La sesión de control al Gobierno ha estado marcada por el intercambio de acusaciones protagonizado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que llevaban casi un mes sin verse las caras en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, el intercambio más beligerante ha sido una vez más el protagonizado por la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el vicesecretario de Coordinación Autonómica y Local del Partido Popular (PP), Elías Bendodo.
La pregunta que, según lo registrado por la propia formación conservadora, iba a formular el diputado a la número dos del Ejecutivo giraba en torno a los “estándares de regeneración democrática”; pero debido al volantazo de Bendodo, el debate ha terminado derivando en la presunta corrupción sanitaria destapada en la Junta de Andalucía que en estos momentos está investigando la Justicia y que se habría producido cuando el diputado del PP todavía se encontraba en el Ejecutivo de Juan Manuel Moreno Bonilla.
El devenir del enfrentamiento dialéctico se veía venir desde el principio, cuando el político conservador ha calificado al Tribunal Constitucional como “túnel de lavado” y ha atacado a Montero por el caso de los ERE. “Hay que tener poco respeto por la justicia para decir esa expresión en esta Cámara”, ha replicado la vicepresidenta, que ha tenido que detener su intervención inmediatamente al quedarse afónica de repente. “Van a volver a utilizar el Constitucional como túnel de lavado de la Amnistía”, ha incidido Bendodo, aprovechando la recuperación del turno.
Acto seguido, el vicesecretario del PP se ha referido a la reacción de Montero en su entrevista concedida a ‘Lo de Évole’, en la que aseguraba haberse quedado sorprendida cuando estalló el caso Koldo y salpicó a José Luis Ábalos. “No me creo que no supiera nada, igual que lo sabía Sánchez, lo tapó y lo ocultó”, ha trasladado. En su réplica para cerrar el intercambio, ya con la voz recuperada, la ministra de Hacienda se ha puesto el traje de secretaria general del PSOE de Andalucía y ha acorralado a Bendodo.
Los contratos sanitarios, Andalucía y Bendodo
“Usted y Moreno Bonilla tienen que dar explicaciones”, ha iniciado, “porque se han personado en la instrucción que está haciendo el juzgado de Cádiz respecto al fraccionamiento de contratos”. El ejecutivo andaluz ha dado este paso después de negar en muchas ocasiones la presunta malversación y prevaricación por valor de 235 millones de euros, que habría sido propiciada por un "fraccionamiento masivo de contratos que supone graves consecuencias para nuestro sistema de salud", según recoge el juzgado. Hechos que la Junta ahora reconoce, pero de los que no quiere hacerse cargo.
“En el escrito de personación han dicho que se han podido producir, respecto a la gestión del SAS (Servicio Andaluz de Salud) un posible menoscabo de fondos públicos, en la etapa en la que usted estaba en ese gobierno”, ha recordado la vicepresidenta a Bendodo lo presentado por su propio partido en Andalucía. “Tienen imputados a tres gerentes del SAS, acaban de cesar al director económico administrativo, han cesado a la interventora general, a todo aquel que tuvo relación con los presupuestos del SAS”, ha continuado.
Esta práctica ha sido habitual desde que estallase el que ya se conoce como “el mayor caso de corrupción sanitaria” de la historia de Andalucía, del que Moreno Bonilla está huyendo con ceses indiscriminados. El último ha sido José Antonio Miranda, gerente de las cuentas del Sistema Andaluz de Salud (SAS), pero por el camino también se quedó la interventora general, María Antonia González Pavón, quien alerto del fraccionamiento.
“¿Van a explicar ustedes que es lo que ha ocurrido para que se hayan personado y haya una clara duda sobre la gestión que se ha podido hacer en el departamento que más dinero maneja”, ha zanjado Montero su intervención, lanzando una pregunta a Bendodo que ha quedado sin respuesta, al no contar con otro turno réplica el diputado del Partido Popular.