La relación entre el PSOE y Junts ha sido clave en la estabilidad política del actual Gobierno, marcada por acuerdos estratégicos que han generado tanto apoyos como recelos en distintos sectores. Desde la amnistía hasta la reciente cesión de competencias en materia de inmigración a la Generalitat, estos pactos han reconfigurado el tablero político y han abierto debates sobre el futuro de la gobernabilidad en España y en Cataluña. 

Uno de los hitos más destacados en la colaboración entre ambas formaciones es el acuerdo para transferir competencias en materia de inmigración a la Generalitat de Cataluña. Después de más de un año de negociaciones, el PSC y Junts han alcanzado un pacto que permitirá a Cataluña gestionar aspectos clave de la política migratoria. Según lo informado, este acuerdo implica que los Mossos d'Esquadra, en colaboración con la Guardia Civil y la Policía Nacional, asumirán el control de personas extranjeras en puertos y aeropuertos. Además, la Generalitat gestionará permisos de residencia y centros de internamiento de extranjeros (CIE), aunque las expulsiones que requieren expediente seguirán siendo competencia estatal. Este pacto podría facilitar la negociación de otras leyes y presupuestos, aunque se anticipan debates legales y políticos, especialmente con el Partido Popular (PP) y sectores progresistas. ​

Por otro lado, este acuerdo se concretará en una Ley Orgánica que será presentada en el Congreso de los Diputados. Entre los aspectos destacados, los Mossos d'Esquadra asumirán funciones de seguridad en fronteras, puertos y aeropuertos, en coordinación con la Policía Nacional y la Guardia Civil. Se incrementará la plantilla de los Mossos en 1.800 efectivos. La Generalitat gestionará autorizaciones de residencia y expedirá documentos de identidad para extranjeros. También desarrollará políticas de integración y protegerá a víctimas de trata. Se encargará de los Centros de Internamiento de Extranjeros en Cataluña. El Estado transferirá los recursos necesarios, pero mantendrá la supervisión de las políticas migratorias. ​

De esta manera, el acuerdo entre socialistas e independentistas permite al Gobierno que  respuesta a uno de los compromisos pendientes de la legislatura y, al mismo tiempo, allane el camino hacia los Presupuestos Generales del Estado. En resumen, el pacto concede a las instituciones catalanes “una posición determinante en todas las fases de la relación de los inmigrantes con la administración”. De este modo, exponen en el texto registrado en el Congreso de los Diputados, se fomenta un “modelo propio y una política integral” en materia migratoria para Cataluña.

Impacto en el independentismo

El acercamiento entre el PSOE y Junts no solo ha tenido consecuencias en la política nacional, sino también en la interna del independentismo catalán. Junts, liderado por Carles Puigdemont desde el exilio en Bélgica, ha oscilado entre una estrategia de confrontación y otra de negociación pragmática. Su apoyo a Sánchez ha sido visto por algunos sectores independentistas como una "traición", mientras que otros lo interpretan como una oportunidad para arrancar concesiones sin renunciar a sus principios.

Este equilibrio inestable se refleja en las encuestas, que muestran un desplazamiento del voto independentista. Mientras que ERC ha experimentado un descenso en intención de voto, Junts se mantiene con cierta estabilidad, aunque con un trasvase de electores hacia formaciones más radicales como Aliança Catalana. Este fenómeno preocupa a los estrategas de Junts, que buscan justificar sus pactos con el PSOE sin perder credibilidad ante su electorado más soberanista.

En paralelo, el PSC ha logrado consolidar su posición como la primera fuerza política en Cataluña, superando tanto a ERC como a Junts en intención de voto. Salvador Illa, líder de los socialistas catalanes, ha mantenido una estrategia de diálogo sin renunciar a su oposición a la independencia, lo que le ha permitido captar votantes moderados desencantados con el procés.

Los acuerdos entre el PSOE y Junts han marcado un punto de inflexión en la política española, con implicaciones tanto en la gobernabilidad del país como en el futuro del independentismo catalán. Mientras algunos consideran que esta relación fortalece el diálogo y la estabilidad, otros la ven como una cesión excesiva que puede debilitar al Gobierno y generar nuevas tensiones. Queremos conocer tu opinión sobre esta alianza y sus consecuencias. ¿Crees que es un pacto beneficioso o una estrategia arriesgada? Responde a nuestra encuesta y participa en el debate.

Encuesta
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Imagen de archivo de Santos Cerdán y Puigdemont reunidos. EP

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