El PSOE vuelve de las vacaciones con un calendario repleto de diatribas que afrontar. Al horizonte legislativo, marcado por conocer si Junts es socio u oposición, se le suman los procedimientos judiciales abiertos contra el entorno del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la preparación del Congreso Federal de Sevilla, que se celebrará entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre, y la configuración de un mensaje transversal y homogéneo en las delegaciones territoriales sobre los retos más inminentes que ha de afrontar el partido como socio mayoritario del Gobierno.
Uno de ellos, quizá el más problemático internamente, es la nueva financiación catalana. Un tema de discusión recurrente desde que se conoció el pacto entre el PSOE y ERC que ha derivado en el enfrentamiento directo entre algunas delegaciones de peso en las filas socialistas, como la manchega y la aragonesa, que se niegan a volver a recurrir a la permisividad y la concesión como forma de entendimiento o supervivencia. Distintos adjetivos y valoraciones que, según donde se pregunte, denotan la falta de cohesión entre los barones más próximos al presidente del Gobierno y los históricamente críticos con Sánchez y sus habituales socios de investidura.
Como es conocido, al margen de Andalucía y Madrid, autonomías donde Ferraz estudia un posible cambio de liderazgos de cara a construir una candidatura potente con la que hacer frente a los dos barones territoriales con mayor éxito y popularidad dentro del organigrama del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla e Isabel Díaz Ayuso, son Castilla-La Mancha y Aragón las dos delegaciones con mayor impacto y vehemencia en sus críticas a la financiación catalana.
De hecho, los de Javier Lambán rechazaron en su Ejecutiva, celebrada el pasado jueves, el acuerdo fiscal alcanzado entre los plenipotenciarios en la negociación de dicho precepto en Ferraz y los republicanos catalanes. Los 29 miembros presentes, sin los siete de Huesca que abandonaron la sala, votaron de forma unánime en contra de la propuesta: “El PSOE lleva décadas defendiendo la igualdad y la justicia en un sistema de financiación autonómica en el que se refleje el coste real de los servicios y sin privilegios de ningún tipo”, justificaba el secretario de Organización, Darío Villagrasa.
Un pulso que se sumaba al de Castilla-La Mancha, con Emiliano García Page a la cabeza, quien, siempre que ha tenido oportunidad, ha rechazado las concesiones a Cataluña: desde los indultos hasta la amnistía pasando por la condonación de la deuda, las cesiones de competencias o el nuevo cupo que se perfila entre bambalinas en el Ministerio de Hacienda.
Por el momento, Javier Lambán ha anunciado que acudirá al Comité Federal del PSOE este sábado, por lo que en Ferraz ya hablan de que habrá un clima tenso y con evidentes “disensiones”. Quien no ha aclarado si acudirá o no al cónclave de los socialistas es Page, quien asegura que ya notificó por escrito a Ferraz su contrariedad con el cupo catalán hace semanas. No obstante, desde el cuartel general de los socialistas lo tienen claro: quien quiera hablar, que escoja el foro indicado.
Así lo indicó este lunes Esther Peña, portavoz del PSOE, tras la celebración de una Ejecutiva donde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió unidad argumental y evitar caer en la trampa de mostrarse desunidos y vulnerables ante la derecha en la reapertura del curso político: "Lo que sí que me gustaría es que el resto de presidentes autonómicos, muchos del PP, tengan las agallas de mostrar una propuesta que defienda el interés de sus regiones, de sus territorios y los servicios públicos", sentenció Peña.
Illa pide “serenidad”
Entretanto, el recién estrenado president de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, pidió un debate sereno sobre la financiación buscando consensos y viendo las oportunidades que abre este nuevo marco al resto de regiones. Illa, fiel a su estilo, demostrado a lo largo de toda su trayectoria con especial empaque nacional durante su etapa al frente del Ministerio de Sanidad durante la pandemia del coronavirus, reclamó huir de la urgencia y las prisas, así como de los comentarios soltados a vuelapluma que puedan dañar las estructuras de los socialistas frente a la opinión pública.
El presidente catalán ha asegurado que el acuerdo con ERC se cumplirá, y ha afirmado que se puede lograr una financiación justa para Catalunya "sin renunciar a un principio de solidaridad con el resto de España". Para Illa, en declaraciones a 3Cat, este acuerdo debe pasar por que la Agència Tributària de Catalunya recaude y gestione todos los impuestos en Catalunya y que se respete el principio de ordinalidad.
Preguntado por si los presupuestos de 2025 contemplarán mayor presupuesto para la Agència Tributària de Catalunya, Illa no ha cerrado la puerta: "Si tiene que haber más dinero para desplegar la Agència Tributària, estará", ha afirmado. "El horizonte es un modelo federal, como el que hay en Alemania. No solo no perjudica a nadie, sino que favorece", ha concluido.