La cumbre de emergencia por la situación bélica en Ucrania, celebrada este lunes en París y convocada de forma extraordinaria por los lideres europeos, busca resolver la creciente tensión entre el continente europeo y la administración estadounidense de Donald Trump. Con motivo del inicio de discusiones oficiales de paz entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente estadounidense, Donald Trump, la Unión Europea (UE) ha dado la voz de alerta por ser excluida. De tal calado europeo e internacional ha sido esta cita, en clave informal pero de ardua reflexión y debate para los convocados, al término de la misma ha comparecido el presidente español Pedro Sánchez. 

Así, los sendos líderes europeos han comparecido ante los medios para postular sus decisiones como países de la UE. En el turno de Sánchez, ha reiterado el compromiso de España con Ucrania en clave humanitaria y militar desde el primer minuto, así como señalando que el camino hacia la paz a las puertas de Europa también lo es para la estabilidad conjunta de todos los países miembros. 

"La lucha de Ucrania no es solo por la libertad e independencia de un país agredido, hay algo más detrás de esta lucha, es la defensa de un modelo de convivencia en Europa de paz, prosperidad y respeto a los derechos humanos. (...) Hablar de independencia y paz en Ucrania también es hablar de seguridad europea, dos caras de la misma moneda", ha entonado el presidente español. En estos términos, ha abogado a su vez por mirar "en perspectiva" la historia de Europa para "no volver a cometer los errores del pasado". 

De esta manera, y situando como punto de encuentro actual en que la guerra entre Ucrania y Rusia ya se prolonga tres años, Sánchez ha reiterado que los ucranianos "aún resisten" y que Putin "no ha logrado sus objetivos del principio de la invasión": "Ucrania necesita aún el apoyo de la Comunidad Internacional, particularmente de Europa. (...) No podemos dejar que estas conversaciones de paz supongan un nuevo cierre en falso, tiene que ser una paz duradera y justa", ha insistido. 

En cuanto al papel relevante que toma la UE en este cometido, el presidente del Gobierno español ha insistido en que el deber primordial radica en reforzar "la seguridad y defensa" de la propia UE: "Ahora que se abre la oportunidad de la paz tenemos que aprovecharla para que se refuerce el proyecto europeo, el orden multinacional y el conjunto del mundo vea que se puede garantizar la seguridad de Europa", ha subrayado al término de su comparecencia desde la capital francesa.

Sánchez consolida el compromiso de España con Ucrania

Bajo el mismo telón de fondo se han ido pronunciando a cuentagotas el resto de mandatarios de peso de la eurozona. El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha apelado a la unidad de Europa en apoyo de Ucrania a pocas horas de verse en París con otros líderes continentales. "Lo necesitamos por Ucrania, lo necesitamos para nuestra propia seguridad", ha dicho, durante un mitin en la ciudad de Kassel. El canciller, que el domingo se enfrenta a una prueba de fuego electoral para seguir en el poder, ha insistido en que Europa debe permanecer fuerte y unida.

Además de Scholz y el anfitrión, el francés Emmanuel Macron, han acudido los principales líderes de Reino Unido, Italia, Polonia, Países Bajos y Dinamarca. También asistirán los responsables de la Comisión y el Consejo europeos, Ursula von der Leyen y António Costa, respectivamente, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Uno de los temas principales sobre la mesa es el incremento en el gasto militar y el despliegue de tropas en Ucrania.

Esta cumbre ha sido fuente de críticas por solo incluir a siete países europeos, pero la organización ha afirmado que es por razones prácticas. La presidenta eslovena, Natasa Pirc Musar, comentó que “a nivel simbólico, los organizadores de la cumbre de París muestran al mundo e incluso a la propia UE que no todos los países reciben el mismo trato”. Además, el ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, ha acusado a los líderes europeos de no querer la paz en Ucrania. "Desde hace tres años no dejan de echar leña al fuego", ha dicho. "Se reúnen en París los que están del lado de la guerra, los que han seguido una estrategia errónea durante los últimos tres años (...) provocando el peligro de una escalada bélica", ha apuntado.

Reiterar que en cuestión de horas, este martes, altos representantes tanto de Rusia como de Estados Unidos, se reunirán en Riad, Arabia Saudí, para retomar sus relaciones bilaterales y allanar el camino hacia un acuerdo de paz en Ucrania. La ausencia tanto de países europeos como de Ucrania han alarmado a varias partes de la comunidad internacional.

El papel de Trump como mediador

Y es que en esta contienda diplomática a las puertas de Europa también está tomando un importante papel Estados Unidos. A mediados de la semana pasada, Trump afirmó en redes sociales que había iniciado negociaciones con el Kremlin para empezar a formalizar un acuerdo de paz para finalizar la guerra en Ucrania. El presidente estadounidense tenía relaciones preexistentes con Putin y había empezado a desarrollar una relación con el presidente ucraniano, Vladimir Zelenski, antes siquiera de regresar a la Casa Blanca. Aun así, la decisión de excluir a Ucrania de los acuerdos de paz es preocupante por favorecer en exceso un actor del conflicto y por poner en entredicho el derecho internacional.  

En la plataforma del presidente estadounidense, Truth Social, Trump anunció que había “acordado iniciar negociaciones de inmediato”, dejando atrás a Europa en las negociaciones. Esta rapidez podría menospreciar los intereses ucranianos y hacer que la posibilidad de recuperar territorios ocupados ilegalmente una realidad lejana. Sin embargo, el vicepresidente estadounidense, Marco Rubio, contó en una entrevista con CBS News que “los europeos tendrán que estar involucrados” en los acuerdos sobre Ucrania. “Tendrán que estar involucrados porque tienen sanciones sobre Putin y Rusia, y han contribuido a este esfuerzo”, ha matizado.

Incremento en el gasto de defensa  

Una propuesta planteada por la Unión es el despliegue de tropas en la frontera, pero varios países han mostrado su desacuerdo con la medida. Polonia, por ejemplo, no está dispuesto a proporcionan tropas dado que “el deber de Polonia con la OTAN es proteger el flanco oriental, es decir, su propio territorio”, según afirma el primer ministro polaco, Donald Tusk. Por otra parte, el primer ministro británico, Keir Stamer, ha afirmado que Gran Bretaña está dispuesto a facilitar tropas para asistir en Ucrania.

Además, el gasto en defensa “va a ser una prioridad” para la UE con las consecuencias de las amenazas de Trump a la vuelta de la esquina y la guerra en Ucrania en las puertas de la UE. Además, la OTAN ha exigido un último impulso de los países miembros de llegar al umbral del 2% del PIB en gasto militar, afirmando que deberían llegar a este mínimo antes del verano. En el caso de España, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha negado que España llegue a esta cifra y afirma que España “sabe lo que tiene que hacer” y que no alterará su objetivo inicial de conseguir el 2% en 2029.

El secretario general de la OTAN adelantó que, frente a la cumbre a finales de junio, este umbral aumentará a, por lo menos, un 3%. No obstante, Trump ha amenazado con exigir la elevación del presupuesto mínimo del 2% al 5%, pero aún no se ha llegado a un acuerdo o a una cifra de forma oficial.

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