La sesión de control al Gobierno de esta semana en el Congreso de los Diputados demostró una vez más que, a pesar de las buenas intenciones que se manifiestan públicamente, la clase política española sigue instalada en la crispación. La pandemia no termina de fomentar la unidad por lo que, a pesar de la grave situación, la Cámara Baja continúa siendo un foro de acusaciones, críticas e insultos más que de acuerdos y debates. 

Así lo recogía el vídeo presentado por Sandra Sabatés en El Intermedio para resumir la sesión parlamentaria. En torno a un minuto de descalificaciones al Ejecutivo por parte de Teodoro García Egea y Andrés Lorite (PP) o por Macarena Olona e Ignacio Gil Lázaro (Vox). Aunque el vídeo podría haberse alargado mucho más, lo cierto es que una parte importante de la ciudadanía ya está cansada de esta dinámica parlamentario.

Entre ese sector se encuentra el propio Wyoming que, a pesar de estar acostumbrado a llenar su espacio con sátira política, se negó a comentar otra semana los rifirrafes de los diputados: "¡Basta, Sandra Sabatés, por favor! ¡Me niego a comentar una semana más estas intervenciones agresivas e innecesarias de sus señorías!".