El mapa político catalán se redefine: el PSC vuelve a ganar con holgura mientras Aliança Catalana alcanza cifras históricas y empata en escaños con Junts. El nuevo barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO) refleja un escenario en el que los socialistas consolidan su liderazgo incluso en un contexto de fuerte agitación electoral, mientras el independentismo tradicional continúa perdiendo apoyos. La formación de Silvia Orriols escala hasta registros inéditos, absorbiendo votantes procedentes de Junts, del PP, de Vox e incluso de sectores desencantados de Esquerra Republicana, y se sitúa por primera vez al nivel del partido de Carles Puigdemont, que sigue inmerso en una tendencia descendente.

El estudio consolida a Salvador Illa como referencia transversal y confirma que su figura es la mejor valorada entre los principales líderes, un elemento decisivo en un Parlament donde la única mayoría viable sigue siendo la del bloque progresista. Al mismo tiempo, el crecimiento de la extrema derecha, tanto en el ámbito independentista como en el españolista, agrava la crisis de un independentismo que ya no alcanza la mayoría absoluta en ningún escenario.

El PSC mantiene una ventaja de dos dígitos y Aliança Catalana rompe su techo

Según la estimación de voto del CEO, el PSC vuelve a encabezar la clasificación con el 25,7 % de los apoyos y 38-40 diputados, manteniendo su posición dominante y una ventaja de diez puntos sobre Esquerra Republicana. La candidatura de Salvador Illa reafirma su solidez gracias al apoyo transversal de votantes procedentes de diferentes espacios ideológicos, algo que también se refleja en su nota como líder: 4,9 sobre 10, la más alta del panorama catalán, y un nivel de aprobación del 62 %.

El ascenso más disruptivo llega por parte de Aliança Catalana, que no solo consolida su presencia como tercera fuerza, sino que alcanza 19-20 diputados, un crecimiento sin precedentes impulsado por una fidelización creciente y por la captación de votantes descontentos con Junts. La formación de Puigdemont, que podría perder entre 15 y 16 escaños, queda así sumida en un empate técnico con el partido de Orriols. Además, Orriols supera a Puigdemont en valoración personal —3,8 frente a 3,5—, una señal del desgaste del liderazgo del expresident.

El avance de Aliança Catalana se complementa con el crecimiento de Vox, que obtendría 13-14 diputados, superando de nuevo al PP, que bajaría a 12-13. La suma de ambas fuerzas situaría a la extrema derecha entre 32 y 34 escaños, un cuadro sin precedentes que reconfigura el equilibrio parlamentario y endurece el discurso político.

El independentismo se queda sin mayoría

El CEO confirma que el independentismo, incluso sumando a Aliança Catalana, se quedaría entre 63 y 67 diputados, por debajo del umbral de la mayoría absoluta. Esto descarta cualquier alternativa al actual Gobierno más allá de la continuidad del bloque progresista. La única mayoría posible sería la misma que sustenta hoy a Illa: PSC, ERC y Comuns.

El Govern mantiene una valoración en máximos

El Ejecutivo continúa recibiendo un elevado nivel de aprobación. El 63 % de los encuestados valora positivamente la gestión del Govern, que obtiene una nota de 4,9 sobre 10, su máximo desde el inicio de la legislatura. El apoyo es mayoritario entre simpatizantes de casi todos los partidos —excepto Vox y Aliança Catalana— y se mantiene estable pese al clima de polarización.

El barómetro revela también que la población catalana mantiene como principal preocupación el acceso a la vivienda, que sube diez puntos respecto al último estudio hasta situarse en el 31 %. Además, casi un tercio de la ciudadanía (32 %) considera que Pedro Sánchez es la figura más adecuada para presidir el Gobierno de España, cinco puntos más que en julio.

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