Pedro Sánchez lo tiene más fácil que Alberto Núñez Feijóo para gobernar. Los dos candidatos de los principales partidos del panorama nacional buscan los apoyos necesarios porque a ambos les darían los números si alcanzan los acuerdos suficientes, aunque la actividad matemática que el gallego planteó el pasado martes es un ejercicio de malabarismo habida cuenta de que de los partidos que mencionó solo UPN, en el mejor de los casos, le daría su voto.

Por su parte, el presidente del Gobierno parece que contaría con todos los apoyos necesarios, aunque necesitaría de Junts en un escenario en el que la formación catalana pide el referéndum de autodeterminación y la “amnistía” como condiciones irrefutables. Por eso convencerla no será coser y cantar, aunque desde Ferraz confían en que los de Laura Borràs terminen rebajando sus condiciones para una posible investidura.

Con esta imagen, actualmente de bloqueo, pero ante la que el equipo de Sánchez no se resigna ni mucho menos a bajar los brazos, cada cual hace sus apuestas de lo que podría pasar a partir de ahora. Uno de ellos ha sido el cantautor José Manuel Soto, quien nunca ha ocultado su simpatía con la derecha e incluso la extrema derecha. A partir de aquí, el cantante ha escrito varios comentarios en redes sociales, aunque el que más ha llamado la atención y han recogido los usuarios es uno en el que sentencia que Sánchez prepara el “golpe final”.

En una exaltada reacción, que cuesta diferenciar si está escrita en serio o si por el contrario pasa por un hipotético detrás del cual se encuentra su verdadera opinión, el artista solventa que el presidente “está crecido y va a por todas” y que “por supuesto que va a formar gobierno con el apoyo de siempre, más Junts”; y añade: “Habrá referéndums tanto en Cataluña como en País Vasco, y habrá también un referéndum Monarquía-República para ser presidente de una República Federal”.

No es el único comentario que el cantautor, muy crítico con Sánchez, ha puesto en su perfil de Twitter, aunque la teoría de la República Federal se mantiene en la mayoría. Así las cosas, si bien es cierto que no compra el discurso de otras ocasiones de la ultraderecha, en el que los de Santiago Abascal -incluso el PP- deslegitiman las instituciones. “7,7 millones de españoles han legitimado a Sánchez para que siga haciendo lo que lleva haciendo hace cinco años: gobernar de la mano de exterroristas, separatistas y extremistas de la izquierda. Ahora nadie podrá decir que lo engañaron. El objetivo final es la creación de una República Federal…”, apunta.

En la misma línea, pide que se dejen de enviar “chorradas sobre teorías conspiranoicas imposibles de demostrar” porque “el resultado es el que es y no hay vuelta atrás”. Pero añade: “Sánchez va a gobernar de la mano de nuestros peores enemigos otros cuatro años, toca joderse y hacer autocrítica, la vida no se acaba aquí”.

Las piruetas de Feijóo

La principal incógnita es quién irá a la investidura. Sánchez tiene la sartén por el mango respecto a Feijóo y ha dejado claro que "no hay prisa", que es mejor hacer las cosas bien y garantizarse el respaldo necesario. El líder del Ejecutivo pretende ralentizar el calendario -días de descanso después del cúmulo de emociones que han supuesto las elecciones mediante- y a la vuelta, a ver qué pasa; aunque confía en que la presión termine por caer de su lado y Junts acabe cediendo.

En la misma línea, en el partido no descartan que sea el líder de los populares quien le tome la delantera, aunque su investidura estaría abocada al fracaso, y que sea ahí cuando Sánchez de un paso al frente. Por el momento, el presidente del Gobierno ha llamado a su equipo y el conjunto de la ciudadanía a tomarse unos días de descanso que, en su caso, pasará como cada verano en Canarias, concretamente en La Mareta (Lanzarote), aunque su estancia podría verse alterada por los compromisos que vaya teniendo en Madrid con la mirada puesta en la fecha clave.

Mientras tanto, la agenda fijada por Feijóo arroja aún menos detalles más allá de que el líder de los ‘populares’ habría puesto rumbo unos días a Galicia, su tierra natal, por lo que sus compromisos se habrían pospuesto hasta la semana que viene.

Entretanto, a partir del 17 de agosto lo ideal sería que el escenario empezara a ser algo más claro, pues es aquí cuando se constituyen las Cortes. Cinco días después se forman los grupos parlamentarios y, en última instancia y sin plazo legal específico, Felipe VI propone un candidato para ser investido.