Este martes era el Día D para María Dolores de Cospedal: se ha estrenado en la Comisión de Defensa. La expectación era máxima no solo por el interés que ha despertado su consecución de una cartera ministerial, sino por asistir a la primera prueba de la ministra y conocer de primera mano su capacidad, puesta en entredicho tiempo ha, desde que hizo el ridículo ante la por entonces ministra de Defensa Carme Chacón, quien le dio un rapapolvo de manual.

Era la fecha marcada en rojo en el calendario y Cospedal no defraudó. Durante la presentación de las líneas generales de su política de Defensa, una frase retumbó en la sala: “Somos plenamente conscientes de que las capacidades militares tienen que ser planteadas de una manera realista acorde con las posibilidades presupuestarias de la nación”. O lo que es lo mismo: ajustarían su presupuesto a la realidad económica. Esto no sería tan extraño si no fuera porque hace unas semanas el diputado Gabriel Rufián retrató a la flamante ministra preguntándole si tomaría en consideración reducir el gasto en Defensa dada la actual coyuntura económica de España. La respuesta de Cospedal fue un escueto: “No”.

Y es que, Cospedal dispondrá de un 30% más de presupuesto para gastar en 2017. ¿La razón? Que, tal y como trasladó a los grupos parlamentarios a principios de diciembre, habrá que hacer frente a los gastos de los Programas Especiales de Armamento (PEA), lo que supondrá 1.824 millones de euros más.

Mientras el gasto en armamento sube como la espuma, UGT reivindica una subida de la cuantía destinada a prestaciones de dependencia, en el décimo aniversario de la Ley de Dependencia. El sindicato denuncia que desde el año 2011, desde que llegó Mariano Rajoy a La Moncloa, el Gobierno ha recortado el gasto de dependencia en 619 millones de euros. Un dato que adquiere una mayor relevancia cuando se complementa con este otro: hay 154.946 beneficiarios más y 355.596 están en lista de espera.

Nos encontramos, una vez más, ante la incongruencia del PP. Cospedal ha asegurado en su estreno ante la Comisión de Defensa ser consciente de que han de plantear un presupuesto “realista” acorde con las “posibilidades presupuestarias”. La pregunta es si las cuantías fijadas para 2017 se corresponden con la realidad económica del país con datos como los expuestos.

Cospedal justifica todo este despliegue en la necesidad de defender el pilar fundamental de España, la democracia, de un mal cada vez más descentralizado en un mundo “globalizado”.

El retrato de Cospedal

Pero el hecho de que Cospedal afirme una cosa y los hechos le retraten no es lo único que pone en entredicho su idoneidad. Cuando se anunció que la expresidenta de Castilla-La Mancha sería la cabeza de la cartera ministerial de Defensa, desde ELPLURAL.COM recordamos el rapapolvo que recibió de la por entonces ministra Carme Chacón. Cospedal le preguntó si el Gobierno pretendía vender el aeropuerto de Ciudad Real a EEUU para que este la usara como base militar. Ante dicha cuestión, Chacón fue clara: “No. No hay ninguna intención por tres razones: porque el Gobierno no tiene ningún interés, porque EEUU tampoco y porque con la legislación vigente no es posible”. De hecho, la exministra le recriminó que “después de 22 meses en esta Cámara, sin haber abierto nunca la boca, ¿no le parece que su primera pregunta tenía que haber tenido como mínimo un poquito de fundamento?”.