Los vínculos entre la política y nuestra industria televisiva está cada vez más presente con el paso del tiempo. Con motivo de la presentación del Benidorm Fest 2024, Radio Televisión Española (RTVE) invita a la prensa a estar presente en la ciudad alicantina con una invitada de lujo. Sin embargo, las elecciones generales se han convertido en protagonistas cuando la cantante Massiel, quien es amadrinada de esta tercera edición del certamen, estalla como pocas veces antes se había escuchado contra Alberto Núñez Feijóo y Carlos Mazón por los pactos del Partido Popular (PP) y Vox.

Mientras la intérprete hace balance de su carrera en la industria musical con el Festival internacional de la canción como lanzadera clave, Massiel toma la decisión de convertirse en el altavoz de buena parte de los ciudadanos. Dirigiendo su mirada hacia Carlos Mázon, presidente de la Generalitat Valenciana y de significación popular, la cantante pronuncia las siguientes declaraciones completamente imprevisibles. Recordemos que la formación de derechas firmó un acuerdo de gobernabilidad con Vox.

No ha sido la única interpelación directa que hace al mandatario valenciano, sino que también ha añadido: "¿Pero no queremos que esto sea la cuna del turismo? Pues a negociar". Después, ha remarcado: "Yo recuerdo que Feijóo dijo que iba a consultar al señor Sánchez nada más ganar y aquí el partido más votado ha sido el PP, que vaya y que le hable a Sánchez para que se pongan de una puta vez de acuerdo".

La soledad de Feijóo

En Génova se vivió este lunes una jornada de ajetreo. Desde primera hora de la mañana, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, mantuvo encuentros con toda la cúpula de su partido. Reuniones informales que el entorno del jefe de los conservadores envolvió bajo un manto de normalidad. Por la tarde, en su intervención ante la Junta Directiva Nacional de la formación, el candidato a la Presidencia del Gobierno dejó a la vista sus ánimos de intentar una investidura que evidencia la soledad de la fuerza conservadora en el Parlamento, carcomida por sus pactos con la ultraderecha y sin más posibilidades de alianza que la Unión del Pueblo Navarro (UPN). Ni tan siquiera su socio preferente, Vox, ha respondido a su intento por conformar gobierno. Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Coalición Canaria (CC) advirtieron a última hora de la noche su negativa a facilitar una “investidura fantasma” del presidente del PP.

“No voy a renunciar a intentarlo”, manifestaba Feijóo ante la cúpula de su partido en un cónclave para analizar la amarga victoria electoral. El Partido Popular se llevó el triunfo el 23J, pero con sabor agridulce, tras obtener un 33,05% de los votos y 136 escaños. Sin embargo, las opciones para conformar un nuevo Gobierno se le esfuman de entre los dedos y recaen sobre el candidato del PSOE y jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que cuenta en su haber con más aliados que los conservadores. Con todo, en Génova se decidieron el lunes a no tirar la toalla, mientras en Ferraz optaron por echar el cierre por vacaciones y dejar que los conservadores sean quienes muevan ficha primero y se quemen. Y así fue

Feijóo aseguró que desde la misma mañana del lunes abrió contactos con “distintas fuerzas políticas al objeto de conseguir un gobierno estable en España” durante las próximas semanas. Tras un primer acercamiento con el Partido Socialista, el líder del Partido Popular ha informado de que ambos han “quedado en hablar” toda vez concluya el escrutinio final del voto CERA, donde sendas formaciones mantienen la esperanza de arañar algún que otro escaño. Sin embargo, fuentes del PSOE niegan que se hayan emplazado a una reunión. Al menos no en el futuro inmediato, aunque no descartan algún encuentro tras la constitución de las Cortes Generales el próximo 17 de agosto. Los socialistas ya han deslizado que no tienen prisa ninguna por accionar la palanca y dejan toda la responsabilidad a Feijóo para que salte al vacío.

Solo una respuesta

Feijóo advirtió ante su ejecutiva que iniciaba ronda de contactos con formaciones como el PNV, Coalición Canaria, Vox y UPN. Iniciativa que ha caído en saco roto. De todas las formaciones con las que ha contactado, tan solo una no le ha negado el pan y la sal. De hecho, es la única que ni tan siquiera se ha pronunciado o ha desmentido al líder del Partido Popular. A pesar de la enemistad reciente al seducir a sus dos parlamentarios en la pasada legislatura para que votasen contra los deseos de la formación en la votación de la reforma laboral y su posterior adhesión al PP, el líder de los navarros, Javier Esparza, le ha “confirmado ya el apoyo” ante una hipotética investidura.

Los problemas crecen en el jardín de Feijóo al llamar a la puerta del PNV y de Coalición Canaria. En el caso de los jeltzales, el líder del Partido Popular anunciaba una primera toma de contacto con Andoni Ortuzar, líder de los nacionalistas vascos, y que espera “ampliar” en los próximos días. No obstante, éstos han rehusado la invitación de los conservadores dado que “esta operación” lleva implícita la cooperación de Vox para acometerse y esa es una “línea roja” que en Génova han asumido pero que los euskaldunes no están por la labor de traspasar.