Koldo García Izaguirre estuvo en el Ministerio de Sanidad, pero no recibió “ni un euro” del departamento. Así lo ha confirmado el que fuera titular del ramo desde 2019 a 2021 y que, a la postre, afrontó lo peor de la pandemia. Salvador Illa ha desfilado por la comisión de investigación de la compra de material sanitario en el Congreso, donde ha admitido que vio “un día” a uno de los principales cabecillas de la trama Delorme. Sin embargo, a pesar del hostigamiento del portavoz popular Elías Bendodo, sobre quien pesa una investigación por adjudicación de contratos en la Junta de Andalucía, el candidato del PSC a la Generalitat ha rechazado sus acusaciones y ha constatado que de su cartera “no dio ni un euro” a la empresa Soluciones de Gestión, negando asimismo que tuviera relación alguna con Koldo.

La comisión ha arrancado con una intervención inicial del compareciente, donde ha expuesto que en aquellos meses de 2020 hubo “unos pocos oportunistas y advenedizos que se aprovecharon” de los contratos de material sanitario. No obstante, admite que el contexto entonces hacía “difícil de detectar” propuestas que llegaban a las diferentes administraciones. Illa, que ha asistido a la comisión con un informe de 32 páginas sobre los procedimientos a seguir en aquellos meses bajo el influjo del estado de alarma, ha expuesto que en aquellas fechas, tanto su departamento como el resto de la autoridad sanitaria “recibieron, a través de diferentes vías, múltiples ofertas de particulares, empresas e intermediarios que ofrecían suministros de material de diverso tipo”.

Salvador Illa ha desprovisto de cualquier tipo de vínculo a su departamento. Sanidad nada tuvo que ver con las empresas del caso Delorme. Sí ha recalcado el complejo momento que atravesaba no sólo España, sino la población mundial entera. El contexto provocó que a su cartera aterrizaran “muchas propuestas”, aunque un gran grueso de ellas se formalizaba por parte de “oportunistas y advenedizos”. Por ello, ha precisado que su ministerio consideró como “imprescindible” la detección de proveedores fiables que se suministraran con relativa rapidez el material requerido, motivo por el cual habilitaron un buzón de correo electrónico. A este e-mail llegarían numerosas propuestas, aunque todas ellas, según ha expuesto, se sometían a un “riguroso análisis” que se basaba en la solvencia, la seriedad de las ofertas, la capacidad para realizar los suministros.

Ni “un euro” a Koldo

El relato del candidato del PSC a la Generalitat parte del 20 de marzo de 2020, cuando, seis días después de la declaración del estado de alarma, se acometió la primera compra masiva desde su cartera. Veinte días después, se cerraron un total de 28 contratos que facilitaron el suministro suficiente para los meses posteriores por un importe total de 750 millones de euros. Un montante que permitió la adquisición de 642 millones de mascarillas quirúrgicas, 106 millones de mascarillas FFP2 y FFP3, 58 millones de guantes, tres millones de monos de protección, 550.000 gafas de protección, 6.298 respiradores y medio millón de test de diagnóstico rápido. Recopilación de equipamientos sanitarios que, bajo ningún concepto, salieron de la empresa central de la trama Koldo. El Ministerio de Sanidad, tal y como ha explicado su ex responsable, no pagó “ni un solo euro” a Soluciones de Gestión. Así se lo ha hecho saber al portavoz del Partido Popular en la comisión, Elías Bendodo, sobre quien pesa una investigación abierta por Anticorrupción por contratos durante la pandemia cuando era mano derecha de Juanma Moreno en la Junta de Andalucía.

Precios fuera de mercado

El coordinador general del PP ha interrogado a Salvador Illa sobre una presunta relación con Koldo García cuando asumía la cartera de Sanidad. El candidato del PSC ha admitido que tuvo un tímido contacto con él en aquella época. Sin embargo, ha precisado, no quiere decir que cerrara contrato alguno con él. “Me vi una vez con el señor Koldo. Lo remití a los técnicos y concluyeron que no se iba a comprar nada. Hice lo que tenía que hacer. Yo no autoricé las compras del ministerio, salvo algunas compras de los primeros días, ya que por cuestiones de eficacia delegué esas competencias en otros responsables”, ha justificado. Illa se defendía de esta manera de los ataques de un Bendodo que insistía en atribuir al compareciente una cuota de responsabilidad. Tal es así, que el conservador aseguró que tanto él como su ministerio fueron “un coladero de empresas pirata y de la trama PSOE” que ahora está en dependencias de la Audiencia Nacional. “¿Cómo fue posible que se le colasen tantos delincuentes que ahora investiga la Justicia?”, ha lanzado el portavoz conservador, que no encontraba la respuesta que deseaba. El exministro se aferró a las 72 auditorías que escudriñaron la gestión de Sanidad durante la pandemia, enfatizando que no existe “ningún reproche contra ningún cargo” vinculado a su cartera.

Illa: "Me vi una vez con el señor Koldo. Lo remití a los técnicos y concluyeron que no se iba a comprar nada. Hice lo que tenía que hacer"

Sí ha reconocido, en cambio, que el Ejecutivo compró mascarillas a un precio desorbitado, pero sujeto al contexto del mercado, admitiendo que, dadas las circunstancias, se acudió a proveedores “no tan conocidos” al ver que podrían ser más interesantes. No obstante, ha perjurado que se esforzó para “adquirir producto lo mejor y más rápido posible”. Con todo, Bendodo percutió en su estrategia a la ofensiva contra el exministro, acusándole de pagar ocho millones de euros en comisiones a la empresa Hersill por la adquisición de respiradores. Teoría que ha tumbado el propio Illa al asegurar que no existió pago alguno de una comisión, aunque sí ha deslizado que podía “nombrar muchos casos de compras a precios superiores en la Comunidad de Madrid”.

Comisión con aires electorales

Tras los turnos de Vox y de Sumar, quienes se han mostrado especialmente duros con sus socios de Gobierno, el independentismo catalán asumía el protagonismo de la comisión. La proximidad del 12 de mayo suponía un peligro para las fuerzas catalanas. En los pasillos del Congreso hay quien advertía de los peligros de asumir la comparecencia como una suerte de mitin y la delgada línea entre la prudencia y “pasarse de frenada”. Las elecciones catalanas han sacado a codazos el objetivo de la comisión del foco. Al menos así lo entienden los socialistas con la intervención de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

El portavoz de la formación independentista ha mantenido un tenso enfrentamiento con el exministro de Sanidad, prácticamente a niveles del que minutos antes protagonizaba Elías Bendodo. El diputado republicano optó por un modelo de interrogatorio basado en preguntas cortas y respuestas de idéntica longitud. Illa deslizó -e incluso reiteró- a lo largo de toda la sesión que en aquella época la prioridad no era “comprar barato, sino comprar”. Un titular que Rufián le ha sacado a colación. El dirigente republicano le ha afeado esta cita al líder de los socialistas catalanes, exhibiendo además empatía con la “dificultad” que comportaban unos tiempos en los que “se hubieran comprado mascarillas a Bin Laden”. “Pero se tienen que dar explicaciones”, ha reprochado.

Rufián, a Illa: "Entiendo que eran momentos en los que se hubieran comprado mascarillas a Bin Laden, pero hay que dar explicaciones"

Al hilo de ello, Rufián le ha preguntado por qué “le timaron” y cómo es posible que “el chofer de un ministro -por Ábalos- acabe siendo uno de los principales proveedores sanitarios en plena pandemia”. Illa ha negado que le estafaran y ha despejado los balones con respecto a la segunda cuestión, pues él tan sólo responde por los nombramientos que él hiciera en su momento. En cualquier caso, ha insistido en que Soluciones de Gestión no cerró contrato alguno con el departamento que dirigió hasta el año 2021 pese a la insistencia del republicano.

El portavoz parlamentario de ERC abundó en el asunto y le interrogó sobre los motivos que llevaron al Gobierno a “centralizar las compras”. La tensión iba in crescendo, hasta el punto de que Rufián, que apenas dejaba responder al exministro, instó a Illa a desquitarse del mono electoral porque esto era una comisión. “No es un mitin”, resolvió. El republicano regresó al “chófer del ministro”, reprochando al socialista que “se le escapara” que Koldo fuera quien “avalaba las compras de material”. “Usted entiende que eso no es normal. ¿Lo entiende o no?”, presionó, aunque la respuesta de Illa desvió el tiro hacia Transportes. Tirando de ironía, el portavoz lo comparó con “Cristina y Urdangarin”, antes de deslizar que si a un cargo público le timan tres veces significa que “aquí hay tomate”.

Contra todo pronóstico, más amable ha sido el turno de Miriam Nogueras. Si bien ha acusado a Illa de “recentralización” y de invasión de competencias con las decisiones adoptadas durante la pandemia, el tono ha bajado varios decibelios en comparación con el de su homólogo republicano. No obstante, el exministro ha rechazado las tesis neoconvergentes, apelando a la “lealtad institucional”. En cualquier caso, ha precisado a la líder independentista que no existió “recentralización” alguna, sino que se limitó a una “compra centralizada”, cerrando el primer acto de una jornada que tendrá su continuación este próximo miércoles, aunque en la misma Cámara, el Senado, donde su jefe de Gabinete ha admitido que se vio hasta en tres ocasiones con Koldo García, aunque manteniendo que Sanidad no le compró material a Soluciones de Gestión.

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