Antonio Resines ha vuelto a alzar la voz en materia política y sanitaria. En una entrevista con El Mundo, el reconocido actor ha respondido a una pregunta que ha dado mucho de qué hablar: “En España los actores están muy politizados. ¿Crees que ser alguien conocido implica alguna responsabilidad hacia la sociedad?”.

A modo de respuesta, el protagonista de Los Serrano afirma que hay que tener en cuenta “las opiniones personales de cada uno”: “Como ciudadano puedes opinar lo que te dé la gana, dentro de un orden, pero no hay un colectivo”, matiza.

Acto seguido, y atendiendo a las múltiples críticas que en ocasiones recibe el gremio, Resines ha tirado de ironía: “No nos juntamos los domingos para conspirar y derribar al Gobierno este derechas, o para apoyar al otro… Los más conocidos es verdad que tienden más hacia la izquierda, cosa que es absolutamente razonable, pero claro que hay gente conservadora y de derechas, lo que pasa es que no les apetecerá decir nada”, explica al medio citado.

Férrea defensa de la Sanidad Pública y experiencia con la Covid-19

Una vez más, el intérprete ha defendido férreamente sus ideales: “En cuestiones técnicas no pienso callarme, en la salud, la educación o la cultura voy a ser beligerante con todos los gobiernos de este país porque ninguno lo ha hecho bien”. Acto seguido, volvía a hacer hincapié en el estado de la sanidad pública: “He estado 40 días ahí metido y he visto cosas asombrosas. ¿Pero cómo un tío que te ha salvado la vida no tiene un contrato fijo después de 15 años en un sitio? Coño, aunque sólo sea por egoísmo”, lamenta.

En la misma línea, Reines ha vuelto a ser preguntado por su experiencia ingresado en la UCI durante meses a causa de la neumonía bilateral que le provocó la Covid-19, especialmente las curiosas alucinaciones que sufrió tras el coma: “Vivía en un mundo en el que pasaban cosas extrañísimas, siempre estás a punto de morirte y eres consciente. Es un poco horroroso. De repente me pegaban tiros y me perseguían (…) Cuando me iba despertando pensaba que todo el equipo médico era la cúpula militar de ETA. En un momento dado les pedía que me pegaran un tiro porque no podía más. Y de eso era consciente porque me acuerdo. Me han enseñado cosas que escribía y eran para cagarse”, recuerda.