Adecuar el salario mínimo a la "realidad económica". Esta es la premisa que ha llevado al Parlamento del País Vasco a impulsar una iniciativa para elevar su propio SMI hasta 1.400 euros en todo el territorio vasco. Una propuesta acordada por el Gobierno regional y la izquierda que, como era de esperar, ha encontrado el voto en contra de las derechas y que emplaza ahora a la negociación colectiva para adaptar los sueldos de los vascos a la situación socioeconómica de la comunidad autónoma. De esta forma, la Cámara comarcal aplaude la reforma impulsada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez pero pide de forma holgada ampliarlo en su territorio para "garantizar condiciones dignas" bajo el argumento de que la vida es cerca de un 20% más cara que en el resto de España. Pero, ¿sería posible hacer lo mismo a nivel estatal?

El País Vasco da un paso para subir el SMI

Este jueves, el Parlamento Vasco ha dado luz verde a una iniciativa para incrementar el SMI o Salario Mínimo Interprofesional nacional -establecido actualmente en 1.080 euros tras la reforma del Gobierno nacional- y acordar uno propio de 1.400 euros para Álava, Guipúzcoa y Vizcaya con el objetivo de adecuarlo a la "realidad económica vasca". Impulsada por EH Bildu, y con el voto a favor del partido del Gobierno (PNV) y la izquierda, véase PSE y Elkarrekin Podemos-IU, la Cámara regional ha aprobado una enmienda en la que se apela a la patronal y a los sindicatos para alzancar un acuerdo que haga esto posible en el marco de la negociación colectiva. Aseguran que se podrán beneficiar "directamente a más de 50.000 trabajadores en Euskadi".

De esta forma, la región ha manifestado "la conveniencia de que sindicatos y patronal acuerden en el marco del Acuerdo Interprofesional un salario mínimo de negociación colectiva en Euskadi en base a la realidad socioeconómica". Así lo ha sostenido también el diputado de Eh Bildu Arkaitz Rodríguez, quien ha destacado la importancia del acuerdo tras su Propuesta No de Ley por dos razones: porque el Parlamento solicita al Gobierno de Iñigo Urkullu que asuma el liderazgo, sea proactivo y promueva esa modificación; y porque también interpela a la patronal a sentarse a la mesa y negociar, ya que "hasta ahora ha sido la patronal la que no ha querido ni oír hablar del tema", dicen fuentes de la formación.

EH Bildu celebra el acuerdo

"Es inaceptable que las patronales estén acumulando beneficios históricos y que se nieguen en redondo a subir el salario mínimo en particular y los salarios en general", ha afirmado el representante, que ha añadido además durante el debate que el salario mínimo incrementado por el Gobierno central "se queda muy corto" en la región. Al hilo, ha recordado que, tal y como señala la Carta Social Europea, el sueldo mínimo debe ser el 60% del medio, criterio que ha aplicado el Gobierno español para elevar el SMI a 1.080 euros recientemente. Sin embargo, en el País Vasco los sueldos medios son "un 20% superior al de España" ya que "la vida en general es alrededor de un 20% más cara". 

Por eso, instan al Gobierno a alcanzar un acuerdo con los agentes sociales y la patronal para aumentar la cifra hasta los 1.400 euros. "La pregunta es clara: si aquí el coste de la vida es un 20% más alto, ¿por qué tenemos que tener un SMI un 20% más bajo? ¿Por qué?", ha manifestado Rodríguez, que considera que la respuesta está en "la falta de soberanía" y "de competencias para establecer en la CAV un salario mínimo propio". "Necesitamos todas las competencias para poder establecer un SMI que responda a nuestra realidad y, en definitiva, garantizar condiciones de vida dignas; soberanía es sinónimo de mejores condiciones de trabajo, mejores pensiones, mejor salario mínimo", ha afirmado.

La derecha, en contra

Así, el Parlamento apoyó la iniciativa de EH Bildu para aumentar el SMI por encima de la cantidad fijada por el Ejecutivo central con amplia mayoría de la izquierda. El portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Jon Hernández, se congratuló por haber alcanzado un punto de acuerdo que calificó de "bueno y necesario", especialmente en una situación en la que la patronal vasca es "el principal obstáculo" para que en Euskadi exista un SMI "acorde a la realidad socioeconómica de la comunidad autónoma". Por ello, recuerdan precisamente que el desfase entre el coste de la vida y de los salarios del 20% en el País Vasco y apoyan la necesidad de alcanzar la cifra de 1.400 euros propuesta por los nacionalistas. Con todo, esta última no ha sido respaldada específicamente por la Cámara.

En frente se sitúa la derecha. El Partido Popular, Ciudadanos y Vox han votado en contra de la enmienda que solicita a patronal y sindicatos que se sienten a negociar ante una holgada mayoría, con 66 votos a favor y 7 en contra. La representante de PP+Cs, Laura Garrido, calificó este pacto parlamentario de "voluntarista, declarativo y propagandístico". A su juicio, la enmienda aprobada "pretende criminalizar a los empresarios" al tiempo que ha considerado que el principal problema son las elevadas tasas de absentismo y la "conflictividad laboral". Por su parte, el sindicato que lidera Mikel Lakuntza, ELA, ha tildado la propuesta de "irrelevante y propagandística". El dirigente ha considerado que la PNL "se niega a exigir la competencia" sobre el SMI y es "absolutamente incoherente con las decisiones que adoptan los firmantes de la declaración".

¿Es posible a nivel estatal?

Con este proyecto, las instituciones vascas dan un paso más para mejorar las condiciones laborales y económicas de los ciudadanos vascos, una propuesta para la que, sin embargo, no hay visos de que pudiera impulsarse en todo el Estado español. Unas de las explicaciones está, precisamente, en los argumentos ofrecidos por el Parlamento del País Vasco para aumentar su propia remuneración, más alta que la nacional. Y es que el coste de la vida general es más bajo mientras el salario mínimo va en concordancia con el medio, tal y como está establecido en la Carta Social Europea, que marca el límite inferior en el 60%. 

Pero por otro lado está el componente político en el seno del Ejecutivo y el Congreso de los diputados. A pesar de los intentos de la coalición, que ha logrado aumentarlo un 8%, la patronal se muestra contraria a negociar la revalorización. De hecho, lo ha logrado tras dos arduas reuniones celebradas a mediados del pasado mes de enero entre los representantes del Ministerio de Trabajo y los sindicatos, que sí han apoyado este incremento. Solo en el marco de la negociación colectiva se puede hacer modificaciones de este calibre y a nivel español las condiciones son muy diferentes que en la región vasca, por lo que sería muy difícil alcanzar esa cifra.