La sesión parlamentaria de comienzo de semana en Australia ha ofrecido una imagen histórica: la del primer ministro del Gobierno federal, Scott Morrison, pidiendo perdón en público a Brittany Higgins, la exempleada del Parlamento que sufrió una violación sexual en la Cámara.

Seguidamente, y ante la mirada angustiada de la víctima, el líder del Gobierno añadió que estos horribles sucesos no se resuelven con palabras, sino con respuestas concretas. Además, recalcó que el Parlamento de Australia, que en teoría tendría que dar ejemplo, se convirtió, sin embargo, en una pesadilla.

"Lo siento y lo sentimos todos"

A continuación, el jefe del Ejecutivo, subrayó, ante el resto de los parlamentarios..."Lo siento, y lo sentimos todos. Siento, las cosas terribles que acontecieron en el Parlamento".

Varios parlamentarios, incluyendo Anthony Albanese, líder de la Oposición, expresaron, sucintamente, sus disculpas a Higgins. Además, el líder laborista, remarcó que el sufrimiento denigrante de la víctima destapó y ayudó a erradicar una cultura odiosa en las dependencias parlamentarias.

La ministra que le llamó "vaca"

Valga recordar, que los sucesos tuvieron lugar en la oficina de Linda Reynolds, exministra de Defensa, en el mes de marzo del 2019.

Un episodio que dio lugar a otro escándalo, después que la ministra, en conversación con empleados de su entorno, calificara de “vaca” a la mujer a la que violaron en su oficina. Una expresión que el jefe del Gobierno federal resolvió con unas tibias medidas punitivas, puesto que apartó a Reynolds de la cartera  del departamento de Defensa, para recolocarla en el Ministerio de Servicios Sociales que se encarga de la atención a personas discapacitadas.     

Al término de la sesión, Higgins, abandonó su asiento en la galería del coso parlamentario, después de las declaraciones del primer ministro y el abanderado de la oposición, mientras que el resto de parlamentarios abandonaron el hemiciclo, afectados emocionalmente por lo vivido durante la sesión.

La australiana del año, contra el primer ministro

Después de los acontecimientos vividos este martes, Brittany Higgins expresó en el Club de Prensa, su desilusión con el jefe del Gobierno, sobre todo después de que Morrison calificase que el escándalo de su violación le había afectado “como padre de familia”. “Hubiese sido más adecuado subrayar que lo sentía como primer ministro de la Nación”, declaró Higgins.

Por otro lado, Grace Tame, ganadora en el 2021 del premio honorífico de Australiana del Año por su labor de activismo en defensa de las víctimas de abusos sexuales, explicó a los periodistas que recibió una llamada extraña de una persona supuestamente vinculada con una organización encargada de repartir fondos.

En el curso de la conversación telefónica, su interlocutor le dejó caer que sería buena idea evitar comentarios negativos, o críticas al primer ministro de la nación, hasta el año que viene, dado que Tame es una persona muy influyente y su reconocimiento como Australiana del Año fue otorgado el pasado 26 de enero, en el Día de Australia.

Sin tiempo que perder, el Concilio nacional, encargado de los premios honoríficos que cada año reconocen la labor de los australianos mas reputados, negó, tajantemente, estar implicado en la llamada recibida por Tame.

El propio primer ministro, Scott Morrison, negó cualquier vinculación suya o del Gobierno con la llamada de presión realizada a Tame, alegando que las afirmaciones del anónimo eran “completamente erróneas”. “En ningún momento he tratado de silenciar a nadie”, defendió el mandatario australiano.