Guillem Albà, uno de los mejores clowns de su generación, Premio Max 2021 a la mejor dirección escénica, aterriza en el Teatro del Barrio del 23 al 27 de noviembre con CALMA!: un montaje enérgico y optimista, de teatro visual, títeres, sombras y teatro gestual para reírse de las prisas de la sociedad contemporánea. Albà también impartirá en el Teatro del Barrio, del 14 al 16 de noviembre, un workshop de clown.

 

¿Cómo surge la idea de Calma

Es una idea que nació con las ganas de ponerme unos cuántos retos. Había hecho ya unos cuántos espectáculos propios y con Calma quería como juntar varias cosas que había aprendido con todo ese tipo de actuaciones. Pensé, ¿cómo puedo dar otro paso más? Y vie que me apetecía hacer un espectáculo sin palabras porque siempre había utilizado alguna, pero ahora quería que no hubiese absolutamente ninguna palabra, trabajar con muy poco material para ver cómo jugar para no necesitar una escenografía grande sino ver cómo podía trabajar con lo mínimo. También quería juntar la comedia y la poética, que ya había trabajado anteriormente en otros espectáculos, pero diferenciados, algunos eran más poéticos, otros más cómicos, pero ahora quería juntar estos dos colores. Y a partir de ahora es por esta línea por donde me apetece tirar, que el espectador se pueda reír, pero también encuentre una emoción más poética. Por otro lado, la idea de hacer algo más teatral, de llegar al teatro, me atraída para poder alcanzar a un mayor número de espectadores y llegar a gente de diferentes culturas, de diferentes maneras de pensar y de diferentes edades, porque es muy bonito ver a distintas generaciones riéndose o emocionándose a la vez sin olvidarse del público joven que es aquel que hace falta que vaya al teatro. Y junté todo esto a la idea de la que quería hablar: la calma y la prisa, sobre los motivos por los vamos siempre con tanta prisa. Quería hablar de muchos temas, pero hacerlo sin palabras y para ello necesitaba encontrar las técnicas necesarias: a veces la música ayuda, en otras en momentos es más de gesto, en otros es con títeres, con un tipo de títere muy concreto o con las sombras. Es decir, utilizar diferentes técnicas que me ayudasen a contar sin palabras todo aquello de lo que quería hablar.

¿Quién y por qué nos ha metido en la cabeza que hay que ir tan rápido? 

Pues es una pregunta muy difícil de responder y de saber… se tendría que reflexionar y se tendría que dar muchas vueltas. Creo es como una mezcla de muchos elementos. En el espectáculo quería hablar de si realmente uno está haciendo lo que quiere, si está viviendo de manera consciente cómo quiere vivir. Cuando uno para, puede ver que el resto va muy rápido, por muchos motivos. La prisa parece que empezó cuando se vio que se podía hacer más dinero, cuando alguien dijo que el tiempo es oro y otro pensé que si corremos, si vamos más deprisa, podremos hacer más dinero. Pensando en la Historia, quizá arranco cuando llegó el ferrocarril y todo se aceleró: se podía llegar a más sitios y se podían enviar más cosas. Una sociedad que no para de producir y que te hace sentir mal si no estás produciendo o es muy difícil no sentirse mal cuando responde a alguien que no estás haciendo nada productivo. Y también está la hiperconectividad, las redes, el móvil, todo esto también da mucha prisa, como la necesidad de estar conectado a todo y estar al tanto de todas las noticias y de todo lo que pasa en el mundo en todo momento. Al pensar en estos temas me planteaba en cómo podemos detener esta situación, porque hay momentos en que la cabeza te explota y te dices que no puedes más, pero parece que solo lo hacemos en momentos en los que te obligan a parar, como sucedió durante la pandemia o cuando enfermas. Entonces, la prisa para y surgieron muchas preguntas porque las prioridades son otras, más importantes. Hay que parar y preguntarse si realmente estamos bien.

¿Entran mejor los mensajes con humor? 

Sí, por supuesto. Puedes decir como muchas más verdades y de una manera mucho más sincera y directa si lo haces con humor. En cierta manera es como cuando quieres dar de comer a un niño y no le gusta la comida y le pones algo dulce para engañar, y el niño se da cuenta de que había algo raro, pero se lo ha comido. Con el humor pasa lo mismo, puedes meter el mensaje como un golpe y ahí queda. Me gusta defender el humor solo para reír y para desconectar y para desoxigenada el cerebro, porque me parece muy importante ese tipo de humor, para pasarlo bien, me gusta defender este tipo de humor; pero también ese humor en el que puedas decir algo y puedas transmitir un mensaje. De hecho, en Calma quería hacer un espectáculo con humor, pero donde poder decir muchas cosas. Me gusta cuando la gente viene a ver el espectáculo y se ríe, verlos al salir del teatro que se van alegres y te dicen que se han reído. Pero también me gusta cuando te llaman tiempo después para decirte que poco a poco se han dado cuenta de lo que había debajo, de los mensajes que no habían percibido en el momento. Y esto es muy bonito, que se den cuenta de que además de las risas, también había muchas cosas de las que hablar.

¿Cómo se combinan títeres con teatro gestual, de texto… en un solo espectáculo?

Yo creo que no es extraño combinar diferentes técnicas, como los títeres, el teatro gestual, en este caso en Calma es sin texto, la música o la danza. Creo que una de las cosas más bonitas de esta profesión es poder mezclar, y a mí me gusta mucho hacerlo. Hay cosas o temas que quieres contar y usando una técnica en particular te resulta más sencillo que con otra. Sí me gusta que sea sin palaras, porque creo que ofreces más espacio al público para que pueda hacer su interpretación y pueda viajar más libremente. Es más poético. Es verdad que las palabras también pueden ser poéticas y muy bonitas, pero me parece que son mucho más directas. Yo sé lo que estoy contando, pero creo que sin palabras das al espectador más terreno creativo para llevarlo a su terreno. Por ejemplo, en Calma, hago una escena donde no puedo más de tanta información, de tanto ruido, de tanta hiperconectividad, y un títere se abre la cabeza y sale humo del interior y comienza a sacar cosas de su interior y limpiar su cabeza y esto, claro, con un actor es más complicado de hacer…. Se trata de aprovechar lo que permite cada técnica para poder llegar y transmitir el mensaje.