Tony Espigares, escritor y coach conocido por su podcast Vida extraordinaria, donde reúne a más de medio millón de seguidores, publicó el 13 de noviembre su libro Gafas rotas.
La obra propone iniciar un proceso de transformación personal basado en la creación de nuevos hábitos y, especialmente, en la práctica de la meditación.
El libro incluye, además, varios códigos QR que enlazan a meditaciones guiadas por el propio Espigares, una forma de que el lector experimente directamente su método y lo incorpore a su rutina.
Con motivo del lanzamiento, Espigares conversó con ElPlural en una entrevista en la que profundiza en el contenido del libro y en la filosofía que guía su trabajo.
¿Cómo surge la idea de escribir este libro?
Siempre tuve el deseo de poner por escrito lo que realmente me formó: las veces que tuve que huir de mi país, volver a empezar en Brasil, luego Inglaterra, perderlo todo y enfrentar momentos que parecían imposibles. Quería contarlo con emoción, con amor y sin filtros. Porque este libro no es una historia de éxito: es una historia de superación.
Y si hay algo que aprendí en ese camino es que, si yo pude salir de ahí, cualquiera puede. Eso es Gafas Rotas: un recordatorio de que siempre se puede empezar de nuevo.
¿Es necesario atravesar dolor para un cambio tan radical?
No es necesario… pero casi siempre es el desencadenante. Los cambios más profundos suelen aparecer después de una pérdida, una ruina, una enfermedad o una ruptura, porque ahí se produce un cambio físico y emocional real: tu biología cambia, tus prioridades cambian, lo que antes te importaba deja de tener sentido.
Pero no hace falta llegar a ese extremo. El problema es que cuando todo va “bien”, vivimos en piloto automático y no nos cuestionamos si podríamos estar mucho mejor. El dolor despierta, sí… pero también puedes despertar desde la conciencia.
¿Cómo llegó la meditación a tu vida?
Durante años, en Brasil y luego en Inglaterra, me obsesioné con estudiar física cuántica, vibración, energía, metafísica… Tenía mucha información, pero no hacía el trabajo real, no meditaba.
Fue en Kent, justo antes de crear mi canal de YouTube, cuando empecé a meditar de forma constante. Ahí pedí al universo —a ese campo cuántico, a esa fuente— que me mostrara pasión, propósito, claridad.
Y la vida me lo devolvió: el canal apareció como un regalo y desde ahí todo se expandió. Cuando haces el trabajo interno, la realidad responde.
¿La meditación es para todos?
La ciencia ya lo demuestra: sí, es para todos.
Es aprender a hacer cómodo algo incómodo: permitir que tu cuerpo entre en coherencia y que tu mente se abra a algo más sutil. Hay muchos niveles: no es lo mismo cinco minutos que una hora y media cuando llevas años.
En el libro propongo un camino sencillo para empezar y conectar con esa unidad —llámalo campo, cosmos u origen.
No intento convencer a nadie. Basta con probarlo unos días… no obstante los cambios son maravillosos en pocos días.
¿Hace falta creer en Dios para meditar?
No. No hace falta creer en ningún Dios ni en ninguna religión.
Meditar es familiarizarte con un campo que lo coordina todo. Es crear orden, coherencia y armonización en tu cerebro y tu corazón. Es expandir tu conciencia y fundirte con un espacio mayor.
No necesitas fe religiosa. Solo abrirte a la posibilidad de que existe un origen que lo creó todo, y que tú eres parte de ese todo… y ese todo es parte de ti.
Tony Espigares habla en 'Gafas rotas' de su proceso de transformación personal

¿Cuáles son las limitaciones que más se repiten?
Lo que más encuentro es la separación. Mucha gente viene de familias disfuncionales y cargan frases como “no soy suficiente”, “no me merezco descansar, estudiar, disfrutar”. El no-merecimiento es una herida muy común.
Pero cuando entiendes que por existir ya eres merecedor, que vienes de un campo sutil y no de la carencia… las máscaras empiezan a caer.
Esa identidad rígida que crees que eres muchas veces no es tuya: te la enseñaron la familia, el sistema, la educación. Y desde ahí empieza la liberación.
¿Se puede dejar de tener miedo a la muerte?
La muerte es un paso natural. El cuerpo —este “alquiler” temporal— se queda aquí, pero la energía continúa en otro plano.
Cuando empiezas a sentir que hay algo más grande sosteniéndote, que no eres solo materia sino conciencia, el miedo cambia de forma.
No se trata de negarla, sino de verla como una transición. Cuando reconoces que tu alma no empieza ni termina aquí, vives con más presencia, más ligereza y menos miedo.
¿Qué es para ti manifestar y por qué es importante?
La gente cree que no manifiesta… pero lo hace todo el tiempo. Cada pensamiento, emoción y acción envía una señal y atrae otra. Somos imanes.
La diferencia está en cómo lo hacemos.
Cuando te alineas con tu verdad, con tu autenticidad más pura, entras en una frecuencia que refleja lo que quieres vivir. Encarnas una versión de ti conectada con algo mayor, y desde ahí atraes experiencias, personas y situaciones que te expanden.
Manifestar es vivir desde tu verdad… para que la vida pueda responderte desde la suya.
¿Qué papel tiene la música en este proceso?
La música es frecuencia, es código, es información. Puede llevarte a estados alterados de conciencia donde es mucho más fácil abrir el subconsciente, expandir el corazón y mover energía con la respiración.
Cuando todo se ordena de forma coherente —vibración, ritmo, intención— la experiencia meditativa se vuelve profunda.
La música te lleva a lugares de ti que serían casi imposibles de alcanzar solo con la mente. En mis retiros y meditaciones no es un complemento: es la llave del viaje
¿Por qué no debemos pedir desde la escasez?
Porque nos enseñaron a crear en lo visible, materia en un tiempo lineal creando más experiencias en la materia, desde esfuerzo, sacrificio.
Pero en meditación he vivido estados donde te fundes con un amor más puro, donde el cuerpo se siente completo y alineado. Esa plenitud no viene de fuera… surge cuando te unificas con algo mayor.
Cuando pides desde la separación entras en el modelo newtoniano. Pero existe un plano sutil donde creas desde la coherencia.
Einstein ya lo dijo: la energía crea la materia.
Cuando cambias tu estado interno, tu realidad externa se reorganiza.
¿Por qué realizas retiros y qué los hace tan transformadores?
Porque la gente necesita frenar. Salir de su burbuja, de la rutina, del piloto automático.
En un retiro te sientas, respiras, escuchas información que aplicas en meditación… y eso crea cambios reales: morfológicos, psicológicos y emocionales. Cuando conectas con esa energía divina, con ese quantum, la materia cambia.
En los retiros sanamos, hacemos dinámicas que despiertan la genialidad del corazón y devolvemos a la vida su verdadero sentido: disfrute, flujo y amor.
Quien conecte con el libro… en los retiros vive la experiencia en primera persona. Es el siguiente paso natural.