César Portela (Pontevedra 1937), es un arquitecto gallego con una impecable y dilatada trayectoria. A lo largo de su vida ha realizado trabajos por todas partes del mundo, y ha servido de referente para futuras generaciones. Ha proyectado intervenciones en el espacio público, ha sido profesor en numerosas universidades, y ha recibido distinciones y honores de diversas instituciones nacionales e internacionales. Es por este motivo, por el esfuerzo, la entrega y la solidez de su carrera que, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España (CSCAE), le ha otorgado este año la Medalla de Oro. Esta distinción es la más importante de cuantas concede la profesión en nuestro país, con el fin de reconocer a personas o entidades que hayan contribuido de forma significativa en el quehacer arquitectónico.

La exigencia de los premios

Según Portela, se trata de un reconocimiento que no esperaba, y recalca que un premio tiene una doble cara: “Por un lado es un reconocimiento a tu trabajo, algo que en una profesión como la arquitectura, agradeces mucho y es un estímulo para seguir trabajando en esa línea y tratar de mejorarlo. Pero por otro lado, tiene un aspecto exigente. Cuando te dan premios como la Medalla, ya no puedo hacer ninguna obra que sea una tontería, porque no podía antes, pero ahora de ninguna manera”. Yendo más allá, sostiene que el auténtico premio para un arquitecto es la satisfacción del cliente. “Encontrarte con una persona con la que tuviste algo que ver en una obra y te estima, es muy importante en la arquitectura”.

“Creo que tenemos que aprender a aprender en todas partes”

Quedamos con él en su despacho, donde nos mostró todo tipo de recuerdos con forma de maquetas, fotos y dibujos. La ilusión que desprende de sus palabras es admirable. A sus 86 años, César Portela, sigue manteniendo un espíritu jovial y, según nos cuenta, sus ansias por el conocimiento “ no han hecho más que empezar”. Considera que, las experiencias de sus viajes le han regalado algo muy importante y es que, “hay que aprender a aprender en todas partes”. 

Asegura, que esto mismo fue lo que intentó transmitir a sus alumnos durante sus días como profesor. Una etapa que recuerda con mucho cariño y responsabilidad. Es más, recalca que pensaba, “les estoy ocupando la cabeza a estos chavales una hora de su vida y tengo que aprovechar para contarles cosas buenas”. 

El Museo do Mar (Vigo) es obra de César Portela
El Museo do Mar (Vigo) es obra de César Portela

La arquitectura para César Portela: un arte al servicio de la sociedad

Portela se ha esforzado mucho a lo largo de su carrera para mentalizarse de que cada trabajo tiene un comienzo y un final diferente. Considera que, “la arquitectura es arte y técnica al servicio de la sociedad, a la vez que expresión de quién o quienes la realizan”, y nos confirma que, “en cada proyecto tienes que empezar de cero”. No obstante, sí que existe una máxima que cumple siempre con todas las obras por igual y es que, “no la haces para ti, la haces tú”. Confiesa que, de todos sus trabajos, las viviendas unifamiliares son la arquitectura de la que más orgulloso se siente, “y eso que es lo menos conocido de mi obra”, explica mientras ríe. 

“La profesión de maestro es la más bonita, te ayudan a formarte y a vivir”

Por otro lado, pese a que la arquitectura sea muy importante para él, sostiene que hay dos profesiones que tienen más responsabilidad y que son más necesarias. Portela, considera que, “la profesión de maestro es la más bonita, te ayudan a formarte y a vivir”. Y después la medicina, “la primera casa que habitamos los humanos es nuestro cuerpo, la salud es muy importante, sin ella el cuerpo se va al garete”. 

La buena arquitectura

Para César Portela la buena arquitectura es “hacer más y mejor con menos medios”. Considera que “juzgamos las obras de los arquitectos pero hay que juzgarlos también por las que no realizan, por las que se negaron a hacer”. Es más, entiende el espacio como un súper objeto, “la buena arquitectura siempre enriqueció el territorio”. 

Nos comenta el problema actual respecto al cambio climático, y hace un llamamiento a la “arquitectura popular”. Recalca que, “antes la gente cuando se hacía su casita metían las cuadras de vacas debajo para que calentarán la parte de arriba donde dormían”. Y asegura que ahora no tiene intención de hacerle eso a ningún cliente a quién le construya una vivienda, pero recalca que la gente del campo aprovechaba todo. “Yo creo que esta arquitectura estaba pensada para resolver todos esos problemas”. 

Admite y confirma que siempre ha intentado ser muy respetuoso con el territorio, probablemente, dice, por haber nacido en Galicia. Con nostalgia, nos habla de su amigo Aldo Rossi, recordando su teoría fundamental sobre la arquitectura de la ciudad, que tuvo mucha incidencia dentro del mundo de la arquitectura. Sin embargo, él ha ido más allá, consolidando lo que llama “la arquitectura del territorio, que reconoce que la ciudad es una parte de ese territorio pero no la totalidad”. 

El vanguardista palacio de exposiciones y congresos Palexco (A Coruña), está ubicado a orillas del mar
El vanguardista palacio de exposiciones y congresos Palexco (A Coruña), también obra de César Portela, está ubicado a orillas del mar

Una larga formación a caballo entre Madrid y Barcelona

César Portela tuvo la oportunidad de formarse en dos escuelas, algo por lo que se siente agradecido ya que “cada una tenía profesores diferentes”. Gracias a ello, pudo formarse de la mano de reconocidas figuras dentro del mundo de la arquitectura, como por ejemplo Alejandro de la Sota, o Javier Saénz de Oiza. Y en Barcelona con José Antonio Coderech, Federico Correa y Juan Bassegoda, entre otros.

Para él, fue un gran esfuerzo. Primero porque, en aquel momento, los recorridos en tren podían llegar a durar hasta 38 horas. Pero no le importaba, disfrutaba del paisaje y de la gente que conocía durante el trayecto. Y segundo, porque, “arquitectura y caminos eran las carreras más difíciles. Tuvimos que hacer dos años de ciencias exactas, y nosotros los arquitectos nos inclinamos más a la cosa artística que a la cosa científica”. Sin embargo, admite que le dedicaba mucho tiempo a estudiar ya que, “tenía en cuenta que era un esfuerzo que mis padres estaban haciendo”. 

“Cada día que te levantas es una nueva oportunidad para que aparezca un nuevo sueño”

César Portela insiste en que, siempre que tuvo alguna idea en mente, intentó crearla con esfuerzo y sudor, sin dañar a nadie. Por ello, considera que ha cumplido ya sus sueños fundamentales y, con orgullo, recuerda tanto sus viajes, como sus trabajos en cuatro continentes. Aunque, al mismo tiempo  advierte que, probablemente, le quede todavía alguno por cumplir porque “cada día que te levantas es una nueva oportunidad para que aparezca un nuevo sueño”.

¿Quién es César Portela?

César Portela nació en Pontevedra, en 1937 durante el periodo de Posguerra, una época de peliaguda situación económica en el país. “No teníamos bolas, todo lo fabricábamos los chavales, eso es muy importante porque ahora, la gente joven lo compra todo, pero antes lo hacíamos nosotros”. Uno de los juguetes que recuerda con más cariño es un caballo de madera que construyó con su padre, Agustín Portela Paz. “Todos los chavales del barrio se montaban”.

Pese a las estrecheces de esa época, el gallego rememora su niñez como una “infancia maravillosa”. Entonces íbamos a clase, jugábamos un partido a media mañana y cuando no llovía mucho, nos íbamos a bañar al Río Lérez. Todo Pontevedra era un campo de juego”, afirma. 

Estudió en las Escuelas Técnicas Superiores de Arquitectura de Madrid y Barcelona, donde pudo aprender de la mano de grandes figuras contemporáneas del mundo de la arquitectura. Tan sólo dos años después de graduarse obtuvo el título de doctor. 

Ha realizado trabajos en muchos lugares del mundo. A lo largo de su dilatada carrera, destacan obras de edificación, como su primer proyecto, un Patronato de Viviendas en Campañó, Pontevedra (1970); Estación de Autobuses de Córdoba, (1994), con la que ganó el Premio Nacional de Arquitectura Española en el año 1999; la Biblioteca y Auditorio en Sevilla, (2006); el Faro de Punta Nariga  en Galicia, (1990) ; el Cementerio Municipal de Fisterra en Galicia (1998); la Terminal de Aeropuerto, (2009) y el Museo del Mar de Galicia, (1992), ambos en Vigo, Galicia; el Puente Azuma en Shinminato, Japón, (1992); el Museo Etnográfico de Togamura en Japón, (1992); y la Torre de Control Sharm El-Sheik (2010) en Egipto, entre otras. Aunque considera que dentro de su extensa obra, “de lo que más orgulloso se siente es de las viviendas unifamiliares”.

Asimismo, Portela valora mucho la docencia, considera que es “la profesión más bonita”. Ha sido Profesor Invitado en Universidades e Instituciones nacionales e internacionales, destacando, la Escuela Superior de Arquitectura de Pamplona, Nancy, Caracas, Lisboa, Weimar…. Ha dirigido también Seminarios y Talleres de arquitectura, entre ellos la colaboración con Aldo Rosi en Santiago de Compostela (1974); los Talleres Internacionales de Arquitectura de Nápoles, Sevilla, Barcelona, Belfort, Caracas, la IV Bienal de Arquitectura de Santander, y más reciente, la dirección del Seminario de Arquitectura de la Universidad Weimar. 

Sus compañeros de profesión le consideran un referente para futuras generaciones tanto en la arquitectura como en el Urbanismo. Ha proyectado intervenciones en el espacio público, entre ellas, El Plan Especial de Intervención en el Pazo de Oca y su entorno, reconocido en 1981 con el Premio Nacional de Urbanismo. A este reconocimiento se suman distinciones y honores de diversas instituciones nacionales e internacionales, como la actual Medalla de Oro que le ha otorgado el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE). Además cuenta con una extensa bibliografía y escritos.

Las entrevistas de El Tren de la Cultura

César Portela es el segundo protagonista de una serie de entrevistas audiovisuales audiovisuales que integran 'El Tren de la Cultura', un proyecto de ElPlural, en colaboración con Renfe y la productora audiovisual Tresimedia para viajar al interior y el entorno de diferentes personalidades del mundo de la creación. La actriz y presentadora de televisión Paula Vázquez, el pintor y escultor Okuda, la compositora y cantante Alice Wonder, el dramaturgo y guionista Guillem Clua, la cocinera Lucía Grávalos, el bailarín Chus Western, los cineastas Benito Zambrano y Manuela Burló, la actriz Berta Castañé, la diseñadora Celia B, el fotógrafo Jordi Sarrà, el grupo punk La La Love You, la pintora e ilustradora Paula Bonet y el actor Raúl Tejón son el resto de protagonistas de este apasionante recorrido.

Relacionado Paula Vázquez: "Vasile me llamó a filas para decirme que no podía salir con pantalón tejano"

Además de Renfe, han colaborado con nosotros en este apasionante proyecto el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de EspañaCulturaPress y la asociación de compositores Musimagen.

Las entrevistas se han grabado en lugares emblemáticos para cada uno de los artistas y creadores que han accedido a compartir con nosotros sus vivencias, al igual que ya hicimos con los escritores que entrevistamos para Vivir, Viajar y Leer. Entonces, nuestros protagonistas fueron Luis García MonteroCarme ChaparroMáximo HuertaSusana GisbertMikel SantiagoOriol NolisMaría ZaragozaEva OrúeClara Sánchez y Alice Kellen y recorrimos diferentes puntos del territorio nacional: desde los molinos de Campo de Criptana al histórico Teatro Montecarlo de Buñol pasando por El Retiro de Madrid o la Albufera de Valencia.