Luis García Montero es nuestro último protagonista de 'Vivir, viajar y leer', un proyecto audiovisual que hemos hecho en colaboración con Renfe y Tremendoestudio. El escritor y director de Instituto Cervantes nos ha hablado de su infancia para recordar cómo llegó la poesía a su vida: “Mi padre leía en voz alta sus poemas preferidos, una antología que teníamos en casa con las 1.000 mejores poesías de la lengua española. Nos leía La canción del pirata de Espronceda, Romances del Duque de Rivas. Después tuve un buen profesor de literatura en el colegio de los Padres Escolapios de Granada. Un día bajó un tocadiscos a clase y nos puso el disco que un joven cantautor acababa de grabar sobre poemas de Antonio Machado (Serrat). Con dinero que me dio mi abuelo me compré su primer disco”.

Cuando García Montero habla de poesía, lo hace con pasión y explica cómo se ha configurado en un modo de vida: "El mundo que diseñé para vivir en él y sentirme amparado, es uno que entiende la poesía como un modo de conocimiento. Preguntarme qué digo cuando digo ‘soy yo’, ‘soy hombre’, ‘te quiero’ o ‘nosotros’ y mi relación con el mundo para pasar de la sinceridad a la verdad”.

"Los totalitarismos y las barbaries tienen como primer enemigo a la cultura

Asimismo, el poeta es una persona que siempre ha mantenido una posición política progresista y nunca ha dudado a la hora de defender la bandera de la libertad y la justicia social: "Los totalitarismos y las barbaries tienen como primer enemigo a la cultura. La mejor manera de tratar a la gente como a un rebaño que se puede manipular es no educándolos porque la cultura genera conciencia crítica. Además, desde la dictadura franquista, los españoles invertimos poco en cultura. Me molesta tanto que cada vez que el Estado invierte en cultura haya alguien que dice ‘pesebrismo’, ‘se están comprando voluntades’, ‘están invirtiendo en los suyos’… Es una triste realidad”.

"Saberse débil, que uno tiene que cuidar y ser cuidado es una parte fundamental de una historia de amor y también de una historia social"

Tras la muerte de su esposa, Almudena Grandes, Luis García Montero escribió Un año y tres meses, una obra que gira alrededor de la enfermedad de la escritora: “Se llama así porque a ella le detectaron la enfermedad después del confinamiento. Un 20 de septiembre de 2020. Murió un año y tres meses después, en noviembre del 2021. Escribí sobre la enfermedad mientras ella estaba enferma. Junto al dolor, la poesía me fue descubriendo la importancia de los cuidados, la buena parte que forman, el saberse débil, que uno tiene que cuidar y ser cuidado y que eso forma una parte fundamental de una historia de amor y también de una historia social. Convivimos para ser cuidados”.

A continuación, García Montero habla sobre el amor que ambos vivieron: "Hay gente que no lo ha hecho o que ha tenido la suerte de conocer el amor, pero morirse sin estar enamorado. Y en este libro, después del dolor y pasado el tiempo, aprendí a comprender el privilegio que había sido poder cuidar y sentirme cuidado por la persona que quería. Cuando estás en una enfermedad, si tienes un mal día de preocupación y miedo, intentas ocultarlo para no contagiárselo al otro. Y eso lo hace el que cuida, pero también quien está siendo cuidado. Porque no quiere contagiarte el miedo de su muerte cercana”

Asimismo, el intelectual reflexiona sobre qué ha aprendido de un momento vital tan duro: “He aprendido del poeta Joan Margarit y de su libro Animal de bosque que escribió mientras moría. Dijo 'me he encerrado con la gente que quiero, con las cosas que me importan para llegar a una paz con la vida y tengo que decir que el año de mi muerte sea quizás uno de los más felices de mi vida'. Lo viví desde la otra orilla, del que cuida, del que asiste a la muerte del otro y ahora, pasado el tiempo, le doy la verdad a Joan. Creo que uno de los años más imborrables de mi vida será el año en el que pude cuidar y compartir esta experiencia con la persona de la que he estado y sigo enamorado”

La última novela de Almudena fue su "refugio, como una tabla de salvación"

También hace un análisis sobre el libro que Almudena Grandes escribió durante ese proceso y que él tuvo que dar el toque final: “Almudena trabajaba en una serie de episodios históricos de una guerra interminable. Pero llegó la pandemia. Y la impactó tanto que decidió interrumpir la redacción del último episodio para escribir una novela en la que poder darle respuesta a la pandemia. Siempre había dicho que la literatura era una parte fundamental de su vida porque el mejor premio que puede tener un escritor son sus lectores. Formar parte de la vida de la gente y su educación sentimental. La redacción de esta novela era un refugio, como una tabla de salvación. Se agarraba a la vida y se sentía vivir. La estuvo escribiendo durante toda la enfermedad. Le faltaba el último capítulo de la tercera parte de la novela. En las últimas conversaciones, cuando ya se veía el final, me dijo: ‘me queda el último episodio, ahí tienes los cuadernos, quiero que hagas hincapié en que la esperanza es una voluntad de resistencia y quiero que acabe con un final esperanzador…' La acabé intentado ser coherente con la historia de Almudena, pero sin querer hacer literatura".

Puedes visualizar la entrevista completa en este link.

'Viajar, vivir y leer'

Luis García Montero pone fin al primer ciclo de entrevistas de la sección Viajar, vivir, leer, un proyecto audiovisual en colaboración con Renfe y Tremendoestudio, por el que han pasado Carme ChaparroMáximo HuertaSusana GisbertMikel SantiagoOriol NolisMaría ZaragozaEva OrúeClara Sánchez y Alice Kellen.  Las entrevistas han tenido lugar en diferentes puntos del territorio nacional y cada ambientación ha sido cuidadosamente elegida en virtud del escritor elegido. Desde los molinos de Campo de Criptana al histórico Teatro Montecarlo de Buñol pasando por El Retiro de Madrid o la Albufera de Valencia.