El dirigente del Partido Socialista, Francisco Salazar, era uno de los tres perfiles que acompañarían a Rebeca Torró en la nueva estructura de la secretaría de Organización. El Comité Federal de este sábado iba a ratificar su nombramiento, así como los de Rebeca Torró, Ana Mateos, Borja Cabezón, Montse Mínguez y Enma López -estas últimas para la portavocía orgánica-. Sin embargo, una información publicada por eldiario.es que recoge varias acusaciones de compañeras de Salazar por comportamientos inadecuados han cambiado las cosas. El propio dirigente del partido ha solicitado a la Ejecutiva su renuncia y apartado tras conocer las últimas publicaciones.
Fuentes del PSOE informaban mientras se reunía la Ejecutiva Federal de que Francisco Salazar había solicitado a la dirección del partido la apertura de diligencias previas “sobre las noticias conocidas esta mañana” adelantadas por eldiario.es. El que formaría parte del nuevo equipo de Organización, bajo el mando de la valenciana Rebeca Torró, ha pedido “ser apartado de sus funciones actuales en la Comisión Ejecutiva Federal”.
Asimismo, indican que la Ejecutiva iniciará estas diligencias, con carácter inmediato, aunque precisan estas fuentes que en el Partido Socialista “no constan denuncias al respecto en ninguno de los canales habilitados”. Por el momento, queda en el aire ese puesto en la nueva estructura de Organización a la espera de lo que decida el Comité Federal, que se celebra tras la conclusión de la reunión de la CEF.
Voces críticas
Antes de que se comunicara la decisión de Salazar, la que fuera vicesecretaria general del PSOE Adriana Lastra, actual delegada del Gobierno en Asturias, se ha mostrado en contra de que se consumase el nombramiento del nuevo adjunto a la Secretaría de Organización, después de las informaciones publicadas. Tanto ella como el resto de integrantes de la federación socialista asturiana que han participado en el Comité, consideran que la designación no se debería llevar a cabo.
En cambio, otros dirigentes como la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y líder del PSPV, Diana Morant, o el secretario general del PSOE de Cantabria, Pedro Casares, también han deslizado la necesidad de que el partido debería mover ficha y tener en cuenta estas acusaciones, que señalan a Salazar como autor de comportamientos de acoso contra mujeres de su entorno laboral.
Sin embargo, la secretaria general del PSOE de Aragón y ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, defendía a Salazar al indicar que, desde su experiencia, es una persona “íntegra” a la que conoce desde hace mucho tiempo. En este sentido, añadía a su llegada a la sede del PSOE, que es una persona “íntegra” a la que conoce desde hace mucho tiempo, agregando que varios colaboradores del dirigente andaluz en Moncloa han trabajado con ella en su departamento.
Repercusiones en Moncloa
Según han expuesto fuentes del Gobierno, Salazar ha solicitado también ser apartado de manera provisional de sus responsabilidades de Coordinación INstitucional de la Presidencia, tras las informaciones publicadas por eldiario.es. La Secretaría General de la Presidencia ha activado los mecanismos para esclarecer los hechos conocidos esta mañana y determinar "si procede la activación del protocolo de actuación frente al acoso sexual y por razón de sexo", tal y como se establece la Administración General del Estado.
Estas mismas fuentes, como también ocurría en el plano orgánico, han asegurado que "ningún empleado o empleada" ha solicitado la activación del protocolo, como tampoco se ha tenido conocimiento de ningún hecho o comportamiento verbal o físico de naturaleza sexual que pudiera ser constitutivo de una actuación degradante, ofensiva o intimidatorio en la Presidencia del Gobierno" que pudiera afectar al propio Salazar.