El trabajador de El Mundo y simpatizante de Vox Javier Negre tiene un nuevo objetivo: Canal Sur. El conductor de Estado de alarma ha iniciado una ofensiva a través de sus redes sociales para atosigar a la televisión pública andaluza y conseguir hacerse un hueco en la lista de colaboradores del medio. Una cadena que hay que recordar que desde que Juan Manuel Moreno Bonilla lograra hacerse con el poder en la Junta de Andalucía no ha parado de perder audiencia y actualmente se encuentra en mínimos históricos –en abril marcó un paupérrimo 6.9% de share de promedio mensual, según los datos de Kantar Media-, además de acumular cientos de críticas por supuestamente manipular la información a favor del gobierno autonómico. Unas acusaciones que han recibido el respaldo, incluso, de los propios trabajadores.

En concreto, Negre ha interpelado directamente, a través de Twitter, a Juande Mellado, director general de Canal Sur, Rafael Porras, presidente del Consejo de Administración de RTVA, e Isabel Cabrera, directora de contenidos. “A mí como andaluz me da mucha vergüenza y no apoye al Gobierno del cambio para que se vetarse a periodistas constitucionalistas porque mi caso no es el único”, ha criticado este. Un mensaje que llegaba después de que el diario digital 'merca2' afirmara que Mellado, ante los numerosos reproches de la izquierda, haya decidido censurar dos nombres propuestos por Vox para las tertulias: Cristina Segui, cofundadora de la formación ultraderechista y recientemente denunciada por el PSOE por “incitación al odio”, y el propio Negre, que acumula decenas de polémicas.

De hecho, tanto Negre como Seguí, dos de los líderes de opinión de los simpatizantes de la extrema derecha, han aunado fuerzas para cargar duramente contra Mellado acusándole de enchufismo, entre otras muchas cosas. “Él es quien veta periodistas andaluces que son referentes del constitucionalismo”, escribía el de El Mundo. Sobre Mellado cabe recordar que fue nombrado director de Canal Sur, sustituyendo de esta manera a Joaquín Durán, hace prácticamente un año, gracias a un acuerdo alcanzado entre PP, Ciudadanos, PSOE, y Vox.