Entrevistamos al periodista, escritor y exministro de Cultura, Máximo Huerta, un hombre pausado, profundo y reflexivo, que ha presentado este año Adiós, pequeño, una novela autobiográfica que gira alrededor de la figura de su madre. A lo largo de la conversación, Huerta hace un recorrido por su vida profesional como periodista: "Llego al periodismo por casualidad. Buceando en mi casa, en mi mesa de toda la vida, he encontrado muchos cuentos. De hecho, me he encontrado a mi profesor, don Melchor, que me ha recordado cuando llegaba al colegio con un cuento y yo preguntaba si podía leerlo. La afición de escribir viene antes de la de periodismo. Pero entendía que era la única cosa cercana a contar historias. Y, de hecho, lo es".

Sin embargo, su pasión es la escritura. Y cuando habla sobre ella, solo queda escucharle: "Escribo para que nada se olvide porque los recuerdos están para conservarlos. Es lo que te hace ser lo que eres hoy. Uno es la construcción de todo lo que ha vivido, visto, disfrutado, escuchado, saboreado. Escribo para que las cosas se queden. Y si, de alguna manera, permanecen en algún libro, biblioteca o casa, bienvenido sea”.

"El carácter de Buñol es absolutamente sencillo, de tabla rasa, anula cualquier efecto de ego a los demás"

El escritor ha ejercido ese viaje vital que es la vuelta a casa. Muchos se han visto en esa encrucijada. Volver al lugar donde creciste. Donde aprendiste. Y que tantos recuerdos despierta. Según Huerta, "el carácter de Buñol es absolutamente sencillo, de tabla rasa, anula cualquier efecto de ego a los demás". "De hecho, este pueblo tiene muchísima ironía para burlarse de las vanidades ajenas. Y es un pueblo con un entorno tan bonito, tan verde. Un valle con muchísima cultura, con muchísima historia. Hace que, de alguna manera, aunque tú no quieras, eso te arrolle", reflexiona.

Su vida le llevó a la gran capital, Madrid. Y los viajes fueron una constante. Ahora, ve aquel momento con cierta nostalgia: "El tren es absolutamente inspirador. Y en el que viajaba, donde me hacía 5 horas Buñol-Madrid en cercanías, sin enchufes, sin bar, sin más asunto que unos papeles, un bocadillo de tu madre y unos cuantos libros. Y yo me hacía esas 5 horas a Madrid, estudiaba y me venía dos días después a Buñol. Escribía mucho en el tren porque no había más opción que un walkman. Los únicos dispositivos que había era la máquina del tiempo, que es un libro, y mi libreta".

“La pandemia ha sido como si un terremoto te mueve las placas tectónicas y te descoloca todo"

La vuelta a casa vino marcada por el coronavirus. Un hecho que cambió radicalmente su vida: “La pandemia ha sido como si un terremoto te mueve las placas tectónicas y te descoloca todo. He cambiado de ciudad, de idioma también. He tenido que volver a casa y he tenido que volver a la cama pequeña. Volver al pueblo del que huiste porque se te quedaba pequeño y porque creías que todo estaba en Madrid y que en tu pueblo no iba a pasar nada. Te creías tan orgulloso de que se te había quedado pequeño, esa gran frase que nos pasa incluso con algunos medios de 'es que se me ha quedado pequeño y necesito crecer más'. Bueno, son estados vitales. Volver es muy reconfortante".

La entrevista ha sido grabada en un entorno mágico, el Teatro Montecarlo de Buñol. Un espacio imprescindible en su vida: "Es el epicentro de mi infancia. Es un poco Cinema Paradiso y yo soy el Salvatore que 30 años después vuelve a su pueblo. Pero, el pequeño Maxi se colaba en las ventanas de este teatro. Unas que hay arriba, que están detrás de los cabezones, que son unas ventanitas de metal. Hay una terraza que mucha gente no conoce y mi amigo Carlos, el hijo del director de la banda, vivía allí. Y abríamos la ventanita un poco y por allí veíamos las películas, incluso, prohibidas".

"Mi madre jamás se pudo poner un vestido rojo porque mi padre no le dejaba"

La figura de su madre es imprescindible. Emociona verle hablar de ella y la vida que tuvo y no le dejaron tener: "Mi madre jamás se pudo poner un vestido rojo porque mi padre no le dejaba. Y eso ha pasado en muchas casas. Y entonces, ahora, cuando mi madre se siente protagonista de una novela, y que le llamen y le digan: 'Estoy viendo tu historia por ahí, estoy viendo la novela en todos sitios, es la más vendida, está entre el top ten, la gente la valora, están las firmas llenas'. La vida que le he dado a mi madre, de pronto, sin quererlo, y a todas esas personas que llegan de edad parecida, o hijos, o nietos, que encuentran a sus abuelos en la novela, remueve mucho. El día que nací yo, murió mi madre. Porque antes era una mujer viajera, libre, se iba a hacer cursos de cerámica, a estudiar, deportes por todo el país. De hecho, yo me he ido enterando de su vida porque he llegado a estar en una ciudad, y digo: 'Estoy firmando en Irún'. Y me dice: 'Ah, yo viví por ahí'. Te quedas sorprendido".

Sobre Adiós, pequeño, reflexiona así: "Es una novela que nace sin buscarla, que aparece, que yo estoy cuidando a mi madre, en mi casa, mirándonos frente a frente. Y de esa, entiendo, última conversación que puede haber serena entre madre e hijo, solos en una casa, 30 años después, volviendo al pueblo, empiezo a escribir. Nace del miedo a la muerte. De pensar que todo se irá y que no quedará nada. Sin pensar que será una novela que acabaré terminándola y mucho menos que la presentaré a un premio. La novela me invade. Y yo entiendo que hay novelas que ya están dentro de ti, que llevan toda la vida contigo, que están dentro y lo único que haces es traducirlas y pasarlas. Eso ya lo decía Proust, que hay novelas que están dentro de uno, y hay un momento en el que tú lo único que haces es traducirlas. Siempre rondo a la familia y mis novelas dan vueltas a lo mismo. Las familias felices, las infelices. Y esta novela, nace de ese miedo, de ese miedo a la muerte”.

Puedes visualizar la entrevista completa en este link.

'Viajar, vivir, leer'

A través de un producto audiovisual cuidado y, en colaboración con TremendostudioElPlural.com presenta Viajar, vivir, leer, una serie de conversaciones íntimas con prestigiosos autores como Carme ChaparroMáximo HuertaSusana GisbertMikel SantiagoOriol NolisMaría ZaragozaEva OrúeClara Sánchez y Alice Kellen Luis García Montero. Las entrevistas han tenido lugar en diferentes puntos del territorio nacional y cada ambientación ha sido cuidadosamente elegida en virtud del escritor elegido. Desde los molinos de Campo de Criptana al histórico Teatro Montecarlo de Buñol pasando por El Retiro de Madrid o la Albufera de Valencia.