El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, inauguraba el Comité Federal del partido en Ferraz reiterando las disculpas de comparecencias anteriores. Un perdón por no detectar a tiempo "la dolorosa traición" de hombres que fueron de su máxima confianza como José Luis Ábalos y Santos Cerdán, ambos ex secretarios de Organización de la formación del puño y la rosa. Por ello, como respuesta en parte a los socios de la coalición que demandaban giros copernicanos y medidas anticorrupción, ha desgranado 13 iniciativas para evitar casos como los mencionados anteriormente. 

Con el "corazón tocado", pero con la "determinación intacta", el secretario general del PSOE ha expresado sus ánimos para "plantar cara a la adversidad y volver a superarla". Un nuevo ejercicio de "resiliencia" para la batalla final con un Partido Popular abonado a la "mentira y la corrupción" de Mariano Rajoy y sobre todo de José María Aznar. "Me elegisteis como capitán de este barco y un capitán no se desentiende cuando viene mala mar, sino que se queda para capear el temporal y salvar el rumbo", indicaba el jefe del Ejecutivo. 

Unas palabras que sirvieron como prólogo de la batería de iniciativas que aprobará el Comité Federal para combatir la corrupción de puertas para dentro de Ferraz, aunque Sánchez también ha advertido de que llegarán nuevas medidas para hacer lo propio "fuera" de las cuatro paredes de su cuartel general. 

Las 13 medidas

En este sentido, Sánchez anunciaba el giro estatutario, con hasta 13 medidas no sólo para "prevenir" la corrupción, sino también para "combatirla". La primera de ellas pasa por "reforzar el equilibrio de poderes dentro del partido", con cargos colegiados que conjugará con la implantación de una exigencia de doble firma en cuestiones de calado. Así, se evitará "una excesiva concentración de poder y establecemos mecanismos de control cruzado". 

Otra de las líneas de actuación incidirá sobre la reducción de plazos para la resolución de expedientes disciplinarios a nivel interno. En paralelo, se obligará a los cargos del partido a presentar sus declaraciones de bienes y actividades ante los Comités de Ética regionales, quienes las remitirán al Comité de Ética Federal. Así, ha explicado Sánchez, se impulsarán también controles aleatorios sobre el patrimonio. 

Por su parte, dicho Comité de Ética se verá "reforzado", recibiendo copia de todos los escritos en el canal de denuncias. Se encargará también de redactar informes sobre la materia y se le dotará de capacidad para actuar de oficio en el caso de que existan indicios de actuaciones de acoso, mejorando también el protocolo antiacoso.

Por otro lado, se actualizará el Portal de Transparencia, donde se incluirán presupuestos, ayudas, subvenciones, convenios y otras retribuciones del equipo. Un paso que conecta con la aprobación de un "protocolo anti fraude y anti corrupción" que han propuesto desde el PSC, según explicaba el jefe del Ejecutivo. 

Sánchez no ha desgranado en su conjunto las medidas restantes, pero una de ellas se dio a conocer este pasado viernes. La formación retocará su Código Ético para poder expulsar a militantes que consuman prostitución, haciendo referencia a los "impresentables audios" entre José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García Izaguirre.

En cualquier caso, Sánchez ha asumido la responsabilidad de los actos del exministro de Transportes y del último secretario de Organización, al no haber identificado a tiempo sus prácticas. "Hemos cometido errores, no somos perfectos, somos seres humanos. Yo el primero y el mayor de todos ha sido confiar en quien no debía", indicaba al final de su alocución, asegurando que su compromiso contra la corrupción es "total, absoluto" y "venga de donde venga"; estableciendo una diferenciación clara con el Partido Popular. 

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