Seguramente estés pensando en que tu negocio necesita una transformación. Y no es la primera vez que lo oyes. Seguramente hayas escuchado este mensaje desde hace años. El problema es que el COVID ha acelerado este proceso para todos.

Nada volverá a ser lo de antes. Los viajes, la hostelería, la educación son sectores que van a estar muy transformados. Habrá muchos cambios en todo el proceso de venta, gestión y uso por parte de los usuarios.

 

Pero además de los sectores, los procesos dentro de las empresas van a cambiar de forma muy sustancial. Los procesos de captación de clientes, de venta, formas de pago… los procesos a distancia son cada vez más dominantes y en general van a ser la norma para muchos negocios.

En una encuesta reciente se habla de cómo las empresas y usuarios han dado el paso a canales como WhatsApp para gestionar la comunicación diaria. Saber el estado de un pedido, confirmar un pago o contratar una clase de inglés son procesos que a distancia tenemos que saber como agilizar al máximo.

Pero seguramente para muchas empresas el primer paso sea como conseguir liquidez

Es importante tener en cuenta que los problemas de falta de liquidez pueden devenir en insolvencia y cierre de una empresa, aún en el caso de que la empresa tenga bienes suficientes para satisfacer sus obligaciones.

Para conocer qué es la falta de liquidez hay que empezar por definir lo que es la liquidez. Se entiende por “liquidez”, la capacidad que tiene una empresa de convertir su activo en efectivo, en cualquier momento, sin que el cambio implique pérdidas significativas.

Por tanto, se habla de falta de liquidez cuando la empresa carece o tiene poca capacidad de pago inmediato.

Existen diversas causas que pueden llevar a la falta de liquidez como son:

  • El alto endeudamiento, pues los capitales prestados han de devolverse.
  • Las fluctuaciones de las divisas cuando se opera en el ámbito de comercio internacional.
  • Los problemas con los proveedores o en la cadena de distribución de las materias primas.
  • Operar en mercados en los que no reina la libre competencia.
  • Los retrasos en los pagos por parte de los clientes.
  • La gestión inadecuada de los recursos disponibles o falta de una adecuada estructura financiera y/o administrativa.
  • Sucesos impredecibles como epidemias o catástrofes naturales.

 

Consecuencias de la falta de liquidez en una empresa: concurso de acreedores

Cuando una empresa se ve en la imposibilidad de satisfacer sus obligaciones corrientes una de las consecuencias es la necesidad de solicitar por el órgano de administración el concurso de acreedores.

Se entiende por concurso un tipo especial de procedimiento judicial que tiene por objeto organizar las finanzas de la empresa concursada para reflotarla, si fuere posible; y, en todo caso, para que todos los acreedores cobren por su orden la máxima cantidad posible de sus deudas pendientes.

El concurso de acreedores puede ser calificado como culpable o fortuito. Se considera que el concurso es culpable, a tenor del art. 164 de la Ley Concursal, cuando en la generación o agravación de la insolvencia hubiera mediado dolo o culpa grave del deudor. Sin perjuicio de lo anterior, la ley establece una serie de presunciones.

A sensu contrario, se considera el concurso como fortuito cuando no exista una causa específicamente imputable al deudor y las desventuras de la empresa fueran consecuencia de la adversidad.

Como especialidad de la situación actual ocasionada por la crisis sanitaria del coronavirus en España, el estado de alarma ha interrumpido la obligación del deudor de solicitar el concurso.

Nos encontramos en una situación excepcional y generalizada en la que las posibilidades de una empresa de salir adelante, no sólo dependen de las posibles ayudas para salir de la crisis, sino también, de su situación anterior.

 

La excepcionalidad también supone incertidumbres en cuanto a la aplicación de otros plazos, como el de dos años para la retracción de los actos perjudiciales para los acreedores en caso de insolvencia. O al transcurso de un ejercicio social sin haberse recuperado el patrimonio neto a que se refiere el art. 327 LSC para las sociedades anónimas.

Similar causa de disolución se contempla en el art. 363 e) del mismo texto legal, con el agravante de que la falta de disolución impone a los administradores la responsabilidad solidaria por las obligaciones posteriores de la sociedad (art. 367 LSC).

En caso de que necesites asesoramiento profesional, no dudes en contactar con un abogado especialista en concursos de acreedores, ahorrarás problemas.

Consejos para superar la falta de liquidez en las empresas

Es importante realizar previsiones de flujos de tesorería a corto plazo, por ejemplo, trimestral y mensual. Además, la incertidumbre global de la situación aconseja contemplar al menos dos posibles escenarios, así como ser prudentes a la hora de valorar los cobros.

Renegociar condiciones con proveedores

Una buena gestión de proveedores puede evitar conflictos y es una herramienta importante a la hora de optimizar la liquidez a la empresa. Por ello, dado el cambio de las circunstancias, es aconsejable renegociar los términos con los proveedores, al menos, con carácter temporal. El resultado va a depender, entre otras circunstancias, de la valoración que los proveedores tengan de la empresa.

En esto, pueden incluirse tanto a los pagos futuros como los pagos pendientes.

Analizar los gastos y buscar ahorro

Teniendo en cuenta que la empresa está buscando la liberación de fondos, existen dos pasos a destacar:

  • De un lado, obtener los cobros de las facturas pendientes.
  • Y, de otro, realizar un estudio de los gastos que se realizan para determinar si son esenciales o no.

En este sentido, la empresa deberá eliminar todos los gastos no esenciales. También deberá estudiar procesos y áreas para encontrar fórmulas para reducir costes. Como, menor uso de papel, o necesidad de efectuar un ERTE.

Reducir stocks y activos inutilizados

Otra fórmula para contribuir a subsanar la falta de liquidez es reducir las existencias. Especialmente aquellas que tengan una menor rotación. La existencia de stocks demasiado elevados, puede reducir la liquidez, además de suponer un coste si no aportan beneficios a la empresa. Algunos incentivos para eliminar el exceso de stocks pueden ser los descuentos por pronto pago.

Auditoría de cash flow

La gestión de la tesorería o del cash flow resulta esencial en el día a día de cualquier empresa. Por ello, no está de más el establecimiento de controles adicionales como es el caso de las auditorías internas. Cualquier medida que te permita valorar mejor las necesidades de liquidez de la empresa, desde un análisis histórico, a la utilización de diversas predicciones, debe ser bienvenida.

Controlar la tesorería para superar la falta de liquidez

Un punto importante a la hora de gestionar la tesorería es su control con el objetivo de tener en todo momento dinero disponible suficiente. Así, la empresa puede no solo hacer frente a las obligaciones de pago, sino también tratar adecuadamente a sus clientes, por ejemplo, ofreciéndoles facilidades de pago.

Comparar opciones de financiación

Otra forma de obtener liquidez es la financiación por terceros, ya se trate de préstamos con garantía hipotecaria o no, créditos, u otras soluciones como, leasing o renting. Sin embargo, antes de aceptar cualquier tipo de financiación, ya sea a corto o a largo plazo, es importante estudiar la situación con detalle, así como las diversas alternativas. De este modo la empresa puede escoger la que más se acomode a sus necesidades.

En el momento actual, es posible obtener avales y préstamos del ICO además de aplazamientos o fraccionamientos de las deudas tributarias.

Poner al día el cobro de facturas

Una empresa debe considerar que propiamente no ha realizado una venta, hasta que la cobra. Por ello, debe hacerse un seguimiento de los cobros tanto o más que de la facturación.

Utilizar determinadas formas de pago como la tarjeta de crédito, Paypal o cobrar una cantidad por anticipado o en el momento de la entrega, contribuyen a reducir los riesgos de falta de liquidez.  También puede valorarse la utilización de herramientas como el factoring o el confirming.

Y ahora, tengamos un plan de acción claro para tu PYME

  1. Primero mirar la cuenta corriente. Hay que enfrentarse a la realidad y pensar en lo que tenemos para transformarnos.
  2. No pienses que las cosas van a ser como antes. Las cosas van a cambiar y todos los negocios serán digitales o no serán. Es así de sencillo.
  3. Piensa en adaptar tu forma de trabajo a un modelo online. Analiza tus fortalezas y debilidades. Pon foco en las fortalezas. Elimina las debilidades con determinación. Puede ser que tengas que despedir, cerrar o reducir.
  4. Actuar ya. Empieza por áreas sencillas de tu trabajo. Haz una lista de contactos de tus clientes favoritas. Crea un grupo de difusión y pide a tus clientes ayuda. Ahora es el momento de pedir colaboración. No tengas miedo de pedir ayuda a tus cliente. Hazles parte de tu equipo.