El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, ha afirmado que las conversaciones de paz para contener la guerra en Ucrania podrían comenzar este invierno, una hipótesis que aún debería concretarse y a la que aspira a dar un impulso el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Tusk, que tiene previsto hablar este martes con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, recibirá el jueves en Varsovia al presidente francés Emmanuel Macron, días después de un encuentro a tres bandas en París en el que los principales líderes políticos de Francia y Ucrania se vieron con Trump, informa la agencia Bloomberg.
El impulso desde Europa hacia un acuerdo de paz
La unión europea (UE) ha manifestado su intención de finalizar la guerra en Ucrania y fomentar la firma de un acuerdo de paz: “La Unión Europea quiere paz en Ucrania”. El exvicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borell, ha señalado las dificultades a la que se enfrenta la comisión, dado que “Putin no muestra ninguna señal de querer negociar de buena fe”.
Polonia asumirá el 1 de enero la presidencia de turno del Consejo de la UE, un semestre que, según Tusk, hará que Varsovia sea en cierta medida "corresponsable" de cómo pueda quedar el "panorama político" en general. Ve factible que este periodo coincida con las citadas "negociaciones", aunque "aún hay interrogantes" al respecto.
El Gobierno polaco ha sido uno de los principales apoyos de las autoridades ucranianas desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó iniciar la invasión del país vecino en febrero de 2022. Esta semana tuiteó: “Lo que ha sucedido en Siria ha hecho que el mundo se dé cuenta una vez más, o por lo menos deberían, que incluso los regímenes más crueles pueden ser vencidos y que Rusia y sus aliados pueden ser derrotados”.
Por otra parte, el think tank estadounidense Atlantic Council manifiesta que Putin no quiere paz: “la evidencia disponible sugiere que no lo quiere. De lo contrario, parece que Putin está más comprometido que nunca en su objetivo de extinguir a Ucrania como Estado totalmente”.
Las promesas de Trump
Es conocido que Trump ha mantenido relaciones estrechas con el presidente ruso a lo largo de su mandato en 2016, por lo que su regreso a la presidencia es una señal esperanzadora para algunos sobre el final del conflicto en Ucrania.
Tras manifestar su intención de hablar con el Kremlin sobre el final del conflicto, publicó en su red social, Truth Social, que “debería haber un alto al fuego inmediato y negociaciones deberían empezar”, según Time. El presidente electo añadió: “Conozco a Vladimir bien. Esto es el momento en el que puede actuar. China le puede ayudar. ¡El mundo está esperando!”.
Se refiere a las mediaciones por parte de China en Ucrania, donde el mundo occidental considera que ha estado favoreciendo a Rusia en el conflicto, según Time. Por otro lado, en este conflicto, China tiene intereses particulares en el país soviético dado que una victoria estadounidense por su apoyo a Ucrania fortalecería su posición mundial. La mención al país asiático por parte de Trump demuestra su enfoque hacia la paz, especialmente tomando en cuenta que tanto el Programa 2025 y la Agenda 47 describe a China como una amenaza a la política estadounidense.
El presidente ucraniano, Vlodímir Zelenski, ha afirmado que la guerra terminará “más pronto” que en otras circunstancias con la presidencia de Trump. También contó que tuvo un “intercambio constructivo” con el presidente electo tras su victoria en las urnas y que: “no he oído nada que va en contra de nuestra posición”, de acuerdo con Le Monde.
Una rusia más débil
La fuga del presidente sirio Bashar al Assad junto con la victoria del grupo rebelde Hayat tahiri al Sham (HTS) pone de relieve el esfuerzo que le supone a Rusia la guerra en Ucrania. Rusia es un aliado de Assad, por lo que ha sido concedido asilo en Rusia tras su fuga del país, pero los rebeldes han podido tomar el control de las ciudades sirias principales en poco más de una semana con escasa resistencia. Además de la debilidad del ejército sirio que ha estado en guerra durante 14 años, la ayuda militar en la que se estaba apoyando, según France24, disminuyó a raíz de los conflictos actuales.
Trump comunicó en X: “Rusia, como está tan comprometido con Ucrania, y con la muerte de más de 600.000 soldados, parece ser incapaz de frenar esta marcha literal a través de Siria, un país que han protegido durante años”. Por ello, la pérdida de poder por parte de Rusia en Siria ha sido un golpe para el país y perjudica su imagen internacional.
El think tank conocido como el Instituto Real de Asuntos Internacionales expone cuatro posibilidades para el final de la guerra en Ucrania. Estas son: “la guerra larga”, “el conflicto congelado”, “la victoria para ucrania” o “la derrota de Ucrania”. En realidad, el resultado podría ser uno de estos, una mezcla entre ellos u otro tipo de consenso. Lo que si se sabe es que Europa está buscando activamente un acuerdo de paz, la elección de Trump va a afectar a corto plazo el estado del conflicto y Rusia se ha visto debilitada a escala internacional con el derrumbe del gobierno de Assad en Siria.