Los fastos del Jubileo por el 70º Aniversario del reinado de Isabel II de Inglaterra han tocado a su fin tras cuatro días de celebraciones que se han reproducido también en los territorios de la Commonwealth. En Australia, también han llegado los ecos de la fiesta, que los medios nacionales han llegado a tachar de “extravaganza”, coincidiendo con las proclamas republicanas que cada vez se extienden más por la isla-continente de las Antípodas y tras la llegada de un nuevo primer ministro, Anthony Albanese, del partido laborista, tras una década de gobierno conservador.

El reinado, y el Jubileo de Platino, ha estado aderezado de espectáculos extravangantes, con un millón de personas en las calles de Londres, y con 1.000 millones de espectadores pendientes de las televisiones a lo largo del medio mundo que ocupa la Commonwealth. La Mancomunidad de Naciones, que lidera la reina de Inglaterra y de cuyos miembros es, en su mayoría, jefa de Estado Isabel II, ha estado presente en los fastos, sobre todo en la actuación de más de 10.000 artistas, con estrellas de la danza y supermodelos provenientes de todos estos rincones del planeta.

También en Australia la fiesta ha tenido pequeñas réplicas que han tenido presencia en los medios. Algunos han sido muy llamativos, como el caso de Rob Boyle, un carnicero británico de la barriada de Dandenong, al sureste de Melbourne, que ha celebrado por todo lo alto el jubileo de la reina. Este inglés de pura cepa se lio la manta a la cabeza e invitó a un centenar de su clientela a una fiesta para celebrar el acontecimiento de la monarquía de Inglaterra. Hablando con un periodista del matutino The Age, dijo que engalanó su tienda con cintas coloridas y platillos conmemorativos de la reina y montó un menú que incluía productos típicos del terruño a base de salchichas y carne de cerdo. A continuación, respondiendo a la pregunta sobre futuros jubileos de Isabel II que, tras haber cumplido 96 años de edad Boyle, “si llega  al centenario las celebraciones serían de locura". 

El carnicero Rob Boyle y su mujer Jill, nacidos en Reino Unido, entregados a las celebraciones del Jubileo de Isabel II en Australia
El carnicero Rob Boyle y su mujer Jill, nacidos en Reino Unido, entregados a las celebraciones del Jubileo de Isabel II en Australia. The Age.

Finalmente, hablando del ambiente en general sobre lo que sienten los australianos acerca de la monarquía, Boyle añadió que “entendía bien que mucha gente estuviese del lado de la República, pero si al final se vota a favor, no me llevaría ningún disgusto, pues comprendo bien que vivimos en una democracia".

El Gobierno avanza hacia la República

En el ámbito político, el nuevo primer ministro australiano, Anthony Albanese, hizo los honores en los comienzos de las celebraciones, refiriéndose al legado de su majestad a lo largo de siete décadas. Asimismo, hizo hincapié en las 16 ocasiones que la reina visitó Australia durante su reinado. Sin embargo, no tuvo pelos en la lengua para nombrar al ministro del gabinete Matt Thistlethwaite como principal encargado de un periodo de transición hacia un sistema republicano.

Una decisión que irritó profundamente al nuevo líder de la oposición, Peter Dutton, que sustituye al líder conservador, Scott Morrison, que ha ejercido de primer ministro durante los últimos años. En conversación con los medios, Dutton hizo hincapié en la “falta de respeto” por parte del jefe de Gobierno hacia la reina Isabel II. 

Para el líder conservador, Albanese cometió una osadía al nombrar a un ministro para avanzar hacia la República en la víspera del Jubileo para resolver, exclusivamente, si Australia da la espalda a la monarquía. Sin embargo, el líder de la coalición conservadora, hablando con los periodistas, admitió que estaba a favor del cambio de la Constitución.

Guerra en los medios

En principio, la prensa progresista, incluyendo diarios de tirada nacional como The Brisbane Times, Sydney Morning Herald, y el Melbourne Age, han escrito, largo y tendido, páginas de opinión, artículos y análisis a favor del sistema republicano. En la trinchera opuesta están haciendo piña los rotativos de Rupert Murdoch, que dan un espaldarazo conjunto al sistema monárquico. 

Así las cosas, Stephen Brook, conocido columnista de The Age y The Sydney Morning Herald opinaba que, en Australia, el interés de la ciudadanía por la reina de Inglaterra era relativo sin crear grandes inquietudes. Del mismo modo, añadía que había que entender bien, y darse cuenta, de las declaraciones que “hizo en principio el primer ministro Albanese, haciendo hincapié, en primer lugar, en las necesidades de los aborígenes de este país". Ese sería su primer desafío y, a continuación, irían llegando otros temas importantes. Pero el desafío republicano ni siquiera tendrá tiempo o espacio para que se tome en consideración en la primera legislatura del gobierno laborista, explicaba el periodista australiano, que pasó seis años en Londres trabajando para The Guardian.

Y, para terminar, Brook aludía que "la mejor receta para desafiar al reinado de Isabel II sería que Australia siga progresando en la dirección más idónea y provechosa, sin reaccionar en contra de la reina o del sistema monárquico. Y, hasta que no se cumplan esas dos premisas fundamentales, tendremos Monarquía para rato".