El acuerdo entre el Partido Popular y Vox para gobernar en coalición en la Comunitat Valenciana, cerrado a principios de esta semana, ha supuesto un auténtico terremoto político tanto en la propia formación de Alberto Núñez Feijóo como en el sector izquierdista del tablero político. El partido intenta disimular el efecto espejo que esa alianza a la valenciana ha desembocado en otros territorios de España y quitar importancia al pacto así como a la polémica que ha suscitado el candidato ultra Carlos Flores, condenado por violencia de género. Y es que parece lejana la campaña electoral de los pasados comicios autonómicos y municipales del 28 de mayo cuando la derecha intentó hacer de las listas de EH Bildu un activo electoral contra los 44 acusados por delitos relacionados con el terrorismo de los que siete tenían delitos de sangre.

Pese a que estos rechazaron el acta en el caso de salir elegidos tras la controversia generada, un sector de los populares extendieron el chicle durante varias semanas exigiendo la retirada de los otros 37 bajo el argumento de que no pueden tener ninguna representación parlamentaria en el Congreso de los Diputados personas que tengan cuentas de estas características con la justicia. Tras el tibio veto de Génova a Flores por una sentencia por violencia de género, las siglas de Santiago Abascal le apartó de las apuestas a las Corts para reubicarle como candidato a la Cámara Baja por Valencia. Pero entonces, ¿el PP considera lícito que un condenado por violencia machista sea diputado? Desde ElPlural.com se les ha preguntado por ello a los de Feijóo.

Vox vs. Bildu para el PP de Feijóo

El PP y Vox han cerrado este martes finalmente una alianza para gobernar de forma conjunta la Comunidad Valenciana tras algunos vaivenes. Y es que la gran incógnita era si los populares de Carlos Mazón iban a escuchar las directrices de Génova así como el futuro de Carlos Flores en el caso de responder de forma positiva a la primera cuestión. Los ultraderechistas prefirieron no desaprovechar la oportunidad de ocupar asientos de la Generalitat y apartaron a su candidato de la pugna por los puestos institucionales en el futuro gobierno PP-Vox. "No he dado un paso al lado, he dado un paso al frente", esgrimió el propio dirigente ultra en una rueda de prensa ante los medios minutos después de finalizar la reunión que dio lugar al pacto de coalición. El propio dirigente regional ha justificado este convenio en el propio interés de Alberto Núñez Feijóo.

Y es que la decisión pasó también por que Flores pasara a ocupar el número uno de la lista de los de Santiago Abascal para el Congreso de los Diputados por Valencia, por lo que tiene casi garantizado un escaño en el Cámara Baja. Todo después de que el portavoz del comité de campaña del PP y vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta, Borja Sémper, sostuviera desde Génova 13 de forma pública que la condena por maltrato de Flores era una "línea roja" a pesar de que el presidente de los populares había dado vía libre a los dirigentes regionales para aliarse con los de extrema derecha en todos los lugares posibles. De hecho, ambas formaciones ya han rubricado en las últimas horas sendos pactos en más de una decena de ayuntamientos a la espera de conocer qué ocurrirá en regiones como Murcia o Extremadura.

Sin embargo, esta situación choca frontalmente con la pasada campaña electoral para los comicios autonómicos y municipales del 28 de mayo, cuando los conversadores aprovecharon la inclusión en las listas de EH Bildu de 44 acusados por terrorismo. Siete de ellos incluso son delitos de sangre. Desde entonces, la cúpula popular intentó sacar rédito político de esta situación pese a que la dirección abertzale decidió apartar a los nombres que presuntamente cometieron algún crimen. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, llegó a pedir la "ilegalización" de la formación vasca y a afirmar que los otros 37 "son igual de culpables", lo que desencadenó un cisma. Preguntados por si entonces consideran lícito que un condenado por violencia machista sea diputado, en Génova evitan la respuesta. "No entramos en eso", esgrimen con conversaciones con ElPlural.com. 

Condenado por violencia de género

¿Quién es Carlos Flores? Este Catedrático de Derecho Constitucional de la Universitat de Valencia ya en 1982 comenzó su andadura con la extrema derecha, concretamente con Fuerza Nueva, con quien concurrió a los comicios generales de ese mismo año. Desde ese momento ha estado apartado de la primera línea de la política, aunque ha ejercido como vocal del Consell Valencià de Transparéncia a propuesta por el propio Partido Popular valenciano y como vocal de la Junta Electoral Valenciana. Además, ha tenido un gran peso en los medios de comunicación al ejercer como tertuliano de la actualidad en varios canales locales y autonómicos. Pero cobra especial importancia que el ahora candidato al Congreso fue condenado en el año 2002 por un "delito de violencia psíquica habitual" con "coacciones, injurias y vejaciones" contra su exmujer por la Audiencia Nacional.

La sentencia reflejaba que el acusado había ejercido un "quebranto psicológico" contra la madre de sus hijos. Además, la Sección Quinta de la Audiencia Provincial rechazó el recurso presentado por Flores, por lo que el ahora cabeza de lista valenciano fue condenado a un año de cárcel, se le inhabilitó el mismo periodo de tiempo para ser elegido por sufragio pasivo, se le prohibió el acercamiento a su expareja durante tres años y se le impuso una indemnización por responsabilidad civil de 6.000 euros. Asimismo, el escrito de la Audiencia recoge que el político ultraderechista había perseguido a su exmujer -de quien se había divorciado un año antes- en más de una veintena de ocasiones y que había vertido insultos contra ella y el que era su suegro incluso delante de sus tres hijos en común.

Los antecedentes penales se consideran extinguidos y tanto él como Vox -partido que insiste en negar la existencia de una violencia de género- entienden que su pasado judicial no le inhabilita para cargos políticos en la actualidad. "No tengo ninguna cuenta pendiente con la Justicia. Las que en su día tuve las saldé sobradamente", ha defendido en una ocasión Flores, quien ha reconocido que "todos, en un momento determinado de nuestras vidas, hemos dicho o hecho cosas de las que luego te arrepientes". Sin embargo, la realidad es que los hechos y las declaraciones que recogían la sentencia mencionada eran graves y contiene amenazas como "te voy a estar jodiendo toda la vida hasta que te mueras y acabe contigo" y descalificativos como "ladrona", "secuestradora de niños” o "dueña de calabozo".

Especialmente relevante es que estas palabras las pronunciaba debajo del balcón de su exmujer e incluso también delante de la puerta del colegio de una de sus hijas. De hecho, el citado documento recoge que en una ocasión la mayor de las niñas tuvo que pedir ayuda a unos agentes de la policía. Entretanto, Flores recurrió que su expareja le tenía animadversión porque había perdido la condición de mujer de profesor de Universidad. Ahora José María Llanos Pitarch se ha convertido en el posible sustituto de este condenado por violencia machista de Vox que llamó "llorón" a Mariano Rajoy. Entre otras cosas, este perfil es un férreo defensor del "pin parental", la "familia natural" y tiene un discurso abiertamente anti migratorio.