La placa de metal que homenajea el caso de Nevenka Fernández ha sido vandalizada “con ácido” tras el aviso de varios vecinos en la capital berciana que se habían percatado en las últimas horas de su estado. En concreto, la lámina metálica en la que se encontraba el rostro de la concejala de Ponferrada permanecía bajo los efectos de algún producto corrosivo, en el que también se ha visto afectada la infraestructura y el césped anexo bajo la misma placa. El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Ponferrada se plantea abrir una investigación para conocer la identidad de los autores responsables de este acto de vandalismo.

De hecho, las pesquisas podrían revelar a los propios culpables en un periodo breve, pues la zona en la que han sucedido los hechos contaba con varias cámaras de vigilancia, de acuerdo con las informaciones de Infobierzo. Las redes sociales también han ayudado a visibilizar el aspecto de la placa metálica donde los usuarios han destacado la forma en la que amanecía la chapa este miércoles.

La valentía de Nevenka

Tras estos sucesos, la concejala de Igualdad, Bienestar Social e Infancia en Ponferrada, Lorena González, emitió un comunicado oficial para declarar su postura. De esta forma, la concejala lamentaba que “si rociar con ácido una placa con su cara 22 años después son los estertores del odio que despertó Nevenka, imaginaos lo que tuvo que soportar esta mujer hace dos décadas por atreverse a denunciar lo que tuvo que soportar esta mujer hace dos décadas por atreverse a denunciar lo que muchas mujeres vivían calladas desde la culpa y la vergüenza”.

Son estas mujeres las que han cambiado España y las que han logrado que hoy, las mujeres, estemos un poco más protegidas ante estas situaciones”, continúa. “Algunos tenían mucho interés en no homenajear la valentía de Nevenka y el precedente que sentó en este país. Se excusaban en que era algo del pasado y que estaba superado para intentar seguir silenciándolo”, explica González.

Son estas mujeres las que han cambiado España

Pero Lorena recalca que “estará superado cuando, en Ponferrada, no haya gente con calderos de ácido que odian a las mujeres que hablan, denuncian y plantan cara a sus agresores; actos como este demuestran que siguen existiendo grupúsculos violentos que se resisten a un mundo donde, las mujeres podamos decir no”.

No solo la concejala González ha denunciado estos actos, sino también se ha sumado la periodista Ana Pastor, también directora de la docuserie Nevenka en Netflix. “Hay que ser MUY miserable para hacer esto. Ojalá las cámaras de seguridad hayan grabado a quien lo haya hecho. Nevenka sigue siendo una inspiración para mucha gente en España y no podréis manchar su historia”, dice en su cuenta de Twitter.

¿Qué es el caso Nevenka?

El caso Nevenka Fernández supuso toda una revolución a nivel nacional. Fue la primera mujer en atreverse a denunciar públicamente a su jefe por acoso sexual, el entonces alcalde del Partido Popular (PP), Ismael Álvarez, que fue condenado en el año 2002. Una vez terminada la polémica, el edil abandonó el Consistorio y menos de alejarse del mundo de la política, continuó por el mismo camino formando un partido independiente marcado por una estela en la que el exedil negaba juicio tras juicio la existencia del delito sexual.

En 1991, Nevenka Fernández entraba como concejala en el Ayuntamiento de Ponferrada en las listas de los líderes del PP local, que buscaba incorporar a mujeres dentro de sus filas. La economista por entonces estaba cursando un Máster en la capital madrileña, pero se incorporó al equipo en busca de mejorar su carrera política dentro del municipio. Tras meses dentro del Consistorio, la concejala tuvo una aventura con el alcalde y ambos mantuvieron una relación durante un periodo de tiempo hasta que Fernández expresó su deseo de finalizar su etapa sentimental. “Quise cortar, pero él no me dejaba, quería verme a todas horas, tocarme. No lo soportaba y él insistía, me engañaba, decía que quería ser mi amigo y me engañaba, solo quería estar conmigo. Me daba asco”, explicaba Fernández durante la querella que presentó en el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

Quise cortar, pero él no me dejaba, quería verme a todas horas, tocarme

Lo que podría haber resultado en un episodio breve entre una pareja, se convirtió en un infierno para Nevenka. Incapaz de aceptar un ‘no’ por respuesta, el edil comenzó a hacerle la vida imposible a través de contestaciones agresivas frente a sus compañeros, cartas amenazantes, llamadas telefónicas, encerronas en los vehículos e incluso en las habitaciones del hotel. “Mi negativa provocó su acoso. Su actitud de presión se tradujo en notas manuscritas, mensajes en el teléfono móvil, cartas, comentarios verbales que prefiero no reproducir literalmente y un desprecio absoluto hacia mi trabajo y mi persona, mediante descalificaciones, actos y vejaciones que atentaron contra mi integridad física y psíquica”.

La primera en denunciar el acoso sexual ejercido por su jefe y pionera en el camino para que las trabajadoras manifiesten estas prácticas intolerables durante su actividad laboral bajo las bases del machismo y la cosificación de la mujer. Y es que, desde su entrada a la alcaldía, Fernández tuvo que aguantar constantes comentarios sobre su belleza, claramente, sin la repercusión de la actualidad, ya que el caso se produjo en el contexto de finales de los 90. No solo tuvo que aguantar las palabras de los miembros del PP local, sino que también el propio fiscal la sometió a un duro interrogatorio dejando a flote su postura discriminatoria. “Usted no es la empleada del Hipercor a la que le tocan el trasero y tiene que aguantarse porque es el pan de sus hijos”, dijo el magistrado en pleno juicio.

Finalmente, la Justicia le dio la razón en noviembre de 2003 condenando al edil por delito de acoso sexual. Se trata de la primera sentencia condenatoria contra un cargo político por este delito. El fallo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León dictaminaba que Álvarez debía pagar una multa de 6.480 euros y una indemnización a Nevenka de 12.000 euros.