El Partido Popular movía ficha a primera hora de este martes. El líder de la oposición dio la orden a su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, para abrir una ronda de consultas con los grupos que conforman el bloque de la investidura y tantear si su apoyo a Pedro Sánchez se mantiene “intacto” tras el ingreso en prisión de Santos Cerdán. La maniobra de Génova va encaminada a explorar la posibilidad de impulsar una moción de censura contra el Gobierno y algunas formaciones ya han marcado sus condiciones, como por ejemplo Junts Per Catalunya. Los neoconvergentes ya han dejado clara su postura, que en absoluto es un rechazo frontal para negociar con los populares. Todo lo contrario, de hecho, abriendo las puertas de Waterloo a Alberto Núñez Feijóo para entablar conversaciones. Si el PP quiere, tiene que viajar fuera de España “por razones sobradamente conocidas”. “A partir de aquí ya dirán”, rematan los independentistas.

La respuesta de los juntaires arroja más dudas que certezas. Según comentan en privado fuentes del partido, el PP ya sabe lo que tiene que hacer para abrir el canal de diálogo. Descolgar el teléfono no será suficiente. Junts pide más implicaciones a Génova y, por eso, retan a sus posibles interlocutores a viajar hasta Waterloo si quieren explorar la posibilidad de impulsar una moción de censura. Cuatro votos son los que separan a Feijóo de una victoria para desalojar a Sánchez de la Moncloa. Siete, son los parlamentarios que conforman el grupo de Junts en la Cámara Baja. A partir de aquí, las cartas están sobre la mesa.

Este capítulo no empieza como en otras ocasiones. El PP no se ha llevado un portazo como en otras ocasiones, en las que se entremezclaban momentos de presión a sus socios habituales (PSOE) con discursos ciclotímicos más próximos al apoyo. Los juntaires han abierto las puertas de par en par a Génova, que ahora deberá decidir si mueve ficha o no. Sobre todo porque los conservadores se encuentran a las puertas de un Congreso en el que el PP catalán -inspirado por las tesis de Isabel Díaz Ayuso- incluyó una enmienda en la ponencia para vetar cualquier pacto con Junts, aun siendo clave para una eventual moción de censura.

Los neoconvergentes ponen las condiciones y trasladan a Génova los mecanismos necesarios para reconstruir los puentes con el independentismo catalán. El PP tendrá que hablar con Carles Puigdemont, el secretario general, Jordi Turull; y la portavoz parlamentaria en el Congreso, Miriam Nogueras. Avisan desde el minuto uno de que sus exigencias no variarán con respecto al Partido Socialista. “No seremos menos exigentes a la hora de aceptar reuniones por estos asuntos”, espetan desde Cataluña, advirtiendo de que “a partir de ahí, ya dirán”.

El PP no irá a Waterloo

Pero en Génova no están dispuestos a subirse al avión. “No somos como el PSOE”, ha advertido el propio Tellado desde la sala de prensa del Congreso de los Diputados. Sin embargo, sí han confirmado que contactarán con Nogueras para conocer el estado de sus relaciones con el Gobierno tras el ingreso en prisión de Cerdán. El portavoz de los populares en la Carrera de San Jerónimo ha sido tajante y ha descartado la posibilidad de viajar hasta Waterloo porque no harán lo que tanto han criticado. “Nadie nos encontrará ahí”, ha rematado el diputado gallego.

Ante los periodistas, Tellado ha detallado que el PP lo que busca es “escuchar” para conocer la posición de los diferentes grupos del bloque de la investidura. El conservador considera que son “corresponsables” de lo que ocurre en el país al apostar por un Ejecutivo que “hoy sabemos que está podrido por la corrupción”. “Un Gobierno que empezó a delinquir a los 15 días de llegar a la Moncloa”, ha apostillado un Tellado que describía la situación política como “insostenible”. Justifica así la “obligación” de los populares para poner a los aliados de Moncloa ante un “espejo” y preguntarles si “están dispuestos a mirar para otro lado” o creen de verdad que “hay corrupción buena si viene de un partido de izquierdas”.

Los conservadores tampoco se añaden mucho más en privado, limitándose a las palabras vertidas por Tellado desde el atril de la sala de prensa del Congreso. Aclaran, eso sí, que la ronda de contactos seguirá viva pese al rechazo a reunirse con Junts en Waterloo. Será con los portavoces de todos los grupos dispuestos a reunirse con ellos, habida cuenta de que Podemos y BNG hasta la fecha, ya han avanzado que no están por la labor de su subirse al tren de Génova. En cualquier caso, estas mismas voces puntualizan que la moción de censura no formará parte del “vocabulario” de estas conversaciones e insisten en que la pelota ahora está en su tejado.

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