Piers Morgan es uno de los periodistas y presentadores más controvertidos del Reino Unido. Su trayectoria profesional está marcada por la polémica, sus exclusivas, sus opiniones y sus enfrentamientos con celebridades, políticos y hasta la realeza. Su último gran golpe informativo ha sido la entrevista al expresidente de la Federación Española de Fútbol Luis Rubiales, quien anunció su dimisión tras el escándalo sexual que lo ha salpicado y que ha arrastrado al lodo la imagen tanto de España como del fútbol español.

Morgan nació en 1965 en Surrey, Inglaterra, con el nombre de Piers Stefan O'Meara. Su padre murió cuando él era un bebé y su madre se casó con Glynne Pughe-Morgan, quien le dio su apellido. Estudió periodismo en el Harlow College y comenzó su carrera en el tabloide The Sun, donde escribía la columna Bizarre sobre el mundo del espectáculo. En 1994, con solo 29 años, fue nombrado editor del News of the World por parte del también polémico Rupert Murdoch, convirtiéndose en el editor más joven de un periódico nacional británico en más de medio siglo. Al año siguiente, pasó a ser el editor del Daily Mirror, donde se mantuvo hasta 2004, cuando fue despedido por publicar unas fotos falsas de soldados británicos maltratando a prisioneros iraquíes.

Fue en esta etapa como editor en la que Morgan se ganó la fama de ser implacable con las personalidades públicas, especialmente con la familia real británica. Algunas de sus grandes polémicas fueron la filtración de una conversación telefónica entre el príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles, en la que se revelaban sus intimidades; la publicación de unas fotos de la princesa Diana en el gimnasio, tomadas por una cámara oculta; y la acusación de haber participado en el escándalo de las escuchas telefónicas ilegales, por el que fue interrogado por la policía en 2013.

En 2020, tras otras sonadas polémicas, Morgan renunció a su programa Good Morning Britain, después de cuestionar la veracidad de las declaraciones de Meghan Markle sobre su salud mental y su experiencia en la familia real británica. Su salida se produjo tras recibir una avalancha de más de 40.000 quejas y tener una fuerte discusión con su compañero Alex Beresford.

Las grandes polémicas de Piers Morgan

Morgan fue acusado de haber autorizado o conocido las escuchas telefónicas que realizaban algunos periodistas del News of the World y del Daily Mirror a personalidades públicas, como políticos, famosos y víctimas de crímenes. Morgan negó rotundamente las acusaciones y dijo que nunca había escuchado ningún mensaje de voz ilegalmente obtenido. Sin embargo, en 2006, admitió haber escuchado un mensaje de voz del exfutbolista Paul Gascoigne, que le había sido enviado por un colega.

La crítica a la guerra de Irak y al primer ministro Tony Blair, lo que le valió el apoyo de algunos sectores pacifistas, pero también el rechazo de otros medios y del público. Morgan se opuso abiertamente a la invasión de Irak en 2003 y publicó en el Daily Mirror portadas con imágenes impactantes de los efectos de la guerra y con mensajes como "Blood on his hands" (Sangre en sus manos) o "How can he live with himself?" (¿Cómo puede vivir consigo mismo?), refiriéndose a Blair. Morgan también organizó una campaña para que los soldados británicos regresaran a casa y criticó duramente la alianza entre Blair y el presidente estadounidense George W. Bush. Su postura le granjeó el respeto de algunos intelectuales y activistas, pero también la animadversión de otros medios, como The Sun, que lo llamó "el traidor más vil de Gran Bretaña".

La defensa del derecho a poseer armas en Estados Unidos, donde se mudó en 2006 para trabajar como jurado en el programa America's Got Talent y como presentador de CNN. Su postura le generó numerosos enfrentamientos con activistas, políticos y celebridades, como Clint Eastwood, Ted Nugent y Alex Jones. Morgan defendió el control de armas tras la masacre de la escuela Sandy Hook en 2012, donde murieron 20 niños y seis adultos. Su posición le valió amenazas de muerte, peticiones para que fuera deportado y una tensa entrevista con Alex Jones, quien lo acusó de ser un "tirano globalista" y un "agente del Nuevo Orden Mundial".

La burla al acento chino del príncipe Harry y Meghan Markle, cuando imitó un anuncio de una marca de leche que supuestamente les había ofrecido un contrato millonario. Su actitud fue tachada de racista y ofensiva por muchos espectadores y organizaciones. Morgan se burló de la pareja en su programa Good Morning Britain en 2020, después de que se anunciara su retirada de la familia real británica. Morgan dijo que había visto un anuncio de una marca de leche china que decía: "Este es el tipo de leche que bebe Harry y Meghan. Ching chang chong". Luego, imitó el acento chino y dijo: "Me encanta esta leche". Su broma provocó una ola de indignación y críticas en las redes sociales y en los medios. Morgan se disculpó al día siguiente, pero dijo que solo había sido una broma inocente.

El machismo a raudales de Morgan

Asimismo, Morgan también ha sido acusado en reiteradas ocasiones de machista por sus comentarios sobre el aspecto físico y la edad de algunas mujeres famosas, como Madonna o Julia Roberts. El periodista hizo una serie de reflexiones sobre la artista al anunciarse su gira mundial con motivo de sus 40 años en la música: “Todo eso de intentar ser una gatita sexual cuando tienes 60 años... (...) Creo que se ha convertido en la vergüenza más grotesca de la historia del entretenimiento mundial”. También criticó a Julia Roberts por no depilarse las axilas y dijo que era una "hippie sucia" que debería "limpiarse un poco".

Morgan también ha mostrado su rechazo a algunas iniciativas feministas, como la campaña #MeToo, que denuncia el acoso y el abuso sexual en la industria del cine y otros ámbitos. Morgan dijo que la campaña se había convertido en un "caza de brujas" y que había generado una "histeria colectiva" que perjudicaba a los hombres inocentes. También cuestionó la credibilidad de algunas de las víctimas de Harvey Weinstein, el productor de Hollywood acusado de múltiples delitos sexuales.

Morgan tampoco ha ahorrado críticas a algunas de las figuras más representativas del feminismo actual, como Emma Watson, Beyoncé o Kim Kardashian. Morgan acusó a Watson de ser una "feminista radical" y una "hipócrita" por posar con un escote en una revista, mientras defendía los derechos de las mujeres. También reprochó a Beyoncé por usar su música para expresar su orgullo negro y feminista, y dijo que prefería cuando era "menos política" y "más divertida". Por último, atacó a Kim Kardashian por publicar fotos desnudas en las redes sociales, y le sugirió que se dedicara a leer un libro en vez de exhibir su cuerpo.