A diez días de las elecciones generales, y siendo este jueves 13 de julio el último día para pedir el voto por correo, el Partido Popular, con su candidato a la Presidencia del Gobierno al frente, Alberto Núñez Feijóo, ha extendido la sospecha sobre esta parte del proceso electoral. Una estrategia habitual en los últimos años en las candidaturas de la derecha y la extrema derecha, con episodios idénticos en las elecciones presidenciales de Estados Unidos que perdió Donald Trump, o en los comicios brasileños que pusieron fin al mandato de Jair Bolsonaro. Sin embargo, en democracias consolidadas como la española, estas acusaciones no se corresponden con la realidad, porque el proceso electoral está consolidado y blindado por multitud de factores. 

En la campaña de las elecciones autonómicas, el Partido Popular ya puso a prueba esta estrategia, con insinuaciones de compra de votos contra los socialistas. Los casos registrados en esa campaña electoral estaban muy por debajo de las habituales denuncias que se dan en un proceso en el que, además de los gobiernos de varias Comunidades Autónomas, se eligen las alcaldías de los más de 8.000 municipios españoles. Y, aún así, la proporción de casos denunciados que afectaba al PP era mayor que los casos asociados al PSOE. Tras el recuento de los votos y la victoria del PP en términos generales, nunca más se supo de esas denuncias.

Ahora, Feijóo repite estrategia. El pistoletazo de salida lo dio en un mitin en Murcia junto a José María Aznar, insinuando que “los jefes” de los carteros estaban fomentando que no se repartieran las papeletas del voto por correo a quienes lo habían solicitado, casi 2 millones y medio de españoles en estos comicios, una cifra récord. "Le pido a los carteros de España que trabajen al máximo, mañana, tarde y noche”, dijo el líder del PP, prometiendo que pagaría todas las horas extras, como si no estuvieran aseguradas.

Tras estas palabras, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado a Feijóo de "embarrar" la campaña con sus falsas acusaciones para “opacar” los pactos de “PP con Vox” que este jueves se van a firmar en varias Comunidades Autónomas. A pesar de ello, Feijóo ha insistido en su estrategia esta mañana, con Federico Jiménez Losantos, pidiendo a los carteros trabajar "mañana y tarde" o "por encima de su horario", algo que ya están haciendo.

Estos son los datos que desmontan los bulos y la estrategia del PP contra el voto por correo.

El voto por correo está vigilado por la Junta Electoral Central

El voto por correspondencia, que es el nombre técnico del voto por correo, está regulado por la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, en los artículos 72, 73, 74 y 75. La encargada de vigilar todo el proceso es la Junta Electoral Central, un órgano independiente, con sede en el Congreso de los Diputados, y formado por ocho magistrados del Tribunal Supremo elegidos por insaculación (sacando sus nombres de un saco al azar) por el Consejo General del Poder Judicial y otros cinco vocales Catedráticos de Derecho o Ciencias Políticas propuestos en conjunto por todos los partidos.

Todas las Juntas Electorales -la Central y las de Zona- tienen a su disposición todo el registro de documentación que va haciendo Correos del proceso y también reciben aquellos votos que pudieran llegar pasadas las 20 horas del día de las elecciones. Cualquier sospecha de irregularidad en el voto por correo -igual que las que se denuncian sobre las campañas electorales- se pueden hacer ante la Junta Electoral Central, además de en los juzgados, sin que conste que el PP haya interpuesto ninguna demanda de este tipo.

El voto por correo no se puede manipular

La última novedad en el proceso es que la Junta Electoral Central acordó a principios de junio que fuera obligatorio presentar el DNI a la hora de presentar el voto por correo en las oficinas de Correos.  “Si el elector no pudiera acudir personalmente a entregar la documentación, deberá otorgar una autorización para que la entrega sea realizada por otra persona, que deberá estar firmada por el elector y acompañarse de fotocopia de su DNI o documento análogo”, reza la Instrucción 5/2023, aprobada de oficio y sin que ningún partido lo pidiese.

Esta exigencia ya estaba instaurada a la hora de solicitar el voto por correo en la oficina, del mismo modo que se reclama identificación válida si el proceso se hace en la página web. En caso de no poder pedirlo o emitirlo en persona por una cuestión de salud, se exige un certificado médico y una autorización a una tercera persona para que ejerza ese derecho.

En cualquier caso, la persona autorizada para este proceso solo podrá hacerlo en una ocasión y para una única persona. Es decir, sobre ese documento especifica la ley: “Sin que en el mismo pueda incluirse a varios electores, ni una misma persona representar a más de un elector”. Y añade el artículo 72 de la LOREG: “La Junta Electoral comprobará, en cada caso, la concurrencia de las circunstancias a que se refiere este apartado”.

El proceso es transparente, secreto y con garantías

La documentación que reciben los solicitantes es clara y explica todo el proceso al detalle. Junto a esta documentación, los votantes reciben un ejemplar de cada papeleta de los partidos o agrupaciones que se presentan en su circunscripción. Y tantas papeletas y sobres como elecciones se celebren: en este caso, Congreso de los Diputados y Senado.

El aviso que acredita que se ha recibido la documentación tiene que ser firmado personalmente por la persona que lo ha solicitado y en el domicilio que lo ha requerido. Para ello, antes debe acreditar su identidad. Si no lo recibe, se le informará de que puede recogerlo en la oficina de Correos correspondiente o delegar en otra persona de la misma manera que se ha especificado antes.

En el sobre de voto no se puede incluir ningún documento o certificado de identificación del votante y, en caso de hacerse, se considera voto nulo. El envío de la documentación se hace por correo certificado hasta cuatro días antes de las elecciones (el plazo acaba el 20 de julio) y el proceso es totalmente gratuito.

Imagen de una mujer siendo atendida en una oficina de correos.

No se puede votar dos veces y siempre hay diferencia de votos efectivos

Nada más registrarse la solicitud de votar por correo, la Delegación Provincial de la Junta Electoral comprueba la inscripción y lo anota en el censo electoral, para que no aparezca en la lista que hay en las mesas electorales. De esta manera, se impide que una persona acuda a su colegio electoral y vote por partida doble, dado que no aparece en la lista correspondiente.

Siempre existe una diferencia entre los votos por correo solicitados y los votos emitidos, porque muchos ciudadanos no terminan de recibirlo, o no acuden a retirarlo de las oficinas o finalmente deciden no votar. Por ejemplo en las elecciones autonómicas y locales de este mes de mayo se solicitaron 1.082.030 votos por correo, pero finalmente solo hicieron efectivo el voto 984.108 españoles.  “En casi todos los procesos electorales siempre hay un pequeño ‘gap’ entre los votos solicitados y los emitidos”, ha explicado el director adjunto de operaciones de Correos, José Luis Alonso Nistal, este jueves en Onda Cero. 

Los españoles confían en el voto por correo

La prueba está en la cifra histórica que se está alcanzado de peticiones de voto por correo para estas elecciones generales del próximo 23 de julio, en buena medida fomentado por la coincidencia con períodos vacacionales. A 13 de julio, y a falta de contabilizar las peticiones de este último día, se han registrado 2.456.826 peticiones de voto por correo.

Hasta el momento, la media diaria era de unas 12.000 peticiones al día, pero el 12 de julio, penúltimo día del plazo legal, se registraron 94.000 peticiones más, pese a las acusaciones sin fundamento lanzadas por Feijóo. De esas 94.000 solicitudes, 81.000 se hicieron de manera presencial en las oficinas de Correos y, el resto, a través de su página web.

Hay 20.240 personas más trabajando en Correos

Correos ha contratado a 20.240 personas extra desde que se anunciaron las elecciones para completar el proceso del voto por correo. La cifra casi duplica la reclamada por los sindicatos, que pedían un refuerzo de 12.000 trabajadores para hacer frente a los comicios. La cifra es más llamativa si se compara con la plantilla habitual de Correos, formada por 48.000 trabajadores repartidos en 2.389 oficinas para atender a la ciudadanía.

El ejemplo de los trabajadores de Correos también pone en valor el voto por correspondencia: 1 de cada 3 trabajadores ha decidido retrasar las vacaciones que tenía programadas para estas fechas y se ha cubierto el 100% de las vacaciones de la plantilla.

Además, la compañía ha adquirido 250 PDAs adicionales para reforzar el proceso de entrega personal a los votantes que han solicitado el voto por correspondencia. 

Entrada a la oficina de Correos en el paseo de Independencia de Zaragoza.

Esfuerzo logístico para el reparto

Una vez terminado el plazo para solicitar el voto por correspondencia este 13 de julio, buena parte del esfuerzo se volcará en el reparto de la documentación necesaria para votar. Buena parte de la plantilla será reforzada, sobre todo en las zonas turísticas, porque muchos españoles han solicitado que el material electoral les llegue fuera de sus domicilios habituales, algo que está permitido por la normativa. 

Este sábado 15 de julio se vivirá un reparto extraordinario similar al que se realizó el pasado sábado 8 de julio, porque Correos ha previsto trabajo extraordinario, igual que horarios de oficinas, en todos los fines de semana. Estos sábados extraordinarios contará con 3.033 empleados trabajando y con 586 unidades de distribución por toda España. Y se modificarán todas las rutas de transporte para adaptarse a las necesidades electorales y se reforzará el servicio en los centros logísticos, incluyendo el que hay en el aeropuerto Madrid Barajas Adolfo-Suárez para gestionar los envíos internacionales de material electoral.

Las oficinas de Correos tendrán horario ampliado: noche y fines de semana

Desde este jueves hasta el 20 de julio, último día para entregar el voto por correo, las oficinas de Correos tendrán un horario ampliado y todas aquellas que cerraban a las 20:00 horas estarán abiertas hasta las 22:00 horas.

El sábado 15 de julio, las oficinas abrirán de manera extraordinaria de 9 a 14 horas y hasta las 21:00 horas en varias poblaciones, especialmente aquellas con mayor afluencia turística. En este horario está asegurado la apertura en Madrid y Barcelona y el resto se hará en función de la afluencia, pero el mejor ejemplo está en el pasado sábado 8 de julio, cuando abrieron 225 oficinas de Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia e Islas Baleares. 

El domingo, Correos abrirá sus oficinas de 9 a 14 en las 54 oficinas principales que hay repartidas por cada capital de provincia y en las ciudades autónomas. 

En su buscador web se puede consultar el horario de cada una de las oficinas de Correos.

Correos ya ha presupuestado el pago de horas extras

Las insinuaciones de Feijóo, asegurando que pagará las horas extras a los carteros en su primero Consejo de Ministros, no se corresponden con la realidad, porque el pago ya está fijado y presupuestado. “Se pagan a fin de mes y están ya presupuestadas”, ha explicado el director adjunto de operaciones de Correos, José Luis Alonso Nistal, en varias entrevistas. “La partida presupuestaria ya está aprobada, con conceptos retributivos detallados y se pagarán en la nómina que corresponda”, ha concretado el directivo de la empresa pública.