Una semana después de que Carles Puigdemont hiciese pública la ruptura de Junts per Catalunya con el Gobierno español, los posconvergentes han proseguido con su estrategia de amenazas, en esta ocasión anunciado una enmienda a la totalidad a todas las leyes presentadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez y asegurando que también rechazarán cualquiera de sus futuras propuestas. La decisión revelada por la portavoz del partido independentista en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras, de “bloquear la legislatura” formaría parte de la hoja de ruta de la formación para lograr sus objetivos a base del chantaje durante lo que queda de mandato.   

El periodista y profesor de comunicación política de la Universidad Pompeu Fabra-Barcelona School of Management (UPF-BSM), Toni Aira, explica a ElPlural.com que Junts ha determinado que alejándose del Gobierno tendrán más oportunidades de conseguir que los socialistas presionen al resto de grupos parlamentarios para desbloquear los acuerdos que no se han cumplido todavía que tomando una postura más estable como la de ERC. “Han llegado a la conclusión de que lo que les conviene es buscar una fórmula diferente para poder conseguir réditos del PSOE y poner en valor su posición clave”, afirma. 

“Seguramente lo que quede de legislatura se van a quedar con esa fórmula”

Una de los interrogantes que sobrevuelan las últimas decisiones tomadas por Junts es hasta qué punto actúan por el temor a un sorpaso de Aliança Catalana. Las últimas encuestas prevén una gran subida de la formación de extrema derecha independentista liderada por Sílvia Orriols en las próximas elecciones catalanas, incluso uno de los recientes sondeos la sitúa en los 19 escaños, dejándola a tan solo dos diputados tanto de los posconvergentes como de ERC. Por esta razón, surge la duda de si los de Puigdemont podrían estar intentando provocar que el conjunto de los españoles vuelva a las urnas con el fin de obtener un mejor resultado que les sirva para reforzarse cara a unas futuras municipales y autonómicas. 

Respecto a esta cuestión, Aira no cree que a Junts le convengan ahora unas elecciones generales y tampoco que sea esa su intención. El profesor de comunicación política opina que los posconvergentes pretenden, por el momento, mantenerse en su posición actual, presionando al Gobierno desde la oposición para obtener logros a los que quizás podrá sacar rédito electoral. “Seguramente lo que quede de legislatura se van a quedar con esa fórmula, más si a partir de ahí hay resultados que puedan considerar tangibles y vendibles a su público”.

La respuesta del Ejecutivo de Sánchez

Por su parte, el Gobierno ha contestado a la nueva amenaza de Junts, sosteniendo que mantiene su disposición a intentar llegar a un entendimiento con los posconvergentes, de la misma manera que con el resto de grupos parlamentarios “dispuestos a mejorar la vida de la gente en Cataluña y en el conjunto de España”. “Nuestro objetivo es claro, garantizar que los acuerdos se traduzcan en hechos”, han añadido desde el PSOE. 

Fuentes del Partido Socialista también han subrayado que el Ejecutivo “seguirá trabajando con todos los grupos que quieran avanzar en derechos y convivencia” y defienden que su voluntad de negociar a través del diálogo “no depende de vetos ni titulares”. “Desde el PSOE mantenemos la mano tendida. Seguiremos ofreciendo lo que es nuestra mejor baza: el diálogo”, han declarado.

Además, el Ejecutivo nacional se ha defendido de las acusaciones de Nogueras de no cumplir con los acuerdos con los posconvergentes afirmando que todas las iniciativas que dependen solo de este “o bien se han cumplido o se encuentran en vías de hacerlo”. “Trabajamos sin demora para que se cumplan aquellos compromisos que no dependen en exclusiva del Gobierno”, han asegurado. 

ERC opta por otro camino al de Junts

Asimismo, desde ERC también han respondido al nuevo anuncio de Junts. En declaraciones a ElPlural.com, los republicanos señalan que respetan los procesos internos de cada partido, pero dejan claro que ellos seguirán “batallando” por los catalanes y negociando con el Gobierno. “Nosotros tenemos una representatividad en las cámaras y la voz de Cataluña no se defiende sola. También nos reservamos el hecho de poder hacer nuestra presión en todas las negociaciones que hay abiertas, pero no nos levantamos de ninguna mesa”, explican. 

“No dejaremos desierta ninguna batalla. Tenemos retos muy importantes por delante como el financiamiento”, remarcan desde ERC, refiriéndose al nuevo modelo de financiación singular que acordaron con el PSC para apoyar la investidura de Salvador Illa y que la Generalitat pactó con el Gobierno el pasado mes de julio, el cual también era uno de los acuerdos entre Junts y el Ejecutivo nacional. “Utilizamos nuestros votos para defender los intereses de Cataluña. Nosotros solo nos debemos al pueblo catalán”, manifiestan.  

Justamente, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, recordó la semana pasada, ante el anuncio de ruptura de Junts, que los republicanos ya habían advertido de que esto iba a ocurrir y los calificó de pesados. “Es su espacio lógico natural, el de PP y Vox.  Está bien que si no aportan, se aparten”, añadió.

Con el fin de que pudiesen profundizar sobre las razones detrás de su jaque al Gobierno de Sánchez, ElPlural.com se ha puesto también en contacto con Junts per Catalunya. Sin embargo, en el momento de publicación del artículo, el partido político no ha contestado a las preguntas enviadas.

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