El aguirrista Fernando Sánchez-Dragó  justificaba su ausencia de la Feria del Libro de Barcelona en una columna de El Mundo este lunes diciendo que “no me gusta ir a una región de España en la que han prohibido los toros y cierran librerías acusándolas de nazis”.

Molesto por una pregunta
En el mismo texto Dragó arremetía contra medidas adoptadas en Cataluña y contra algunas personas en concreto: “¡Imaginen que me toca firmar junto a la Rahola o cualquier otro fantoche de los sumideros de la tele! No me gusta ir a una región de España en la que han prohibido los toros y cierran librerías acusándolas de nazis”. “No me gusta sentirme puta de escaparate enseñando las bragas a los peatones”, insistía Sánchez-Dragó, que se muestra muy molesto porque la última vez que fue a Barcelona una periodista le preguntó qué se sentía “al ser un escritor mediático”.

Rahola insta a “reflexión profunda”
Rahola, aludida directamente por Sánchez-Dragó, ha contestado este martes desde su columna en La Vanguardia, continuando así una polémica que ha recogido en su blog el periodista Fernando Berlín. La periodista y tertuliana se pregunta socarronamente si podrán “sobrevivir a una ausencia tan preclara, a una voz tan libre de cargo, a una pluma tan desplumada” y, como cree que no, propone “que Catalunya haga una reflexión profunda, ahora que aún está a tiempo”.

Recibimiento con Botella, con toros…
Entre sus medidas para rectificar propone transmutarse “en alguien presentable, no sé, una Ana Botella por ejemplo” así como “recuperar la tortura a los toros, mientras volvemos a abrir esa decente librería que vende libros de Hitler”. Se refería así a la librería Europa, cerrada por apología del nazismo, la misma que parecía añorar en su texto Dragó.

… y con lolitas
Va más allá Rahola en su buena predisposición: “Y si hace falta, le montamos una comité de bienvenida con niñas de 13 años, unas de esas lolitas 'que visten como zorritas' y que tanto le gustan. Todo sea para que Dragó no nos abandone. La vida sin él es insoportable”.

Enfrentamientos anteriores
No es la primera vez que ambos se enfrentan desde los medios por las obsesiones de Sánchez Dragó. El verano pasado el columnista de El Mundo tachó de “fachas” y “nazis” a quienes “obligan a doblar películas y a utilizar idiomas vernáculos". Rahola replicó entonces al “practicante del sexo tántrico” y “escritor a ratos libres” lamentando que “defender democráticamente un idioma en el propio territorio” pueda ser equiparado “al asesinato de más de 20 millones de personas”.