente". "Pongámonos a trabajar para aprobar unos presupuestos que protejan a los madrileños y reconquistar todo lo que destroza la izquierda. Derogue la Ley Trans, baje impuestos, destierre a la izquierda de las instituciones y deje a los sindicatos sin un duro", ha dicho.

Ayuso, por su parte, ha cuestionado "quién no apoya a los médicos y la sanidad" y ha recogido el guante de Monasterio. "Si la manifestación hubiera sido para defender la sanidad hubieran acudido todos los madrileños porque es de todos", ha insistido en un intento más de desacreditar las marchas.

En cuanto a su pregunta, la lideresa ha reiterado, como ya ha hecho también ante las anteriores peticiones al respecto, que no puede "acabar con la labor sindical", dado que está recogido en la Constitución. "Una cosa distinta es lo que destinamos a los presupuestos, que son dos millones, no 20", ha desmentido.

"Madrid va a ser un contrapeso".

La popular ha aprovechado esta recogida de cable para volver a situarse como adalid del Ejecutivo nacional y ha asegurado que "cuando tengamos mayoría en el parlamento derogaremos la Ley Trans", tal y como pide la formación liderada por Santiago Abascal, así como que "Madrid va a ser un contrapeso"

Ante sus palabras, Monasterio ha insistido en que "la Constitución no dice que tiene que darle 20 millones a los sindicatos", por lo que le ha hecho una curiosa petición. "Déjeles 3.000 euros y que se vayan de mariscada", ha finalizado.