La escritora y periodista Pilar Eyre (Barcelona, 1951), ha estrenado ‘De amor y de guerra’ (Planeta), en la que aborda el fin de la guerra civil española y el exilio a través de unos jóvenes que vieron cómo sus vidas se truncaban de la noche a la mañana. “Es una generación enferma, que ha sufrido lo que ahora llamamos estrés postraumático y me pareció muy interesante saber qué pasaba por la cabeza de estar personas sometidas a hechos extraordinarios”, nos explica desde el salón de su casa, donde nos recibe para hablarnos de su nueva novela, flanqueada por su inseparable Brody (su perrito) y la directora editorial de Planeta, Belén López Celada.

Pilar Eyre junto a su inseparable Brody, nos ha recibido en su casa para presentar su novela 'De amor y de guerra'Pilar Eyre junto a su inseparable Brody, nos ha recibido en su casa para presentar su novela 'De amor y de guerra'

A pesar de que ya lleva unas cuantas biografías a cuestas (entre ellas las de Franco y los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía), y otras seis novelas (‘Mi color favorito es verte’, con la que fue finalista del Planeta, ‘No me olvides’, ‘Un amor de Oriente’, ‘Carmen, la rebelde’, ‘Un perfecto caballero yCuando éramos ayer’) nos confiesa que lleva días sin dormir, preocupada por cómo recibirá la crítica esta nueva ficción. “Una crítica mala es destructiva”, recordando su obsesión por el único comentario negativo que recibió al convertirse en finalista del Premio Planeta. “Para mí fue un triunfo profesional increíble, llegó a estar el primero de la lista de los más vendidos durante meses, pero sacaron una mala crítica y solo me acordaba de ella. Lo hablé con un psicólogo y me dijo para combatirla, se necesitan 70 cosas positivas”, nos explica. Y añade con una enorme sonrisa: “Todavía no lo he olvidado”, bromea.

Pilar Eyre nos dedica su último libro, 'De amor y de guerra', sentada en el despacho de su casa, rodeada de libros y recuerdos personalesPilar Eyre nos dedica su último libro, 'De amor y de guerra', sentada en el despacho de su casa, rodeada de libros y recuerdos personales

La novela, la "reina de la literatura" para Pilar Eyre

Escribir ficción le parece mucho más difícil que cualquier otro género literario. “La novela es la reina de la literatura. Solo los pedantes y los tontos leen ensayo”, critica con ironía. En este sentido, aclara que todos los ensayos del mundo están en las grandes novelas como ‘Guerra y Paz’, ‘El Gatopardo’, ‘Madame Bovary’ o ‘Don Quijote’, un clásico este último que ha releído este verano y en papel, aclara. “He sentido que todas las neuronas que tenía muertas de tanto scroll, el ebook, el Facebook y todo eso, se han activado tras su lectura. Me ha despertado áreas del cerebro que pensaba que estaban muertas para siempre y, de verdad me digo, ahora soy más inteligente”.

"El Quijote me ha despertado áreas del cerebro que pensaba que estaban muertas para siempre y, de verdad me digo, ahora soy más inteligente”

Pilar Eyre se ha convertido en toda una especialista en narrar historias de época y, aunque los protagonistas principales siempre son ficción, les proporciona vivencias reales de otras personas. En este caso, el punto de partida fue la historia del abuelo de un amigo suyo al que todos daban por muerto: “Su abuela rehízo su vida y compró un certificado de defunción, cuando en realidad estaba en Francia, viviendo a 100 kilómetros de la frontera, ni siquiera se había ido a la otra punta del mundo, y nunca supo contestar a por qué no había dado señales de vida”.

El segundo hecho inspirador de la novela ha sido “un dato impresionante” que encontró en la extensa documentación que consultó para empaparse de este periodo histórico sobre Modesto, un militar republicano que llegó a general por méritos de guerra y que protagonizó un hecho terrible. “Fue una de las personas que cruzó a Francia el 9 de febrero de 1939 fue Modesto, cuando medio millón de personas estaba tratando de salir en desbandada de España. Había un colapso en la frontera impresionante, Modesto, muy nervioso, sacó una pistola y con la mano temblorosa pegó un tiro a un pobre chico desconocido que estaba intentando apartar de la vía un camión que se había averiado. Esa muerte absurda, que es el horror añadido al horror, me llevó a pensar qué hay en la cabeza de esta persona para hacer algo así”, relata.

"“Lo que quiero es, a través de la vida de unas personas concretas, ordinarias, entender esa época"

Este episodio lo viven los protagonistas del libro y cambia radicalmente sus vidas. En un instante pasan de ser unos jóvenes despreocupados que se lanzaban al exilio casi como una aventura banal, se convierten en unos adultos sobre los que recae el horror y la sinrazón de la guerra. “Lo que quiero es, a través de la vida de unas personas concretas, ordinarias, entender esa época. Son personajes como nosotros, chicos o chicas jóvenes como hemos sido nosotros y que se enfrentan con sus vidas corrientes a estos hechos extraordinarios y tratan de salir adelante” comenta.

La casa de Pilar Eyre es una casa muy vivida, llena de recuerdos personales y cuadros pintados por su padre, Vicente EyreLa casa de Pilar Eyre es una casa muy vivida, llena de recuerdos personales y cuadros pintados por su padre, Vicente Eyre

En la novela también hay mucho de sí misma y su propia familia. Nos cuenta el caso de un tío suyo, el único hermano de su madre, que murió con 19 años en la División Azul y cómo su padre, el pintor Vicente Eyre, pasó los tres años de guerra en la cárcel Modelo de Barcelona, condenado a muerte. “Todos los días recitaban la lista de los que iban a fusilar ese día y mi padre sólo descansaba cuando llegaban a la letra E, pensando que tenía 24 horas de vida más”, relata.

"Las mujeres fueron las grandes perdedoras de la guerra civil"

Pilar se siente autorizada para hablar con objetividad de los dos bandos. “Por mi nacimiento, soy heredera de uno de los bandos y por mi conciencia, del otro”, justifica. En cualquier caso, lo que ha pretendido es contar el desarraigo de esos jóvenes de la posguerra y hacer un retrato de esa época desde el punto de vista de las personas ordinarias, que nunca salen en los libros de historia. Añade, además, que las mujeres fueron las “grandes perdedoras” de la contienda. “He descrito las fotos de la retirada cuando se van por la carretera, una mujer con un bebé en el pecho que parece muerto, a una abuela que lleva a unos nietos con la cuerda y con las gallinas en otra mano. Eran ellas tenían que hacerse cargo de los niños, de los enfermos, de los hospitales... Y con la gran injusticia que, por ejemplo, en los barcos que iban a América llevando exiliado no admitían mujeres solas”, comenta.

‘De amor y de guerra’ narra la historia de Román y Beatriz, una niña de familia bien de Barcelona. La muerte trágica de los padres de él durante los bombardeos italianos le llevará refugiarse en los brazos de ella, a pesar de que no la ama. Ambos se casan y él se ve obligado a huir al exilio dejándola sola a punto de tener un hijo. A partir de ese momento cada uno sigue su camino sin saber absolutamente nada del otro. Ella blanquea el pasado rojo de Román con la ayuda de su familia y se convierte en una abogada de éxito.

Un perro, un gallego y el rey

Como en todas las novelas de Pilar Eyre vuelven a salir sus tres cameos: un perro, personajes gallegos (en honor a sus ascendentes gallegos) y el rey, en este caso Alfonso XIII, bisabuelo de Felipe VI, quien otorga al abuelo de Beatriz el título de Conde de Túneles por los servicios prestados como abogado que gestionó sus acciones del Metro de Madrid.

Igual que en los libros de Pilar Eyre no puede faltar la presencia de algún Borbón, nosotros no podemos eludir en una entrevista una pregunta por la Familia Real española. Nos habla, entre otras cosas, del feminismo de la reina Letizia, del cambio de Felipe VI, a quien ve más simpático y cercano, y de la reina Sofía, a quien pide que dé un paso atrás por el bien de la Monarquía. Pero todo esto es otra historia.