Paula Bonet es una pintora y autora rebosante de inquietud, y de una incuestionable necesidad de seguir aprendiendo. Durante un tiempo pensaba que pintar, “era concebir una imagen, hacer uso de mis habilidades técnicas y construirla”, como una especie de culminación hierática. Sin embargo, a día de hoy entiende que “la pintura es una búsqueda”. A su parecer, se trata de un viaje a cuyo destino no quiere llegar, una investigación que nunca va a terminar, y que no hace más que poner en relieve esas verdades, que a veces no nos atrevemos a asumir. 

Lo mismo le sucede con la literatura. Desde muy temprano comprendió que tanto el pincel necesita a la pluma, como la pluma necesita el pincel. De hecho, cree que sus habilidades pictóricas han mejorado desde que puede incorporar en su trabajo la abstracción que le da la palabra. Considera que ambas disciplinas le permiten conocerse mejor y se alimentan beneficiosamente dentro de su caos como autora. “Cuando puedes usar la palabra, pero también puedes usar la plástica, aparece ese espejo en el que no quieres mirarte, y por el que acabas resolviendo cargas que eran un lastre en tu vida”, subraya. 

La colectividad para desarrollarse como autora

Paula Bonet bebe a su vez de muchas vertientes y autoras diferentes. Desde ese lugar seguro, al que su amigo, Aitor Saraiba, bautizó como 'la madriguera', nos muestra una pared llena de mujeres creadoras, referentes y, lamentablemente, olvidadas. 

“El problema de la pintura es que todavía es más inaccesible, o lo parece. Entonces aparecen de repente figuras como Isabel Santaló y la conocemos una vez ya está muerta, porque es el propio sistema, que es lo que sucede siempre, primero la aplaude y luego la silencia”. 

Entre ellas, está Chimamanda Ngozie Adichie, autora africana contemporánea, conocida por su obra, “Todos deberíamos ser feministas” o la chilena, Roser Bru, fallecida en 2021.  De ésta última, Paula Bonet, nos pone de ejemplo su obra 'Cariátides', mujeres columna que todo lo aguantan, y lo hace para recalcar el deber que nos corresponde, de buscar a más mujeres referentes y no solo a las contemporáneas. 

"Lo que tenemos que hacer es trabajar y construir la igualdad, no volver a ese individualismo que es tan tóxico”

Bonet considera que es importante “hurgar en autores y autoras, que se han entregado, como Isabel, o Roser Brue, a la vida a través de su arte y no están teniendo la presencia que deberían tener”.  Es consciente de que todavía queda mucho camino por recorrer, pero no quiere que este discurso se imponga en su obra. Para ella, la mejor manera de destruir el patriarcado es escribir y desarrollarse como pintora, “lo que tenemos que hacer es trabajar y construir la igualdad, no volver a ese individualismo que es tan tóxico”.

'La madriguera' de Paula Bonet

Paula Bonet, describe 'la madriguera' como ese lugar seguro, ajeno de la mirada “hetero patriarcal masculina y tóxica”. Se trata de un taller de grabado, que también funciona como refugio para muchas mujeres en el que las culturas se intercambian, además de tener un vínculo muy estrecho con América latina

Paula Bonet ha llevado sus talleres por todo el mundo convirtiéndolos en una experiencia intergeneracional y enriquecedora para muchas mujeres © Paula BonetPaula Bonet ha llevado sus talleres por todo el mundo convirtiéndolos en una experiencia intergeneracional y enriquecedora para muchas mujeres © Paula Bonet

“Que una chica de 20 años trabaje mano a mano con una señora de 60, es muy enriquecedor e importante”

Actualmente, son grupos grandes de alumnas de todas las edades, clases sociales y distintas nacionalidades. “Que una chica de 20 años trabaje mano a mano con una señora de 60, es muy enriquecedor e importante”.  De hecho, en ocasiones, mientras trabajan suceden revelaciones, en las que se sinceran y cuentan experiencias difíciles y algunas muy dolorosas. Pero gracias al apoyo de sus compañeras, a la palabra y a la plástica, varias han sido capaces de sincerarse y llenarse de coraje, e incluso algunas “han acabado en comisaría poniendo una denuncia y pasando por un juicio”. Este componente social, el de cuidarse las unas a las otras es, a su parecer, el mayor tesoro de la madriguera.

“Somos rigurosas con las técnicas, pero permitimos que las historias que cada una guarda en lugares oscuros, puedan salir a la superficie y que las otras no las juzguen, sino que les den herramientas para sostenerse y liberarse de ellas. Eso es algo que yo no hubiera podido imaginar nunca, y que se da al entender que una tiene que apartarse para que otras puedan desarrollarse y vivir a través de su obra y hacer más rica la vida de las otras”, explica orgullosa de lo ya logrado y lo que queda por lograr, dentro de 'la madriguera'. 

Paula Bonet, en Egipto en una imagen  de su álbum personal © Noemí ElíasPaula Bonet, en Egipto en una imagen  de su álbum personal © Noemí Elías

Una viajera sin precedentes

Paula Bonet empezó a viajar con 21 años, siendo plenamente consciente de esa necesidad de salir de tu zona de confort para enfrentarte a diferentes realidades que te enriquezcan. Nos confiesa que, para ella, cada viaje es “respirar de otra manera” y citando a Rafael Chirbes, declara que, “por esos momentos justos, merece la pena todo el ajetreo”.

Para Paula Bonet, cada viaje es "respirar de otra manera"

Entonces, decide interrumpir su propio discurso para hablarnos de uno de los últimos viajes a Pompeya con 'la madriguera'. Dice que vieron una mancha en un muro hecha hace más de 2000 años, y que “tenía mucho más actual que las imágenes que ahora estamos consumiendo” (término que aborrece, pero que en este caso la favorece). Asimismo, describe también un busto que vieron como “un momento de iluminación, al ver el gesto de alguien que lleva muerto tanto tiempo y que está más presente que quizás, una persona que ves por la calle o con la que convives”. 

Además, nos comenta que desea hacer pronto un viaje en tren con 'la madriguera'. Es el medio de transporte que más se usa porque, considera que, dentro de un vagón o coche “puedes encontrar el silencio formando parte de una multitud”. Le gusta quedarse sin batería en el móvil, para poder escribir tranquila en el ordenador y mirar por la ventanilla, “cuando paso por Monegros, Huesca, hay algo ahí muy espiritual e interesante de entender el paisaje, de entender que muchas veces la belleza no está en el exceso o en los fuegos artificiales, sino que está en la austeridad”. 

Del banco de madera a la habitación propia

El interés de Paula Bonet por la pintura y el arte, es prácticamente innato. Creció moviéndose por la enorme tienda de muebles de sus padres, pero, sobre todo, rodeada de madera y botes de pintura, disolventes y cola, que su abuelo tenía en el taller. De él todavía conserva un banco de carpintero, ya que para ella sigue siendo una figura o pilar fundamental, a quien recuerda y admira. 

"Mi abuelo era un modelo de buscar lo que ahora se llama una habitación propia”

Desde un lugar de nostalgia y cariño, nos cuenta como solía observarle, mientras trabajaba encerrado en su mundo. “Me daba la sensación de que era la única persona de mi familia que tenía algo muy precioso y que era bastante inaccesible, mi abuelo era un modelo de buscar lo que ahora se llama una habitación propia”. 

Término que describe como un espacio de silencio, un sitio seguro y privado donde puede hacerse preguntas mientras desaparece entre lienzos, telas, acuarelas y/o colores… 

Nos confiesa que se siente afortunada por haber tenido el apoyo de su familia desde bien temprano, aunque en un principio les costó asimilarlo, asegura que en estos oficios tan inestables es muy importante tener ese sustento emocional. 

Los sueños por cumplir de Paula Bonet

Para Paula Bonet, el hecho de poder pintar ya es un sueño en sí. Recuerda que cuando empezó le hablaban de éxito, una palabra que no le gusta y que considera que hay que analizar y reconstruir desde otro sitio. “Mi trabajo se estaba haciendo conocido por todo lo que yo preferiría que no se conociera, de hecho, ahora entraría a internet y borraría todas esas imágenes que me dieron a conocer. Me colocó en ese lugar tan terrible como autora, que es un punto de mira, de alguna manera lo que sucede más allá de lo que tú has hecho te condiciona como autora y creo que eso es un gran problema y un gran obstáculo”. 

"Si estoy bien conmigo misma, puedo estar bien con los demás"

Por todo ello, de cara al futuro, sólo le interesa seguir desarrollando su arte y sus inquietudes como autora para agrandar su “habitación propia”. Declara que si sigue pintando ella estará bien y, por ende, si está bien consigo misma, puede estar bien con los demás, “ser una buena pareja, buena tía, buena maestra… y, en definitiva, cuidar a las personas que tengo más cerca y a las que quiero, eso es lo que realmente me importa”. 

Biografía de Paula Bonet

La pintora y escritora, Paula Bonet, nació en 1980 en Villarreal, Castellón y actualmente está afincada en Barcelona. Es licenciada en Bellas Artes por la Politécnica de Valencia, en la especialidad de pintura y completó su formación en Santiago de Chile, Nueva York y Urbino, Italia. 

Su trabajo se centra en la pintura al óleo, el grabado y la escritura. Ha realizado exposiciones en muchos lugares del mundo, Santiago de Chile, Barcelona, Madrid, Oporto, París, Bélgica, Londres, Miami, México, Valencia y Urbino. 

Asimismo, ha publicado una decena de libros, entre los que destacan, 'La Sed' (Lunwerg, 2016), 'Roedores | Cuerpo de embarazada sin embrión' (Literatura Random House, 2018) y 'La Anguila' (Anagrama, 2021). 

Además, publica con carácter quincenal y dominical, en la columna de opinión dentro de la sección de cultura del diario, El País.

Las entrevistas de 'El Tren de la Cultura'

Paula Bonet se suma de esta manera a la serie de entrevistas audiovisuales audiovisuales que integran 'El Tren de la Cultura', un proyecto de ElPlural, en colaboración con Renfe y la productora audiovisual Tresimedia para viajar al interior y el entorno de diferentes personalidades del mundo de la creación. La actriz y presentadora de televisión Paula Vázquez, la cocinera Lucía Grávalos, el arquitecto César Portela, el dramaturgo y guionista Guillem Clua, el fotógrafo Jordi Sarrà, el bailarín Chus Western, los cineastas Benito Zambrano y Manuela Burló, la actriz Berta Castañé, la diseñadora Celia B, la cantante y compositora Alice Wonder, el grupo punk La La Love You, el artista multidisciplinar Okuda San Miguel y el actor Raúl Tejón son el resto de protagonistas de este apasionante recorrido.

Además de Renfe, han colaborado con nosotros en este apasionante proyecto el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de EspañaCulturaPress y la asociación de compositores Musimagen.

Las entrevistas se han grabado en lugares emblemáticos para cada uno de los artistas y creadores que han accedido a compartir con nosotros sus vivencias, al igual que ya hicimos con los escritores que entrevistamos para Vivir, Viajar y Leer. Entonces, nuestros protagonistas fueron Luis García MonteroCarme ChaparroMáximo HuertaSusana GisbertMikel SantiagoOriol NolisMaría ZaragozaEva OrúeClara Sánchez y Alice Kellen y recorrimos diferentes puntos del territorio nacional: desde los molinos de Campo de Criptana al histórico Teatro Montecarlo de Buñol pasando por El Retiro de Madrid o la Albufera de Valencia.