La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es ya una realidad tras su aprobación en el Consejo de Ministros de este martes. El ciclo se cerrará tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), momento en el que la cuantía quedará establecida en los 1.080 euros en 14 pagas (1.260 en 12). Se confirma de esta manera la quinta subida de la legislatura que, en esta ocasión, tendrá efecto retroactivo sobre enero, es decir, la nómina de febrero deberá reflejar también el aumento del primer mes del año".

"Esta subida no es un dato más. Es una variable que permite cambiar la vida de la gente", ha celebrado Yolanda Díaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo, en la rueda de prensa posterior al Consejo. "Tanto que permite que una madre trabajadora pueda dar de comer a su hijo pesacado o que los jóvenes tengan algo más de esperanza de cara a la vida", ha ejemplificado. Además, la titular de Trabajo ha asefurado que esto tiene una afectación directa en la pobreza infantil, la esperanza de vida y, donde ha hecho especial hincapié, en la salud mental

Este incremento, que beneficiará a unos 2,5 millones de trabajadores directamente, más si tenemos en cuenta su afectación sobre convenios y tablas salariales, se ha establecido después de meses de negociación entre los agentes sociales (sindicatos y patronal) y el ministerio de Trabajo. La cifra final se sitúa dentro de la horquilla que los expertos entregaron a trabajo (1.046-1.082 euros), aunque por debajo de la propuesta por los sindicatos (1.100 euro) y muy lejos de la sugerida por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que ni siquiera acudió a las reuniones y remitió por escrito su propuesta de 1.040 euros.

A los agentes sociales, Díaz les ha pedido, "especialmente a la CEOE que se levantó de la mesa el 5 de mayo", que retomen las negociaciones para alcanzar un Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). "El gobierno ha hecho lo que tenía que hacer", ha señalado la vicepresidencia, asegurando que se ha cumplido con el compromiso de situar el SMI en el 60% del salario medio; por eso ha afeado que en 2022 solo se firmasen 1.151 convenios colectivos y, de momento, seis en 2023. 

Además, ha exigido la subida salarial reflejada en los convenios dado que "esta crisis no la están causando lo salarios, porque no es una crisis de demanda", algo que Díaz asegura que los agentes sociales saben. Otro de los argumentos contra las subidas salariales que la ministra de Trabajo ha querido desmentir ha sido "mantra neoliberal que nos dice que el SMI destruye empleo". "No hay ningún dato que advere semejante afirmación. No es verdad", ha dejado claro. Por el contrario, lo que sí propicia es la reducción de la pobreza y desigualdad laboral, especialmente recortand la brecha de genero, ha destacado. 

Mujeres y jóvenes los más beneficiados

Este aumento beneficiará, en mayor medida, a los colectivos más castigados del mercado laboral español: mujeres y jóvenes. De hecho, el perfil del perceptor del SMI es una mujer de entre 16 y 34 años, con contrato temporal y que trabaja en el sector agroalimentario o en los servicios. Lo cierto es que, diferenciando por género, la cantidad de mujeres perceptoras de esta cuantía (18,2%) es ocho puntos superior a la de hombres (10,3%), consecuencia de la brecha de género.

Segmentando en función de edad, uno de cada tres jóvenes menores de 24 años cobra el SMI (31,7%), circunstancia que se reduce hasta el 19,2% en el rango 25-34 años y cae por debajo de la media ya en el siguiente tramo. En consecuencia, esta subida tendrá principal incidencia en los trabajadores más precarizados, como sucede en el caso del campo, donde casi la mitad de los asalariados (46,7%) cobra el salario mínimo.

Retroactividad de enero

Uno de los aspectos determinantes de esta subida, más allá del incremento del 8% de la cuantía, es su retroactividad. Cómo ya anunciaba Díaz, las nóminas de febrero de aquellos trabajadores que perciben la cuantía mínima por el desempeño de su actividad laboral no solo deberán reflejar el incremento propio de este mes, sino también de enero, momento en el SMI todavía estaba situado en los 1.000 euros en 14 pagas (1.166 en 12 pagas). Así, los trabajadores que cobren el SMI en 14 pagas verán un aumento en sus nóminas de febrero de 160 euros, 80 correspondientes al mes en curso y otros 80 del pasado mes, quedando el salario bruto final en los 1.160 euros.

Aquellos que, por contrato, tengan las pagas extra prorrateadas disfrutarán de un aumento mayor. Si anteriormente percibían 1.166 euros al mes, con la nueva subida pasarán a cobrar 1.260 euros, un incremento de unos 94 euros. Atendiendo a esto, y sumando la subida de los dos primeros meses del año, el salario bruto percibido en febrero deberá ser 187 euros más alto, pasando a situarse en los 1.354 euros brutos. Cabe destacar que en el mes de marzo las cuantías retornarán al valor establecido, 1.080 y 1.260 euros.