Desde el nacimiento de Ana Sandra Lequio, la nieta de Ana Obregón e hija de Aless Lequio, las redes sociales de la bióloga se han inundado con imágenes y mensajes de cariño hacia la pequeña. La última publicación da muestra del cariño que ésta profesa a la bebé, y es que ha sorprendido compartiendo una fotografía de ella vestida de flamenca con motivo de la Feria de Abril.

En su última visita al pediatra, la presentadora de televisión vistió de esta temática a su nieta: “Has ido vestida como para ir a la Feria de Sevilla porque tu corazón es tan español que te pones flamenca cuando te toca el biberón”, describió a través de su cuenta de Instagram. En estas entrañables fotografías, se puede ver a la pequeña con un body rojo con lunares blancos.

“Te amamos Anita, en la tierra en el cielo”, concluye en el texto, haciendo así alusión a su hijo difunto y del que desveló en su libro El chico de las musarañas que uno de sus deseos en vida era tener descendencia.

Desde la publicación de la portada de la revista ¡Hola!, que supuso un boom nacional a nivel mediático e incluso político porque la pequeña nació por gestación subrogada fuera de España, la también actriz no ha parado de publicar numerosos textos en señal de nostalgia y cariño hacia su hijo -como venía haciendo previamente-, y a los que ahora también se suma el amor que profesa a su recién nacida nieta.

“Por cierto, he dejado después de tres años mi luto, solamente blanco y negro, porque mi corazón así lo sentía. Ahora ha llegado Anita y con ella ha traído todos los colores del arcoíris a mi vida”, señaló en tono feliz en otra publicación de la misma red social.

Alessandro Lequio no quiere conocer a su nieta

En otro orden de ideas, en el momento en que Ana Obregón vuelva a territorio español, ahora acompañada por Ana Sandra, no se producirá un encuentro con su exmarido y abuelo de la bebé, Alessandro Lequio, tal y como ha dejado caer él mismo.

Debido a la llegada de este nuevo miembro a la familia, la relación entre la ex pareja está en uno de sus peores momentos. Según ha apuntado este miércoles la revista Lecturas, el colaborador de televisión no tiene intención alguna de conocer a la pequeña. Lequio “se calla y prefiere no enfrentarse a Ana por miedo al escándalo, tiene mucho que proteger”, ha señalado una fuente de su entorno laboral al medio del corazón.

Lequio ha permanecido en un segundo plano en torno a estas noticias que rodean a la nueva vida de la presentadora, tanto al nacimiento del bebé como a la publicación del libro póstumo de su hijo: “Llevo 25 años casado y con una familia. Mi vida es otra. Yo no tengo por qué enterarme de la vida de otra gente”, sentenció hace días atrás.

Las confesiones de Ana Obregón

Desgranando el contenido de El chico de las musarañas, la actriz ha desvelado partes de su vida privada desconocidas y que no han pasado desapercibidas para el mundo de la crónica rosa. Además de recorrer entre líneas el sufrimiento del día en el que a su hijo le diagnosticaron cáncer, Ana Obregón confiesa que tuvo pensamientos suicidas.

“Salí al balcón. Un séptimo piso, la decisión era firme. Me empiné sobre la barandilla que no era muy elevada. Si me lanzaba al vació, seguiré viviendo contigo eternamente. Saltar hacia el abismo era mi única opción para seguir viviendo. Alcé una pierna, pasándola al otro lado mientras me sujetaba con las manos firmemente a la barandilla. Entonces me dispuse a empezar el mismo recorrido con la otra pierna", detalla la presentadora. Fue entonces cuando Alessandro Lequio, padre del empresario, llamó a su puerta y la detuvo: "Ana, abre, ¡por Dios. Tienes algo importante que hacer. ¿Recuerdas lo que nos pidió Aless, su última voluntad?", describe en el libro.

Es así como también Obregón ha logrado cumplir las últimas voluntades de su hijo: tener descendencia, publicar el libro que dejó sin terminar en el que cuentas sus vivencias con el cáncer y crear e impulsar la Fundación Aless Lequio, con la que recauda fondos y ayuda en la investigación contra esta enfermedad en personas jóvenes.