Hace menos de un mes desde que Carles Puigdemont anunció su decisión de romper con el Gobierno de Pedro Sánchez, dando un vuelco al panorama político nacional, pero parece que ya se están viendo los primeros resultados de esta estrategia, los cuales no solo no la ensalzan como un buen plan, sino que más bien se entienden como justamente lo contrario. Así lo reflejan dos encuestas publicadas con apenas una semana de diferencia y que revelan que, si la intención de Junts era conseguir rédito electoral mediante la ruptura, de momento no lo han conseguido. Se trata, nada más y nada menos, que del barómetro de noviembre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y del último sondeo publicado por el de Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat de Cataluña (CEO)

Pedro Sánchez es el candidato del 23J favorito del 42,1% de los votantes de Junts 

Empezando por el primero, el último barómetro del CIS muestra un dato bastante significativo: el 42,1% de los votantes de Junts encuestados, entre todos los candidatos a las elecciones generales del 23 de julio de 2023 prefieren a Sánchez como presidente. Más de 11 puntos porcentuales de diferencia respecto al 30,5% que lo eligieron en el barómetro de octubre. Pero no solo eso, sino que el jefe del Ejecutivo nacional es el líder de los principales partidos españoles mejor valorado por el electorado de la formación posconvergente, siendo el único que logra aprobar con un 5,04

Además, el 33,6% de los votantes de Junts confía “mucho o bastante” en Sánchez. Es decir, más de un tercio del electorado de Puigdemont muestra confianza en el mismo presidente del Gobierno con el que el expresidente de la Generalitat decidió romper, entre otros motivos, por desconfianza. Teniendo en cuenta que la encuesta se realizó entre los pasados 3 y 12 de noviembre, con la decisión candente, puesto que habían transcurrido tan solo entre una y tres semanas del anuncio del 27 de octubre, tanto este dato como los anteriores se pueden entender como un fracaso de la estrategia de los posconvergentes, al menos hasta ahora. 

Aliança Catalana alcanzaría ya a Junts en Cataluña

En cuanto al barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO) sobre la intención de voto para unas hipotéticas elecciones autonómicas en Cataluña publicado este lunes, la encuesta no proporciona resultados más satisfactorios para Junts, siendo probablemente todavía peores para el partido independentista. El sondeo catalán llevado a cabo entre el 13 de octubre y el 11 de noviembre (es decir, que la mitad de los días son posteriores al anuncio de la ruptura) aleja a los de Puigdemont de uno de sus más deseados objetivos: recuperar el mando que un día tuvieron de la Generalitat, actualmente presidida por Salvador Illa

Sin embargo, el mayor golpe de los resultados del CEO para los posconvergentes es la fuga de votos a Aliança Catalana, formación que según el último CEO conseguiría los mismos escaños que Junts, entre 19 y 20 ambas formaciones. Un dato que supone aparte una pérdida de entre 15 y 16 diputados respecto a los 35 que obtuvo en las elecciones catalanas de mayo de 2024. Por lo tanto, si, como se ha apuntado durante estas semanas, uno de los principales motivos detrás de la ruptura de Puigdemont con el Gobierno español era el miedo al auge del partido liderado por Sílvia Orriols e intentar cambiar la situación, no estarían logrando su objetivo.  

A la pérdida de escaños y el ascenso de Aliança Catalana, se le suma a las preocupaciones de Junts otros datos del CEO: ERC lo adelantaría como primera fuerza independentista con entre 22 y 23 escaños (2 o 3 más que en mayo de 2024) y la opción de un Govern independentista (con CUP incluida) sería inviable, debido a que como máximo sumarían 67 diputados, quedándose a uno de los 68 necesarios para obtener la mayoría. De hecho, el único gobierno que podría llegar a ser viable sería uno de izquierdas liderado por el PSC, que se mantendría como el ganador de las autonómicas con entre 38 y 40 escaños, con el apoyo de ERC y Comuns

Las dificultad de Junts para aliarse con el PP: un 0% de sus electores confían en Feijóo

Por si los resultados mencionados no resultan una prueba suficiente de que la estrategia de Junts no está funcionando a nivel electoral, también destacan los referentes al PP, la formación a la que los de Puigdemont se deberían acercar en caso de querer hacer caer al Gobierno de Sánchez. El barómetro del CIS refleja que el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, entre los candidatos a las elecciones del 23J, tan solo sería el favorito de un 1,6% de los votantes de la formación posconvergente. Una friolera de 40,5 puntos porcentuales menos que el porcentaje que elige a Sánchez. 

Asimismo, la valoración del electorado de Junts respecto a Feijóo es de un 2,48 (menos de la mitad que la de Sánchez) y la confianza que tienen dichos votantes con el líder popular es nula. Concretamente, de un 0%. Por esta razón, romper con el PSOE para aliarse con el PP de cara a una futura moción de censura no parece que sea la mejor opción para los posconvergentes si se tiene en cuenta a sus propios electores.

Una alianza que, además, poco útil sería en Cataluña donde, según el último barómetro de CEO, el PP tendría entre 12 y 13 escaños, por debajo de Vox, que con entre 13 y 14 diputados podría sorpasar al Partido Popular en el Parlament. De manera que acercarse a los populares no tiene pinta de que vaya a beneficiar electoralmente a Junts en el territorio catalán, incluso se puede prever que tendría el efecto opuesto.

Primera reacción de un dirigente de Junts al barómetro del CEO

La primera reacción de un dirigente de Junts al CEO ha sido la de su secretario general, Jordi Turull, que ha asegurado este martes en un acto organizado por el Diari de Barcelona en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona estar acostumbrado a pronósticos negativos y ha defendido que “desmentirá todas las encuestas”. Respecto a la ruptura con el PSOE, Turull la ha justificado manifestando que “no se puede mantener el apoyo a alguien que no cumple”. 

Igualmente, Turull ha sostenido que “un pacto no puede ser a costa de cualquier cosa” y que por ello en Junts tienen unos principios políticos a los que no piensan renunciar”. Sin embargo, el político independentista, ha evitado aclarar si están dispuestos a pactar con Aliança Catalana después de las elecciones municipales de 2027, señalando que no quieren ser alternativa del partido de Orriols, sino del Govern de IIla. 

Lo que parece claro es que, por mucho que Junts asegure no fiarse de las encuestas, ahora que los últimos barómetros no respaldan la baraja jugada por los posconvergentes, el partido de Puigdemont deberá replantearse si cambiar la hoja de ruta marcada en el último mes con la ruptura con el Gobierno y la presentación de una enmienda a la totalidad a 25 leyes del Ejecutivo o, por el contrario, continuar apostando por dicha estrategia. A la espera de que en un plazo más largo muestre mejores resultados.