La paciencia del Ejecutivo está llegando a sus límites ante la no cooperación del Partido Popular para reunirse y tratar "tres cuestiones de Estado fundamentales". De acuerdo con fuentes del Gobierno consultadas por ElPlural.com, hasta tres habrían sido las fechas planteadas para que Sánchez y Feijóo se reunieran a tratar "la financiación autonómica, la reforma del artículo 49 de la Constitución y la renovación del Consejo General del Poder Judicial". Sin embargo, desde las filas del PP, todo lo que se ha obtenido de vuelta ha sido silencio.
"Seguimos a la espera de que el Señor Feijóo confirme alguna de las tres fechas propuestas para celebrar la reunión que le ofreció el presidente del Gobierno", apuntan las mismas fuentes. "El lunes planteamos tres posibilidades diferentes de calendario para poder acomodar las agendas y en un hecho insólito en nuestro país, tres días después, el PP todavía no ha respondido", argumentan.
"Estamos a la espera de que el líder de la oposición diga si acude o no a esta reunión. Como hemos dicho públicamente, el Señor Feijóo puede plantear en esa reunión las cuestiones que estime oportunas. Basta de excusas", zanjan las fuentes del Ejecutivo, después de que esta triple proposición haya sido completamente desoída.
Sin voluntad alguna para reunirse
El arranque de la legislatura ha estado marcado por la importancia de estas tres cuestiones de Estado y la urgencia de atenderlas entre el Ejecutivo y el principal partido de la oposición. El objetivo de Pedro Sánchez era mantener una reunión con Alberto Núñez Feijóo a este respecto antes de que finalizase el año. Sin embargo, los intentos de acercamiento están cayendo en saco roto ante la ausencia de respuesta de los 'populares', que parecen estar más centrados en otras cuestiones, como en dar la batalla por la ley de amnistía, ante la que han asegurado que "emplearán todos los medios disponibles para defender la integridad de la Constitución", o en realizar numerosas concentraciones para tratar el mismo tema, bajo la premisa de la "defensa de España".
Tres compromisos que llegaban con la legislatura recién empezada y entre críticas y reproches de la derecha por los indultos a los políticos del 'procés', Un ambiente de fragmentación que se ha agudizado aún más tras la ruptura oficial de Podemos y Sumar, después de que los morados hayan decidido incorporarse al Grupo Parlamentario Mixto, abandonando así a la formación de Yolanda Díaz en aras de "preservar su independencia política".
Una noticia que, por otra parte, no ha sido repelida por el propio Pedro Sánchez, que ha indicado que la unidad de la izquierda debe preservarse frente a los riesgos de los reaccionarios. "Tocará negociar más", ha indicado el presidente, asegurando, no obstante, que no teme que esta separación pase factura a la legislatura porque toda la izquierda tiene claro que el camino pasa por cumplir una serie de objetivos para mantener derechos sociales. "No tenemos que confundirnos de adversarios, sabemos a quién tenemos enfrente", argumentaban, por su parte, otros políticos socialistas.
Nuevos distanciamientos entre el PP y Vox
Por otra parte, el presidente de Vox, Santiago Abascal, afeó en el debate de la toma en consideración de la ley de amnistía al presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, que no le haya apoyado tras sus palabras sobre Pedro Sánchez en la entrevista con el periódico argentino Clarín, donde aseguró que "el pueblo le querrá colgar de los pies" al presidente del Gobierno. Unas palabras que fueron casi unánimemente rechazadas por su carácter agitador. En su intervención, el líder ultraderechista recordó la foto de Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado, en un discurso que evidencia que las relaciones entre ambas derechas también atraviesan momentos de tensión.
Abascal dedicó buena parte de su intervención a recriminar al líder del PP la postura del partido en la polémica surgida en torno a su persona por sus declaraciones en el medio argentino. Desde Vox han asegurado que el PP se “arruga” ante el PSOE en este respecto, al no ponerse de su lado tras haber expresado unas palabras que llamaban a atacar contra la figura del presidente del Gobierno.
Ésta es la situación actual del PP: aferrado al clavo ardiendo de la amnistía como si fuese lo último que quedase en el tablero político, sin dar respuesta alguna a las peticiones de reunión del Ejecutivo para tratar cuestiones de Estado importantes, y despreciado hasta por su mejor socio. Se avecinan días difíciles para Feijóo en la recta final de este año.